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Lo que Matthew no se llevó

Después del huracán salió el sol y toda Cuba se mudó a Baracoa, Imías, San Antonio del Sur, Maisí... Toda Cuba está desde entonces pendiente de la recuperación, y son muchos los que desde acá y allá buscan cómo ayudar y extienden su mano solidaria

Autores:

Juan Morales Agüero
Adianez Fernández Izquierdo
Lisandra Gómez Guerra

La furia de la naturaleza ha puesto a prueba nuevamente la resistencia y solidaridad características de los cubanos, en especial esta vez la de los habitantes del oriente. Amanecer trágico fue el del 5 de octubre, cuando las primeras luces del día mostraban un panorama desolador y la gente volvía a su pedacito para ver cuánto había quedado.

Y lo que vieron arrancó lágrimas: viviendas destruidas, pertenencias ahogadas en agua, cultivos devastados... Pero quedaba la vida, y el sol volvió a salir, cálido, abrazador, como la misma Revolución que los abrigó a todos en sitio seguro mientras duraba la tormenta.

Salió el sol y toda Cuba se mudó a Baracoa, Imías, San Antonio del Sur, Maisí... Toda Cuba está desde entonces pendiente de la recuperación, y son muchos los que desde acá y allá buscan cómo ayudar, y extienden su mano solidaria para, sobre los escombros, reconstruirlo todo y devolver el esplendor, como ya pasó varias veces en Pinar del Río y otras tantas en Artemisa y la Isla de la Juventud.

En ese empeño de devolver la esperanza a los habitantes del oriente, se destacan los 254 trabajadores de la unidad empresarial de base (UEB) Fábrica de Fibrocemento Mario Hechavarría López, en Artemisa, quienes desde bien temprano redoblan esfuerzos en la fabricación de las tejas para reponer los techos de las familias afectadas.

Desde el pasado viernes en vagones de tren, partió el primer envío con 18 000 tejas; el domingo 9, otro con 27 600, y el lunes 10 esperaban para una nueva carga, pues antes del fenómeno atmosférico ya contaban con unas 130 000 tejas en inventario, precisó María de las Mercedes Darboys, la directora.

Este colectivo Vanguardia Nacional ya tiene experiencia de situaciones similares y, aunque había cumplido el plan del año y se preparaba para dar mantenimiento, asumió el emergente desafío.

Según declaró Leonel Salgado Sánchez, jefe del Taller de fibrocemento, ahora los trabajadores tienen el compromiso interno de producir entre 4 500 y 5 000 unidades diarias. «Todo el personal está dispuesto a trabajar y hacer lo necesario para ayudar a los guantanameros. Ese es nuestro granito de arena».

De ese modo, octubre y noviembre serán entonces de jornadas de duro trabajo en esta entidad, y también de satisfacción. Saben que tienden un puente de solidaridad entre Artemisa y Guantánamo, y ayudan a que muchos hogares vuelvan a tener el techo que les arrancó Matthew.

Vientos solidarios en el yayabo

Una brigada de reparación de conductoras partió a inicios de esta semana desde Sancti Spíritus rumbo a Baracoa, para apoyar las acciones de recuperación ante los múltiples daños ocasionados por el huracán Matthew.

De acuerdo con Fredesmán Jiménez Bravo, máximo responsable de la Dirección Provincial de Acueducto y Alcantarillado en la provincia espirituana, con anterioridad habían partido hacia el oriente equipos que laboran en la distribución de agua en pipa.

«Conocemos que son jornadas intensas y de mucho esfuerzo, pero vamos conscientes de que hoy esa es la prioridad de Cuba, ya que somos un solo país, y cuando una región necesita ayuda el resto tiene que incorporarse», acotó.

Igualmente, desde Sancti Spíritus se auxilia a la región más oriental de la Isla con el envío de tejas de barro, provenientes de la Empresa Productora de Materiales de la Construcción del Poder Popular y de artesanos asociados a la filial yayabera del Fondo Cubano de Bienes Culturales.

Datos ofrecidos por la Empresa Productora confirman que se enviarán mensualmente entre 18 000 y 20 000 tejas de las llamadas francesas, las cuales se hacen solo en Trinidad, y 5 000 criollas.

Además, los creadores del patio aportaron 1 770 losas de piso, ventanas, puertas, papeleras y bancos de aluminio y 10 200 tejas criollas artesanales.

Tras varios días de labores, se conoció que el centenar de trabajadores de la Empresa Eléctrica Provincial de Sancti Spíritus, junto a sus homólogos de Camagüey y Santiago de Cuba, restablecieron el servicio eléctrico de 33 Kv y ultimaban detalles en los circuitos de distribución del municipio de San Antonio del Sur.

Está previsto que trabajen, además, en Imías y Baracoa, y solo retornarán a predios espirituanos cuando en todas las zonas afectadas se reponga el servicio eléctrico.

Tejas tuneras también llegarán al guaso

Para los trabajadores de la unidad empresarial de base Francisco Paco Cabrera (Metunas), el término solidaridad no tiene una connotación abstracta. Su colectivo asume ese sentimiento que enaltece a los seres humanos cada vez que la furia de los vientos golpea con saña una comarca cubana.

Esta vez, al igual que ocurre en Artemisa y Sancti Spíritus, los talleres de Metunas, habituales proveedores de materiales para el Programa Nacional de la Vivienda, trabajan a toda máquina en el propósito de hacerles llegar a las comunidades guantanameras golpeadas por el huracán Matthew tejas de acero galvanizado para la rehabilitación de sus viviendas dañadas.

«Nos hemos propuesto terminar 3 500 módulos de tejas cuando concluya el presente mes de octubre», asegura el ingeniero Randy Estévez Carcacés, director de Producción de la empresa. «Ya comenzaron a despacharse en rastras hacia los municipios más afectados. Es nuestra contribución solidaria ante esta tragedia».

Se trata de tejas galvanizadas de alta calidad del llamado acero 500. Si su colocación se realiza como lo indican las normas técnicas, pueden tener una vida útil superior a los 20 años y soportar vientos de hasta 250 kilómetros por hora. Ya han sido probadas con positivos resultados en otros sitios, expresa el directivo.

La entidad tunera también fabrica y despacha los denominados purling, elementos longitudinales metálicos sobre los cuales se instalan las tejas de acero para las cubiertas. Además de agilizar este proceso técnico, garantizan mayor durabilidad.

En dependencia de la disponibilidad de materia prima, Metunas puede incrementar la producción de estos importantes elementos para la rehabilitación de las viviendas guantanameras, pues su infraestructura técnica se encuentra en perfecto estado.

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