Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Quince modos en que los jóvenes pueden (o quieren) cambiar su mundo

Algunos lo pintan de imposible; otros lo ven al doblar de la esquina. ¿Hasta dónde llega la capacidad de soñar  y transformar de la juventud cubana, cuya organización de vanguardia este martes se vistió de cumpleaños?

Autor:

Susana Gómes Bugallo

¿Qué haces todos los días para cambiar el mundo, la sociedad o tu entorno más cercano? Si lo que transformas es la galaxia, puedes confesarlo también. Con esta provocación salimos a las calles, intentando que los jóvenes participaran de un diálogo a mil voces por estas jornadas de aniversario de la organización que los convoca. Con algunos logramos las confesiones; otros se reservaron sus sueños. Y hasta hubo quienes prefirieron responder que nada, porque con su esfuerzo no mueven mucho.

Así de variopintas son las ideas y las posibilidades de hacerlas realidad. Pero con el empeño y la participación de la mayoría, siempre se puede. Para que te sumes a esta conversación sin fin, compartimos 15 de los modos en que los jóvenes pueden (o quieren) cambiar su mundo. Si estás leyendo estas líneas, anímate a compartir con Juventud Rebelde tu «agenda de trabajo» en ese propósito. Si quieres, puedes llegar hasta 55 ideas… para estar a tono con el aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas. Nosotros compartimos 15… para empezar.

1-) Influir: No creo que todos los días sea posible hacer algo para cambiar la realidad, pero cada uno desde su rol social puede influir, aunque sea un poco, en el comportamiento propio y en el de los demás. Por ejemplo, desde la profesión, es bueno tener posiciones flexibles ante las situaciones difíciles, pues a veces las personas toman decisiones apresuradas porque están agobiadas. Trabajo en un centro cultural al que llegan muchas personas pidiendo información, y debo atenderlas con la mayor disposición. (Diane Sariol, trabaja en Casa de las Américas)

2-) Embellecer: Dejamos listos todos los parques para que las personas se sientan cómodas cuando estén allí. Cambiamos el entorno, quitamos los basureros y eso se agradece mucho. (Yamil Bejerano, trabajador de Servicios Comunales)

3-) Inspirar: Lo primero es cambiar yo. Para cambiar el mundo, se empieza por uno mismo. Ahora estoy estudiando y en algún momento le aportaré algo a la sociedad si soy útil. (Osmany Díaz, estudiante de Bioquímica). Dice alguien que el mundo se cambia con el ejemplo, no con la opinión. (Alejandro García, estudiante de Historia)

4-) Transformar: Trato de variar la jornada. Quito lo que no me gusta y acepto lo que me gusta. Si hay cosas que me disgustan, las aparto. Veo lo positivo y trato de ser optimista. (Yuniel Gómez, trabajador por cuenta propia)

5-) Sanar: Cumplo con lo que debo cumplir y me exijo más cada día como profesional. La sociedad necesita la labor de los trabajadores de la salud y de todos, porque cada uno cuenta y es importante en lo que realiza. Siempre es bueno saber de todo para entender mejor el mundo. (Cesianna Thompson, doctora)

6-) Servir: Me gusta ser útil a la sociedad y trabajar mucho. Me gustaría que el entorno urbano estuviera más limpio; eso no se ha logrado aún. (Daniel Deprés, ayudante de cocina)

7-) Polemizar: Quisiera poder tener un perfil político en mi profesión cuando me gradúe. Ese sería mi modo de cambiar el mundo. (Masiel Pérez, estudiante de Filosofía)

8-) Trabajar: Le traigo alegría a las personas porque cuando se les da un servicio de calidad el cliente se siente feliz, y ese es un modo de cambiar la vida de los demás y la mía, porque para mí es satisfactorio hacer bien mi trabajo. (Erick Leyva, trabajador de la electricidad)

9-) Bailar: Bailar ha cambiado mi vida porque me aleja de cualquier ambiente que no sea sano y vuelve una mejor persona. Las personas que me ven se ponen contentas y me alientan a seguir. Siento que cambio también sus vidas. (Lázaro Leonel Ortiz, bailarín en el Teatro América)

