Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Murió peleando en la Sierra y vive en los corazones

El joven Ciro Redondo García fue uno de los grandes hombres constructores de la patria que hoy tenemos. A 60 años de su muerte en combate, su ejemplo aún nos habla

Autor:

Luis Hernández Serrano

Ciro Redondo García estuvo entre los cubanos menores de 30 años que siguieron a Fidel Castro en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, para acabar con la tiranía de Fulgencio Batista e impedir que el asesinato siguiera siendo un criminal oficio.

Él —como el joven abogado Fidel y sus compañeros— también fue juzgado y encarcelado; creían los opresores que así se arrepentirían de seguir el legado de José Martí.

Encerrado en el mal llamado Presidio Modelo, en la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), pensó también en el futuro, se preparó para pelear por la libertad más adelante y un día pudo salir del castigo con la frente en alto, sin haber pedido perdón a ningún tirano.

Inmediatamente después de ser liberado, Ciro se exilió en México, donde integró el grupo del Movimiento 26 de Julio que se entrenó militarmente para formar el primer contingente guerrillero con el fin de derrocar a Batista.

El 2 de diciembre de 1956 fue uno de los 82 hombres que se embarcaron en el yate Granma en un puerto de México para desembarcar en Cuba y abrir un frente guerrillero poderoso. Se halló entre los combatientes que lograron sobrevivir o no ser detenidos en la sorpresa de Alegría de Pío y se instaló en la Sierra Maestra, con el núcleo inicial del Ejército Rebelde.

Redondo actuó en los combates de La Plata, Arroyo del Infierno, Alto de Espinosa, El Uvero, El Hombrito, y otros. Debido a su valor y a sus condiciones de mando fue designado como uno de los cuatro lugartenientes de la cuarta columna (realmente la segunda) comandada por el Che Guevara, y alcanzó el grado de capitán.

Murió el 29 de noviembre de 1957 en el combate de Mar Verde, durante una emboscada. Póstumamente fue ascendido al grado de Comandante.

Meses después, cuando se organizó la octava columna al mando del Che Guevara con la misión de dirigirse hacia las montañas del Escambray, se le puso a esa fuerza su nombre, Ciro Redondo.

Sus restos mortales se preservan en el Mausoleo de los  Mártires de Artemisa. En 2011, Ciro fue elegido como Patriota Insigne de la recién creada provincia de Artemisa.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.