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Aliuska Elizástigui Masó Autor: Leonel Escalona Publicado: 16/11/2017 | 10:46 am
Médicos de la provincia de Guantánamo realizaron con éxito la extracción de un fibroma gigante de útero presente en el cuerpo de la joven Aliuska Elizástigui Masó, reporta el semanario local Venceremos.
La joven, de 32 años y residente en Jamaica, municipio de Manuel Tames, tenía 22 semanas de embarazo cuando los doctores concluyeron que su estado físico, aunque concordaba con el de una gestante con exceso de líquido amniótico, embarazo gemelar o un feto muy grande de más de 4 mil 200 gramos, en realidad no era lo que parecía.
El especialista en primer grado de Ginecología y Obstetricia, Juan Fernández Masó, relata a la prensa que la muchacha fue remitida desde el área de salud por un presumible mioma o fibroma uterino. Los primeros exámenes realizados en el Hospital General Doctor Agostinho Neto también habían confirmado que presentaba disminución del líquido amniótico por debajo de los parámetros, lo cual imposibilitaba la supervivencia del feto.
Ginecólogos, cirujanos, urólogos, anestesiólogos, intensivistas y oncólogos, tras estudiarla un poco más, llegaron a la conclusión de que se trataba de un sarcoma del útero o cáncer uterino, que en quince días se desarrolló de manera exuberante. La masa tumoral era tan grande que comprimía el diafragma, uréteres y otros órganos vecinos, e inducía complicaciones respiratorias y renales, refiere Fernández Masó.
Era imposible salvar el feto, pero sí a la madre, razón por la cual, de común acuerdo con la familia, se procedió a este tipo de intervención quirúrgica, sin precedentes en Guantánamo.
Diez especialistas de diversas ramas de la medicina intervinieron en la compleja operación, que requirió medidas extremas ante la posibilidad de perder a la paciente por paro cardio-respiratorio provocado por efecto vagal (descomprensión brusca del abdomen) al ser extraído el tumor, detalla Venceremos.
Tras dos horas de cirugía, lograron sacar una masa de 10 kilogramos, aproximadamente 22 libras, «lo que debe pesar un niño al año de nacido y bien nutrido», señala la ginecóloga Gleydis Gámez Pérez.
Exámenes posteriores arrojaron que se trataba de un mioma o fibroma gigante de útero, ya en fase de putrefacción.
En declaraciones al medio, Aliuska señala que para ella comenzó una nueva vida, aunque perdió la capacidad de procrear. «Soy un milagro de la medicina cubana, sobre todo de la guantanamera», dijo.
