Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

«Quisiera ser el que arranque la planta»

En medio del agua y los vientos del huracán Irma, un joven salió a cumplir su deber con la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, para evitar un desastre mayor

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— Brayan se levantó temprano, como de costumbre, para abordar el ómnibus que lo lleva a la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras. Era viernes. En la ciudad de Matanzas había amanecido con sol; no parecía que el huracán Irma acechara con sus garras destructivas.

Allí, en la CTE, él es operario. Tres años atrás se graduó de técnico en Termoenergética. En el transporte hablaron de Irma, del último parte meteorológico, de los daños ocasionados a la cayería norte… Al llegar, cada uno se apresuró para ir a su puesto y relevar a sus compañeros. Había tensión, todo indicaba que en las próximas horas habría sorpresas por el oleaje intenso que rompía contra el arrecife y los rompeolas protectores. Pero en otras ocasiones esas estructuras habían soportado los embates de las marejadas, así que prensaron que esta vez no sería la excepción. La planta estaba sincronizada, el ruido común de la maquinaria se unía a algunas ráfagas de viento.

«Mi brigada entró el viernes por la mañana y el sábado nos tocaba el turno de la noche, pero como las condiciones del tiempo estaban tan malas, seguimos corrido, viernes, sábado y domingo; el sábado se orientó que no transitaran vehículos por la calle y     que los turnos siguieran para evitar accidentes».

Brayan tiene una niña, Amanda, de cuatro años, y mantuvo comunicación todo el tiempo con su familia, a pesar de las inclemencias del tiempo: «Hubo un momento en que se cortaron las líneas telefónicas, pero al rato volvieron a restablecerlas», recuerda.

«Difícil fue disparar las bombas del patio: al dispararse el bloque, el combustible sigue recirculando; entonces tienes que disparar las bombas y cerrar la línea que va para la caldera para que no pase más combustible. Bajo la lluvia y el viento salí al patio a hacerlo. El jefe de turno estaba en desacuerdo con que fuera, para cuidarme, porque había mucho aire, las condiciones eran muy malas.

«Le dije: “Voy; tengo que ir”, me lancé a correr y disparé la bomba. No era cerca, después que bajas las escaleras son como 500 metros; fui con el overol empapado, no pensé ni en ponerme la capa para la lluvia; era una decisión rápida. Si no se cerraba, se podía reventar una línea y ocurrir un derrame de petróleo, con todas las consecuencias que eso provocaría. Fue algo un poco temerario, pero necesario».

—¿Ese fue el momento más difícil?

—Lo que más me impresionó fue apreciar la planta destrozada. Nunca antes había visto algo así. Queremos este centro, lo cuidamos, entonces fue un golpe duro para todos. Aquí hay muchos jóvenes, más de 200; somos los que operamos la planta, los que tocamos con la mano los equipos, y nos fue un poco más difícil que a los demás superar este impacto.

—¿Sufres?

—Mucho, no te imaginas cuánto. Primera vez que veo el tiempo tan malo, las marejadas, la cosa se puso fea de verdad. Fue una experiencia dura, y más duro aún ver la destrucción que nos dejó el huracán. No es fácil para nosotros que cuidamos la termoeléctrica como a un niño chiquito, verla de pronto destruida; pero puede escribir que todos trabajamos para sacarla pa’lante en el menor plazo posible; de eso puedes estar seguro.

Brayan Piloto Aguiar, con 21 años, operador B de caldera y patio de combustible en la CTE y secretario del comité de la Unión de Jóvenes Comunistas en el centro, no anda cabizbajo ante esta embestida de la naturaleza; todo lo contrario, lo vemos en constante movimiento, sin perder un minuto, junto con otros jóvenes que saben lo que significa que la Guiteras esté fuera de    servicio.

—¿Cuál fue la actitud de los jóvenes ante esta catástrofe?

—Queríamos ir adelantando, pero las condiciones no nos dejaban; y al ver la casa de circulación de agua de mar destrozada no se podía hacer nada más.

