Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Abrazar el cambio desde las ideas más sencillas

Es la hora de luchar, de pelear, de no dejarnos vencer, de tener fe infinita en la victoria, como nos enseñó Fidel. A ello apostará siempre la UJC, dijo a Juventud Rebelde Susely Morfa González, primera secretaria de la organización

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Cincuenta y cinco años después de aquel 4 de abril fundacional, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) sigue latiendo junto al país y ha apostado por espacios que garanticen la participación consciente y real de las nuevas generaciones.

Esa convicción acompaña los festejos por la fecha, asegura Susely Morfa Gonzalez, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC. Lo dice sin vacilaciones, aun cuando sabe «que la organización tiene que seguir haciendo propuestas atractivas, frescas, creativas, sumando ideas, alegrías y voluntades».

—A sus 55 abriles y en una sociedad cada vez más heterogénea, ¿cómo la UJC puede ser una organización que representa a los diversos sectores juveniles?

—La UJC es la organización de vanguardia de nuestra juventud. En ella militan jóvenes que a partir de sus condiciones morales y sus más altos valores humanos y revolucionarios se destacan en el estudio, el trabajo y la defensa de la Patria. Su ingreso parte de la disposición individual y consciente de ser parte de esa avanzada que está en todos los ámbitos sociales, económicos y políticos de nuestro país.

«Pero, sin duda, la misión es más amplia y está bien explícita en el artículo 6 de la Constitución de la República. Tenemos el deber de influir, atender, compulsar y acompañar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Por tanto, para representar a los diversos sectores juveniles, la UJC tiene que ser inclusiva, creativa, conseguir que los jóvenes participen activamente en los procesos de nuestra sociedad, influir en su formación, convocarlos, escucharlos y conocer sus preocupaciones y tenerlas en cuenta.

«Eso lo tratamos de articular de conjunto con las organizaciones estudiantiles y los movimientos juveniles. Diversos han sido los espacios creados para ir logrando  esa atención, y las conexiones necesarias son muestra de ello. Destacan, por igual, los proyectos de intercambio de experiencias en centros con alta concentración de jóvenes, la realización de activos en distintos sectores, los encuentros con líderes de base, la revisión con los ministerios y administraciones de sus problemas y de cómo seguir acompañando sus proyectos de vida después de graduados.

«La clave ha estado en influir directamente en la base, hacer que funcionen nuestras estructuras en todos los niveles; en participar y hacer propuestas en diferentes espacios de toma de decisiones en el país, así como en representar a su generación joven en comisiones estratégicas en los municipios, provincias y nación, logrando canalizar e impulsar las preocupaciones de nuestros jóvenes y todos sus aportes en función del objeto social de su centro».

—¿Qué significa para la UJC ser la organización juvenil del Partido Comunista de Cuba y la principal cantera para el ingreso a sus filas?

—Para nuestra organización es un orgullo, un alto y profundo compromiso esa misión. Tenemos la responsabilidad de garantizar la continuidad de nuestro invicto Partido, y nutrir sus filas no solo de juventud, energía y espíritu creador, sino de hombres y mujeres comprometidos con su historia, sus esencias fundacionales, sus retos actuales; de hombres y mujeres que prestigien las filas, porque ante todo son ejemplos en su colectivo y tienen una alta fidelidad a la Revolución.

«No hay otro requisito que el del compromiso y su ejemplaridad constante en su labor diaria como trabajador o estudiante. Por tanto, se trabaja intencionadamente en que nuestros militantes conozcan la historia del Partido, en darles tareas que aporten a su formación integral, en educarlos con una alta responsabilidad y conciencia de que pertenecerán a la organización que guía la Revolución».

—¿Qué implica el trabajo político en una sociedad más conectada, dada a las redes sociales y en medio de los enormes desafíos que vivimos? ¿Cómo hacerlo?

—Las presentes y futuras generaciones ya vivimos intensamente un alto desarrollo de las tecnologías de la información y la  comunicación, aspecto que le aporta al desarrollo del conocimiento, a la preparación y formación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Sin embargo, en muchos sitios las mismas han sido utilizadas para desarrollar guerras mediáticas y campañas subversivas contra las naciones. Igualmente las utilizan para circular contenidos llenos de banalidad, que no forman valores morales en un ser humano y que incitan al sensacionalismo, mercantilismo, e incluso a hábitos nocivos y violentos. Bien lo sabemos los cubanos y en especial sus jóvenes.

«En este nuevo escenario no es inteligente ni razonable prohibir. Lo más sensato es preparar a nuestra juventud y advertirla de estos fenómenos, así como cultivar y fomentar en ella la historia de la Patria. Es importante reforzar la unidad y la construcción colectiva de nuestro desarrollo económico y social como se hizo en el 7mo. Congreso del Partido, y hay que alertar qué significaría para los cubanos no cuidar la Revolución, que es regresarnos a un pasado lleno de oprobio.

«Para lograr esos propósitos la organización ha estimulado el debate con temas de actualidad en los espacios donde se desarrollan las nuevas generaciones, se impulsan proyectos hacia el conocimiento de nuestra historia, como rutas, excursiones, acampadas…, se realizan los campamentos de verano en los meses de vacaciones como una opción de intercambio, aprendizaje y recreo, y tienen lugar diplomados de participación y liderazgo, impartidos por el Centro de Estudios sobre la Juventud.

