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HOLGUÍN.— La dilatada ausencia de lluvias durante el periodo seco del año, y principalmente sobre las regiones donde se hallan emplazados algunos de los embalses claves para el abasto de agua a la población, obligó aquí a la adopción de medidas para hacer frente a esa contingencia.
No obstante el satisfactorio acumulado histórico de precipitaciones en algunas zonas del este, presas como la Güirabo y la Cacoyugüín, vitales para el suministro al municipio de Holguín, el más poblado de la provincia, se encuentran muy por debajo de su capacidad de llenado.
Jorge Luis Bosch, director de aprovechamiento y planificación del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en Holguín, informó que debido a tales condiciones hidrometerológicas el escurrimiento de las precipitaciones hacia esos embalses es casi nulo, por lo que las medidas están encaminadas a paliar la depresión del nivel de las aguas y para economizar ese recurso agotable.
Para garantizar el servicio a los consumidores y ralentizar en lo posible su depauperación, en el caso particular de la Güirabo, que cuenta tan solo con un 13 por ciento de su capacidad de llenado, fue necesario comenzar el bombeo del vital líquido desde el río Cauto a través de una conductora existente para esos fines.
Mientras tanto, a la Cacoyugüín, con aproximadamente el 16,5 por ciento de llenado y sin otro respaldo que la llegada de las lluvias, se procedió a dejar de extraerle para no acrecentar su crítico estado.
Neyder Maresma, subdelegado técnico de la referida empresa, puntualizó que de las 17 zonas hidrológicas identificadas en el territorio, solamente cinco se consideran con un comportamiento normal, es once es desfavorable, y una esta señalada como crítica.
Tal realidad supone un panorama desfavorable en 45 de las más de 217 instalaciones para el abasto de agua a la población de las cuales dispone la provincia, y con afectaciones directas a unos 38 mil habitantes en distintos municipios.
De forma paralela, el INRH supervisa la localización y evaluación de nuevas fuentes de agua potable que sirvan como alternativa en la provisión de pequeños asentamientos u objetivos económicos. Sin embargo, las fugas por salideros continúa siendo uno de los principales aliados de la incómoda sequía.
Debido a sus características geográficas y naturales, Holguín figura entre los tres territorios del país con menor disponibilidad de agua dulce por habitante, por demás, con una media anual de precipitaciones de mil 263 milímetros, solo por encima de las relativas a Ciego de Ávila y Las Tunas.
