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El arte, un arma contra las tristezas

Mientras la recuperación avanza a pasos agigantados, los guantanameros viven intensas jornadas artísticas encaminadas a llevar la alegría a los habitantes de los territorios más afectados por Matthew

Autor:

Aileen Infante Vigil-Escalera

A casi un mes del paso del terrible Matthew por la más oriental de las provincias cubanas y cuando los territorios más afectados ya muestran los primeros signos de recuperación, el arte adquiere una nueva dimensión para los guantanameros regalando alegrías donde el huracán no dejó más que destrozos materiales.

Artistas de todo el país recorren desde entonces cada barrio y comunidad llevando consigo el sentir de los artistas educados en la política cultural de la Revolución, impregnados de la sensibilidad necesaria para convertir un libro, una película, un dibujo en una obra de arte humana, donde la sonrisa de la gente se convierte en el más alto obsequio a recibir.

Entre quienes se sumaron en los instantes iniciales –exactamnente desde el sábado ocho de octubre– estuvo la Brigada Artística Martha Machado, fundada en 2008 por el artista de la plástica Alexis Leiva Kcho, para llevar el arte y su misión sanadora a los damnificados tras el paso de fenómenos meteorológicos como este.

Si en los primeros momentos fue la región occidental –afectada tras el paso de Gustav e Ike– quienes recibieron de sus manos el abrazo cultural de la Brigada; desde que Kcho plantó las banderas de «Gracias Fidel» y «Gracias Raúl» en el malecón baracoense, el arte se transformó en arma contra la tristeza en la región.

Las primeras casas de campaña de los artistas tomaron por asalto el parque infantil, sitio recuperado luego del desastre provocado por la penetración del mar y el fuerte embate de las olas. Desde entonces, en el devenido campamento de los más pequeños, donde jugaron por primera vez después del huracán, han podido aprender, además, la técnica del grabado de la mano de Daniel Rodríguez y el Proyecto Prensa Callejera.

Por las noches, el recinto se transforma igualmente en la pista de baile donde vecinos y curiosos se reúnen a compartir entre risas y cantos, ese único momento del día donde las preocupaciones aparentan desaparecer.

Pero en su labor de multiplicar esfuerzos, la Brigada también ha plantado bandera en Yumurí, un poblado rodeado de agua de río y mar, cuyas casas se sostienen sobre un alfaque o barra –formación de tierra o arena en la desembocadura del río–.

Ahora sus habitantes se reúnen al anochecer a ver películas, documentales y videos, en el pequeño ranchón a la entrada del puente sobre el río homónimo, donde un haz de luz alumbra un enorme «Gracias Fidel» y otro inmenso «Gracias Raúl».

Durante el día los artistas recorren otras localidades afectadas regalando flores a las mujeres a cambio de sonrisas y abrazos.

«La gente agradece, sin necesidad de palabras, el cariño humano. Se contagian de entusiasmo cuando ponen en los carros, guaguas y ambulancias la imagen de la bandera cubana. Agradecen la posibilidad de contar sus historias, de ser escuchados y, a su vez, ser alentados por esta oleada de arte que pone mensajes de amor y esperanza por todas partes. El pueblo cree en la Revolución y así lo sienten y lo defienden en cada espacio y oportunidad que se presenta», aseguró Leysi Rubio Arevich, periodista de Kcho Estudio Romerillo.

El poblado de Asunción, en Maisí, se convirtió por estos días en el nuevo foco cultural de la Martha Machado, y sus pobladores en los protagonistas de la alegría que inundó el lugar donde apenas unos días atrás, solo alumbraba la luz de las estrellas en el cielo.

«Nuestra labor apenas comienza en este territorio. Los planes son enormes: construir una carpintería en Yumurí, donde se produzcan alfajillas para los techos de los damnificados; hacer cumpleaños colectivos para todos los niños de la zona; crear talleres de artes plásticas en las comunidades; llevar a las escuelas la técnica del grabado mediante la Prensa Callejera; trabajar, trabajar y trabajar, hasta devolverle a toda Baracoa la alegría y la esperanza que necesitan y, por demás, merecen», anunció Rubio Arevich.

Además, agregó, en estos momentos la Brigada trabaja de conjunto con la Casa de Cultura de Baracoa, en un llamado a los artistas aficionados del territorio para mantener una programación cultural sostenida durante toda la semana en los lugares ya recuperados. Su intención es crear espacios habituales que satisfagan los gustos variados de los guantanameros.

La sonrisa de la gente constituye el fin máximo de los artistas quienes recorren las localidades más orientales del país regalando flores a sus mujeres.

En estos momentos la Brigada tiene instaladas carpas en las localidades de Baracoa, Yumurí y Asunción, en Maisí.

Desde la llegada de los artistas al territorio las noches son motivo de alegría para muchos guantanameros, quienes se reunén para ver materiales audiovisuales en las zonas adaptadas para ello.

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