«Se trabaja en el conocimiento y divulgación de la historia del movimiento juvenil revolucionario, y en la consolidación de los valores culturales; se han realizado suplementos de prensa especiales para el debate con los jóvenes, acompañados de soportes audiovisuales. Existe una presencia activa y masiva en las redes sociales desde las experiencias individuales y colectivas, así como una campaña comunicacional dirigida a divulgar y expandir todo lo que se realiza.

«La UJC también está conectada y cuenta con una página web, un blog, desarrolla forodebates y ha logrado concretar aplicaciones para móviles; entre estas se destaca la relacionada con el Reglamento y la historia de la UJC y estamos culminando otra con los acuerdos del 10mo. Congreso. Se trata de trasladar nuestro mensaje, nuestro quehacer verdadero y revolucionador, y de participar activamente en el debate por nuestra Revolución, que es nuestra obra más preciada».

—Mucho ha insistido la UJC en esa misión de canalizar y representar los intereses de todos los niños, adolescentes y jóvenes, ¿qué retroalimentación tienen ustedes como dirigentes si eso ocurre realmente?

—El 10mo. Congreso marcó un método de trabajar y hacer acciones y actividades con alto carácter de participación, sumando a los jóvenes sin dogmas, siendo alegres, pero profundos, y preparándonos más para el presente y futuro de la Patria desde lo que le corresponde a cada joven. La Conexión necesaria, Plaza joven, los espacios y proyectos en la comunidad, así como la realización de activos y encuentros con jóvenes en los diferentes sectores de la economía, fueron y son espacios legítimos, útiles y renovadores que permiten esa retroalimentación.

«Sabemos de eso cuando las autoridades administrativas y ministerios en el país nos hablan de las propuestas de sus jóvenes y entre todos hacemos un análisis de cómo atenderlos. Además, existe un sistema de encuentros para darles seguimiento a sus preocupaciones. Se participa en consejos de dirección, despachos conjuntos, recorridos y encuentros con los jóvenes; el Buró Nacional y los dirigentes juveniles tenemos constantemente visitas a centros de la producción, la docencia y los servicios, para dialogar y compartir criterios y experiencias.

«Igualmente nos encontramos todos los años con los secretarios generales de comités de base del país y es un intercambio profundo y estratégico el que se logra a partir de escuchar cómo la organización funciona en cada lugar, y qué preocupaciones o aspectos se necesitan impulsar para nuestros jóvenes. Este año se desarrollarán, por ejemplo, importantes procesos como el activo en los sectores del Turismo y la Salud. Escuchar los criterios en cada uno de los sitios nos permite esa retroalimentación».

—La necesidad de una organización más moderna, auténtica y propositiva es esencial para los tiempos que vivimos, ¿cómo lograr esa premisa?

—Ello se logra sumando ideas, contando con el criterio, el aporte y las disímiles experiencias que tienen los jóvenes en el país. Además, siendo una organización fresca, renovadora en su estilo y proyección de trabajo, teniendo los códigos comunicativos de nuestros jóvenes y valorando su trabajo y aporte a la sociedad. Hay que ser dinámicos, creativos; abrazar desde las ideas más sencillas el cambio, pues solo así se podrá motivar, convocar y generar ideas… en esta época.

«Eso hemos tratado de hacer en todo este tiempo, con los oídos y las manos pegados al sentir de nuestros jóvenes. Hemos involucrado a nuestra juventud en tareas concretas de la sociedad, la hemos motivado con proyectos recreativos, culturales, audiovisuales, que contienen historia, cubanía, valores, aunque debemos seguir trabajando en esa dirección. Es necesario que toda la juventud sienta el deber de sostener el presente y construir el futuro».

—Decía Julio Antonio Mella que la hora es de lucha, de lucha ardorosa. No es utopía de locos o fanáticos, es conquistar el próximo paso de avance en la historia. ¿Qué significa para la UJC esta hora de lucha?

—No olvidemos que Mella, Camilo y el Che son símbolos de esta juventud, y sus ideas cabalgan junto a nosotros en cada tarea que asumimos. Entendemos que esta hora de lucha significa ser protagonistas de todas las misiones de nuestra Revolución, y aportar desde el estudio, el trabajo y la defensa de la Patria nuestros mayores esfuerzos, los más altos valores patrióticos y humanos, y seguir más unidos con la guía imperecedera de nuestro Partido, el cual lucha y luchará junto a nuestro pueblo y sus jóvenes por hacer irreversible el proceso revolucionario cubano y el sistema socialista.

«Esta hora de lucha representa enfrentar desde las ideas y la acción a los enemigos de la Revolución, que intentan que olvidemos nuestra memoria histórica y la heroicidad de este pueblo y su juventud en todos los tiempos. Significa respetar nuestros símbolos patrios y estar orgullosos de la dicha de vivir en esta Isla llena de sueños, realidades y conquistas, en la cual su juventud es la más beneficiada y la más comprometida.

«Todo ello solo es posible siendo firmes con el encargo que patentizó este pueblo en multiplicar el legado y el accionar de nuestro Fidel, así como su apego al concepto de Revolución. El líder histórico ha partido a la eternidad, y en sus ideas y accionar tiene la UJC trascendentes armas para desarrollar su labor. Es la hora de luchar, de pelear, de no dejarnos vencer, de tener fe infinita en la victoria como él nos enseñó. A ello apostará siempre la UJC».

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