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La obra es un homenaje por el aniversario 85 del natalicio de la Heroína de la Revolución. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:16 pm
Vilma regresó convertida en danza, con las zapatillas calzadas tal como aparece en algunos retratos de su juventud, gracias al ballet que lleva su nombre y que fuera estrenado ayer por el Ballet Nacional de Cuba (BNC) y su directora Alicia Alonso.
Con coreografía de Eduardo Blanco y música de Frank Fernández, la obra es un homenaje por el aniversario 85 del natalicio de la Heroína de la Revolución, quien fundó y dirigió hasta su muerte la Federación de Mujeres Cubanas, cuyos 55 años también celebró la presentación del BNC, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional.
Este ballet repasa en solo un acto la infancia de Vilma, interpretada por la pequeña María Luisa Márquez, alumna de la Escuela Elemental de Ballet Alejo Carpentier, y su etapa juvenil, asumida por Chanell Cabrera, en la que se evocan sus días de estudiante en la Universidad de Oriente y su integración al Movimiento 26 de Julio, después de la represión desatada tras el asalto al Moncada. Para la primera bailarina Anette Delgado se reservó a la guerrillera que peleó en la Sierra y que al triunfar la Revolución se entregó a la labor de dignificar a la mujer e incorporarla a la sociedad.
En la presentación de esta pieza —a la que asistieron dirigientes del Partido, del Gobierno y fundadoras de la FMC—, Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, resaltó a la mujer de profunda sensibilidad que fue Vilma, que disfrutaba lo mismo de las ciencias que de las artes, y recordó la linda amistad que la ligó a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
Alicia, quien recibió un ramo de flores de manos de la amiga entrañable de Vilma y combatiente Asela de los Santos, ha señalado que este ballet nos devuelve «las esencias de esa Heroína, tan querida y recordada por nuestro pueblo».