10-) Estudiar: Creo que estudiar es un buen modo de cambiar la sociedad, sobre todo cuando vemos las dificultades de la formación porque, con el auge del cuentapropismo, muchas personas están dejando la universidad y optan por el trabajo inmediato. Lo más importante en esta etapa es el estudio y la superación profesional. Eso lo hago por mí y por mi sociedad. Porque no solo hacen falta camareros, también se requieren filósofos e ingenieros. (Rocío Montes, estudiante de Historia)

11-) Entretener: Para cambiar mi día, salgo, paseo y comparto mucho con mis amigos. Soy muy divertida y tengo compañeros de trabajo que son maravillosos. Siempre inventamos en qué entretenernos, porque son muchas horas de trabajo. La pasamos muy bien y siempre tenemos algo nuevo. (Ada Naranjo, labora en el Café Presidente)

12-) Comprender: Estamos preparándonos para entender el país y poder ayudarlo en el futuro. Primero hay que comprender los problemas actuales, para luego proyectarse hacia el futuro, porque si uno no comprende dónde vive, no podrá hacer nada por cambiarlo. Por eso me interesan mucho los problemas sociales, de estructura, las relaciones de poder y cómo contribuir a una sociedad más democrática y participativa en la que la inclusión social sea aún mayor. (Melina Iturriaga, estudiante universitaria)

13-) Complacer: Siento que cambio el mundo porque los muebles y los materiales de construcción que vendo hacen que las personas modifiquen su entorno y embellezcan su casa. Lo que más me gusta de mi trabajo es cómo queda la gente después de que termina de arreglar su hogar. (Alfredo Miyares, artesano)

14-) Aconsejar: Me gusta dar consejos y ayudar a mis amigas. También contarles mis experiencias para que no cometan errores. Además, soy miembro de la FEU, y trabajamos por marcar la vida universitaria y transmitir mensajes a todos los jóvenes. Como abogada, me gustaría dedicarme a la asesoría jurídica, por todo el proceso de inversión extranjera que se está fomentando y para el que Cuba requiere profesionales preparados. También me apasiona la política internacional. (Marian Cordero, estudiante de Derecho)

15-) Y tú, ¿qué haces o qué quieres hacer para cambiar tu mundo?

 

¿Hasta dónde podemos llegar?

«Existe un grupo de jóvenes que siente que su espacio de acción es limitado y que lo único que pueden hacer es cuestionarse las cosas. Están más centrados en el debate, en qué está pasando y cuánto los impacta. El qué pueden hacer está relacionado con debatir con mucha criticidad, algo que resulta bueno... aunque esas inquietudes no pasan por ellos mismos, sino por lo que está afuera, y no se preocupan por cuánto pueden hacer para cambiar eso, sino por reconocer cuánto pueden hacer otros que toman decisiones, como si no fuéramos parte de ese otro.

«Todavía hay distancia perceptual entre lo que uno puede hacer y lo que realmente hace, por la perspectiva de que son otros los que toman decisiones. Hay jóvenes que están llegando al debate por opinar y defender una visión, se sienten partícipes de algo que ya se hizo, y en función de eso, critican.

«Tenemos la responsabilidad de cuestionarnos sin perder nuestra identidad. Hay que tener cuidado con tratar de importar soluciones en problemas que tenemos, porque debemos pensar en qué podemos hacer para no abandonar nuestra cubanía. Lo que está fuera nos puede ayudar y servir de referente, pero no puede atentar contra lo que nos identifica.

«La Sicología como profesión apuesta por la capacidad del ser humano de cambiar su entorno, porque este tiene todas las potencialidades para esto, si no está ajeno a la sociedad. Por eso la Sicología tiene la responsabilidad de empoderar a los jóvenes para que sepan que los responsables del futuro son ellos. Hay que responsabilizarse con el proyecto propio y social, cambiándose primero a sí mismo y reconociendo su pasado, y la capacidad de cambiar el futuro de su sociedad. (Yisel Quintosa Pueblas, profesora de Sicología Educativa en la Facultad de Sicología de la Universidad de La Habana)

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