Cuba trabaja en la caracterización y el diagnóstico social de sus ciudadanos, paso importante para su atención integral. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:31 pm
El estudio de la especialidad de técnico de nivel medio en Trabajo Social se extenderá a todo el país a partir de septiembre, dentro de las opciones que brinda la Enseñanza Técnico-Profesional a los estudiantes que culminan el noveno grado.
Lo anterior lo informó este viernes, en un encuentro con la prensa, Yoe Majín Hernández, subdirector de Prevención, Asistencia y Trabajo Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
La oferta de la especialidad —cuyas matrículas se abrieron por vez primera el pasado año en La Habana y Villa Clara— estará en correspondencia con las demandas que los gobiernos locales han realizado a Educación, según sus planes territoriales de desarrollo, dijo el directivo.
Majín Hernández destacó la importancia de esta carrera, sobre todo en tiempos en que Cuba trabaja intensamente en realizar y mantener actualizada la caracterización y el diagnóstico social de sus ciudadanos.
El técnico de nivel medio debe estar preparado también para atender de manera directa e integral a los grupos sociales que lo requieran, y diseñar, proponer e implementar acciones para la prevención y transformación de los problemas sociales y las causas que los generan, así como para promover la participación de las personas, grupos y comunidades en su solución.
El funcionario puntualizó que en Cuba hay un trabajador social por cada 600 núcleos familiares y que hoy 112 642 de esas células son protegidos por la asistencia social, dentro de las cuales 176 286 personas reciben los beneficios de las diferentes prestaciones con que cuenta esta política, especialmente los servicios sociales comunitarios.
Entre estos se cuenta la asistencia social a domicilio, la protección a madres de hijos con discapacidad severa y la alimentación en centros especializados o a domicilio. Junto a ello se destacan otras políticas de amparo a las personas más vulnerables, como la entrega de recursos a hogares con situaciones sociales críticas y las nuevas facilidades para la cocción de alimentos, con la compra de las cocinas de inducción y los menajes de esos equipos.
