Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El espejo de la Revolución

¿Qué significa para ti el Primero de Enero?, invitó a responder Juventud Rebelde a través de un foro en línea abierto en nuestra página web

Autor:

Yisell Rodríguez Milán

Establecer contacto, debatir, interactuar... Eso buscábamos cuando, este diciembre, abrimos en la web de JR un foro especial. Queríamos saber cómo sienten los jóvenes cubanos el Primero de Enero, porque esa generación que habita en las redes sociales y ha hecho de los blogs pequeñas y ardientes plazas para polemizar, tiene una manera de ver la realidad que revela las formas en que la Revolución caló en las familias de Cuba.

En muchas opiniones recibidas hay un argumento común: este del nuevo año, será el primer amanecer de enero de la Revolución sin Fidel. La conciencia del hecho, más que reducir fuerzas —dicen los foristas— inspira a seguir adelante, defendiendo sus ideas.

Una palabra

La palabra más repetida en el debate, después de primero y enero, fue el nombre del Comandante en Jefe. La impronta del hombre que reivindicó a Cuba tras siglos de ignominia, se sintió a través de los más de 30 comentarios recibidos y algunos correos electrónicos.

Foto: Franklin Reyes

A Pedro Guerra, por ejemplo, esta fecha le recuerda que    «Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas…», palabras con las cuales se comprometieron millones de cubanos y cubanas hace poco más de un mes.

Tania Ramírez asocia esta fecha con la justicia social «que tanto anhelan otros en el mundo», con la victoria sobre la opresión, el hambre, el analfabetismo y la prostitución existentes antes de 1959 y que fueron eliminados por el líder de la Revolución cuando liberó al pueblo de lo que implicaba ser el patio trasero de Estados Unidos.

Roberto Conde, sobre el asunto, escribió: «Para mí es otra fecha del almanaque en que cumplo años. Es la que me confirma que nada fue en vano».

Ernesto afirma que es la continuidad del sueño de quienes nos legaron este modelo de sociedad; Asael lo ve como una jornada de honor y gloria; y Olegario explica que, aunque siempre esa hora de cruce entre lo que se va y lo que viene genera emociones en cualquier latitud, «en nuestro caso, reviste un carácter histórico y social en tanto coincide con el día en que la Revolución derrocó a un tirano que desangraba al país, especialmente a los jóvenes…».

Esperanza Bulguera repitió lo que tanto escuchamos de la voz de millones de cubanos entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre del 2016: «Yo soy Fidel», y acompañó su expresión con el deseo de «apoyar con convicción revolucionaria cada orientación que emita la dirección del país en beneficio del pueblo cubano y que sea solidaria con los demás países».

El año que comienza

Así como no faltaron buenos deseos para la Revolución Cubana, llegados incluso desde Brasil y Venezuela, tampoco escasearon los testimonios de quienes, desde historias personales, expresaron su sentir.

Rosa Rodríguez, una apasionada de la web, compartió con JR: «Toda la semana de duelo por Fidel, las redes sociales se me llenaron de amigos que habían cambiado sus fotos de perfil por una imagen del Comandante, y no sé por qué imagino que este inicio del 2017 también tendrá esa dimensión en internet».

De su familia habla Alejandro, quien destaca en un brevísimo post los valores de sus progenitores. Familias como la suya agradecen al Gobierno Revolucionario el acceso a la educación y la salud gratuitas, y la posibilidad de convivir como parte de un sistema que no    estimula la división por clases sociales, ni la discriminación, ni la injusticia.

Daniela, una joven madre, comenta a propósito: «Esperar  las 12 de la noche del 31 de diciembre y felicitarnos mientras se escuchan las notas de nuestro Himno Nacional es una de las tradiciones más bonitas y de las que más me emocionan. Todo eso y más intento transmitirle ahora a mi hijo de nueve años, porque a las nuevas generaciones corresponderá continuar ese legado heredado por sus bisabuelos, abuelos y padres», dice.

Pero nadie como Yoenis para saber cómo siente un joven     cubano el Primero de Enero   porque, justo ese día, es su cumpleaños. O Anáili Suárez, quien contó en el foro que en esta fecha celebrará el 70 onomástico de su madre, quien le inculcó el amor que siente por la nación.

Un momento «de aperturas, de comienzos y recomienzos, de plantearse nuevos retos teniendo en cuenta lo logrado en el pasado y lo que queremos del futuro», dice la usuaria Camila Fonck que es la mejor manera de describir este momento a medio camino entre lo que fue y lo que será.

No faltarán, en estas primeras jornadas, quienes también hagan listas de lo que desean para los próximos 365 días.

Ángel, a propósito, comenta que celebrará más que el inicio de un nuevo año, el hecho de que nuestro archipiélago sea un símbolo de libertad para el mundo.

Mientras que Amiel hace una suerte de «inventario». Hay, dice, que estar donde haga falta, superarse, estudiar, trabajar, hacer bien las cosas, preservar y cuidar lo que tenemos, ahorrar los recursos, combatir lo mal hecho, pensar en el futuro, sembrar para recoger, ser cubano y, ante todo, revolucionario.

Cerramos con Iris, a quien imaginamos joven aun cuando pueda no serlo (esos son los enigmas de la digitalidad). Ella, recordándonos aquella frase del Che cuando dijo «Seamos realistas, hagamos lo imposible», posteó en nuestra web:   «El Primero de Enero de 1959 fue el inicio de una epopeya humanista que enorgulleció a Cuba para siempre. Vivimos los primeros años de romance revolucionario. Fuimos campánula florecida de sueños. El aire se llenó de esperanzas por cumplir, y de ganas de hacer. El mundo nos miró con un poquito de envidia de tanto ensueño. Era el tiempo de nacer».

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