Las nuevas generaciones de cubanos cierran otra vez el desfile del Primero de Mayo en la histórica Plaza de la Revolución José Martí de La Habana. Con cientos de iniciativas y la alegría que los caracteriza, más de 50 000 jóvenes acompañan a la clase obrera en las celebraciones por el Día Internacional de los Trabajadores.
Futuros obreros, estudiantes, campesinos, combatientes, intelectuales… son parte del cierre de esta compacta y entusiasta movilización, que ha tenido como fin demostrar que en la Mayor de las Antillas la unidad constituye una fortaleza para avanzar en sus propósitos, y que en ellos son protagonistas sin discusión alguna los más nuevos.
El bloque de la nueva generación —dividido en varios segmentos— lo encabezaron unos 700 deportistas preseleccionados para los Juegos Panamericanos Toronto 2015. A ellos le siguieron los miembros de la FEEM, con una gigantografía de los rostros de Chávez y Fidel, como homenaje al mejor amigo que ha tenido el pueblo cubano, y también de solidaridad con el pueblo y Gobierno de Venezuela, amenazados por un decreto de Estados Unidos que los considera una amenaza para su seguridad.
Luego estuvieron los estudiantes universitarios con una gigantografía del logo del X Congreso de la UJC y otros carteles que hacen alusión a esa importante evento. Y cerraron los jóvenes trabajadores y combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, quienes portaron cinco banderas gigantes: la cubana, la de la UJC y de las organizaciones estudiantiles, así como otras mil enseñas nacionales.
En la calle Paseo y sus avenidas aledañas se ubicaron desde bien temprano los jóvenes, quienes con su disciplina, colorido, empuje y creatividad cerraron la gran fiesta obrera. El bloque acaparó la atención de todos por la originalidad de los mensajes e iniciativas que los acompañaron en su paso seguro por la Plaza, en ese mensaje irrevocable de unidad en respaldo a la Revolución, a Fidel y Raúl.