Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Alegría de Pío: El inicio de la forja rebelde

Esta es la historia de «la primera tristeza» en la inolvidable gesta dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro

Autor:

Luis Hernández Serrano

La expedición libertadora del yate Granma, cuyo desembarco el Che calificó  como «la aventura del siglo», tuvo su debut guerrillero de muerte el 5 de diciembre de 1956, hace 61 años, en un lugar de Niquero, Oriente, llamado Alegría de Pío.

A partir de ese instante pudo muy bien haberse denominado aquel suceso y su entorno, como el de «la primera tristeza» en la inolvidable gesta dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, porque allí murieron los expedicionarios Humberto Lamothe Coronado, del pelotón de la vanguardia, e Israel Cabrera Rodríguez y Oscar Rodríguez Delgado, ambos del pelotón del centro.

En su conocido libro Pasajes de la Guerra Revolucionaria, el Comandante Guevara escribiría del histórico acontecimiento: «Veníamos extenuados después de una caminata no tan larga como penosa. Habíamos desembarcado el 2 de diciembre en el lugar conocido por playa Las Coloradas (en realidad por Los Cayuelos) perdiendo casi todo nuestro equipo y caminando durante interminables horas por ciénagas de agua de mar, con botas nuevas. Esto había provocado ulceraciones en los pies de casi toda la tropa. Pero no era nuestro único enemigo el calzado o las afecciones fúngicas. Habíamos llegado a Cuba después de siete días de navegación a través del Golfo de México y del mar Caribe, sin alimento, con el barco en malas condiciones, casi todo el mundo mareado por falta de costumbre al vaivén del mar (...) Todo esto había dejado sus huellas en la tropa integrada por bisoños que nunca habían entrado en combate».

Sobre esta acción el Che apuntó: «Así fue nuestro bautismo de fuego (…) así se inició la forja de lo que sería el ejército rebelde».

 

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