«El lunes por la mañana movilizamos a todos los jóvenes de la planta, 210 en total; les dije que era un momento difícil y todos se tiraron para el campo a trabajar duro, de siete de la mañana a siete de la noche. Recogiendo basura, limpiando los equipos, dando mantenimiento, en lo que fuera. Se acordó sacar todos los escombros de la bomba de circulación, dejar todo limpio, y arrancar la planta en cuanto se pueda.

La casa de circulación de agua de mar de la CTE Guiteras fue severamente dañada por el huracán. Foto: Bárbara Vasallo /ACN

—¿Cómo ha influido en tu personalidad la CTE?

—Vine desde jovencito, con apenas 18 años, pero me encaminé rápido porque el régimen aquí es de mucha disciplina, responsabilidad y todos los compañeros nos ayudamos; los de más experiencia te apoyan mucho.

—¿Cómo te vas a sentir cuando arranque la planta?

—No te puedes imaginar; esa será tremenda alegría. Quisiera ser el que arranque la planta.

—¿Y tienes esa posibilidad?

—La he arrancado en otras ocasiones. Esa es una responsabilidad tremenda, pero no sé quién lo hará; es por turnos, será al que le toque ese día.

—¿Cómo se arranca una planta como esta?

—No es fácil. Implica un gran proceso. Después que la planta empieza a rodar turbina, se buscan los parámetros y es cuando empieza a generar. Esta vez será especial para todos nosotros y para el pueblo.

 

La recuperación en el país marcha bien

VARADERO, Matanzas.— La recuperación en el país marcha y marcha bien, dijo el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, luego de un recorrido este lunes por la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras y por la península de Hicacos, donde apreció cómo se labora en el proceso de recuperación tras los daños ocasionados por el huracán Irma.

«La Guiteras tiene un programa con una fecha y se va a cumplir, el 22 o 23 de este mes se empezará a mover la planta para que haya presencia de megawatts en su línea», afirmó el también miembro del Buró Político.

«Ha sido una tarea heroica e inmenso el trabajo de los compañeros, de los operadores de equipos, que trabajan de una manera excelente y con una eficiencia envidiable», comentó. Hay que sentirse orgullosos de los trabajadores que han estado en esta tarea y de los jefes que han organizado, ordenado y controlado la ejecución de la reconstrucción».

También expresó que a través de los videos y en sus recorridos ha visto el nivel de destrozo en la CTE y cómo se ha avanzado en la recuperación.

«De cuando vinimos la primera vez, a este lunes, hay que decir que el cambio es notable, sobre todo en la limpieza. Ya se han sacado 10 000 metros cúbicos de escombro, pero todo ese material hay que romperlo, moverlo y sacarlo; eso se dice fácil, sin embargo, conlleva mucho trabajo», sostuvo en diálogo con la prensa.

«En sentido general el país avanza y las cosas van marchando. Los centros de trabajo, de servicio, el comercio, la salud pública… se han recuperado de forma rápida; el sistema de salud, aunque no ha recuperado totalmente sus instalaciones, no ha dejado de prestar atención a la población», dijo Valdés Menéndez.

Exaltó la labor desplegada por los compañeros de la Defensa Civil y sus centros de mando provinciales activados desde la fase informativa hasta la actualidad, y cómo han organizado y controlado el trabajo en cada etapa, sobre todo en la recuperación, cuando las tareas son grandes como grandes fueron los daños.

Ramiro Valdés conversó en el hotel Arenas Blancas con el titular del Turismo, Manuel Marrero Cruz, y otras autoridades del sector; se le dio a conocer, además de detalles sobre la marcha de la recuperación en Varadero, que el balneario mantiene su vitalidad y estará listo para el 15 de noviembre. Actualmente el polo acoge a 4 500 vacacionistas extranjeros y 1 500 nacionales.

El Comandante de la Revolución señaló que hay un programa de recuperación de las instalaciones perdidas o dañadas y que en otros polos los daños han sido superiores, por lo que su revitalización demorará más. El cable soterrado de Varadero mostró ser una fortaleza ante el paso del huracán Irma, sostuvo.

Lo acompañaron Teresa Rojas Monzón y Tania León Silveira, presidenta y vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial, respectivamente.

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