Cuba ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en agosto de 1991. Defendió su informe inicial en 1997 y su segundo informe en 2011. Posteriormente, en 2015, defendió sus informes iniciales en virtud de los Protocolos Facultativos sobre participación de los niños en conflictos armados; y venta de niños, prostitución y pornografía infantil.