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Los dirigentes estudiantiles se prenunciaron por una FEU que sea sentida. Autor: Laura Borges Publicado: 27/01/2018 | 09:50 pm
Desde este sábado se abre una importante etapa para los integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria, con la aprobación, por su Consejo Nacional, del diseño político y la comisión organizadora de su 9no. Congreso.
Durante el último día de sesiones de dicho Consejo, que sesionó en la Universidad de Ciencias Informáticas, se conoció que la cita tendrá lugar en julio de este año y reunirá a 400 delegados y cien invitados de todo el país.
Fue consenso en el encuentro que el proceso del evento, desde la base, deberá abordar de manera crítica las insatisfacciones con el funcionamiento y el papel de una organización tan relevante en la historia cubana y cuyos líderes son ejemplo de consecuencia patriótica, conciencia social y lucha por la justicia y el bienestar de su pueblo.
El Congreso debe servir también para definir los retos y sueños de la organización en el nuevo contexto de la Revolución cubana y de perfeccionamiento del socialismo, adaptándolo a las circunstancias del siglo XXI.
Al destacar la trascendencia y el contexto en el cual se desarrollará el evento, Raúl Alejandro Palmero Fernández, presidente de la FEU, invitó a los estudiantes a analizar minuciosamente dónde están y hacia dónde van como organización, así como a discutir cuánto más hay que cambiar para que la Federación siga representado los intereses de todos y aportando de forma activa y consciente al desarrollo económico y social de la nación.
En el Consejo Nacional se explicó que la cita tendrá como escenario principal a la brigada en el mes de marzo, donde serán elegidos 60 delegados directos. Ello será antecedido en febrero por seminarios de preparación y la discusión del documento político, para garantizar el éxito del cónclave.
Se dijo, además, que uno de los propósitos del Congreso será actualizar los Estatutos y Reglamentos de la FEU, a tono con las nuevas características y transformaciones de la Universidad y nuestra sociedad, así como fomentar el desarrollo de actividades que tengan como esencia lo mejor de nuestras tradiciones históricas y culturales.
Para emprender todos estos desafíos, se destacó que Cuba cuenta con universitarios creativos, entusiastas, útiles, inteligentes y capaces de emprender, transformar, debatir y enfrentar las realidades de hoy.
Este será un congreso para ir a las esencias, apuntó Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido. Consideró que debe seguir consolidándose el permanente intercambio con los estudiantes, ese aprender a escuchar y saber debatir. «Iniciarán ustedes esta cita con mayor madurez, preparación y firmeza para continuar con una FEU aportando a la Revolución», destacó.
En la Brigada está el éxito
Una mirada hacia adentro, en la cual no faltó, por supuesto, el análisis del cumplimiento de los acuerdos del 8vo. Congreso, celebrado cinco años atrás, realizó también la organización en la reunión del máximo órgano de dirección entre congresos. El análisis partió del trabajo desarrollado en el primer semestre del actual curso escolar.
No pocas intervenciones de los integrantes del Consejo Nacional mencionaron el protagonismo de la Federación en la 11na. Comprobación Nacional al Control Interno, en las labores de recuperación tras el paso del huracán Irma, en las tareas de enfrentamiento a las ilegalidades e indisciplinas sociales, en las pesquisas e intervenciones comunitarias como parte de la campaña contra el mosquito Aedes Aegypti, así como en la tarea Educando por amor, que contribuye a aliviar el déficit de profesores en diversas provincias del país.
Necesitamos seguir trabajando en el acercamiento a las bases, apoyar en la transformación de nuestras comunidades y garantizar la formación en valores de la sociedad, a través de la cultura, la historia y el deporte, manifestó Yanet Pupo Estupiñán, presidenta de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín.
Su homólogo en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Danhiz Díaz Pereira, apostó por realizar campañas de comunicación más atractivas, por perfeccionar la labor como representantes de los estudiantes y aprovechar más estos espacios de debate.
Otros dirigentes destacaron que la FEU debe pensar en perfeccionar métodos de trabajo y romper esquemas, para que la organización sea sentida y vivida realmente por sus miembros y exista una mayor participación en las tareas de impacto social. Se dijo, igualmente, que hay que fortalecer el funcionamiento de la brigada, pues de ella depende el éxito, el futuro y la capacidad de renovación.
Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, convocó a los estudiantes a hacer las cosas pensando en la historia que ha forjado este país y en las realidades que está viviendo.
«No podemos hablar de una FEU inactiva, que no participa, que no es dinámica, que no está consciente del momento histórico, pero hay que pensar en cómo nuestros estudiantes se incorporan de manera masiva a todo lo que desarrollamos», analizó.
«Tenemos que llevar la información de este y otros espacios en los cuales participan los dirigentes estudiantiles hasta el último miembro de la organización, a la vez que tenemos que convertir a la brigada en el principal escenario donde el estudiante puede discutir y transformar», añadió.
Desde su perspectiva, si durante el proceso orgánico del Congreso la brigada no se siente parte, ni es el eslabón fundamental de cuanto se diseñe, el evento no tendrá el éxito que se busca.
Entre los temas en los que es preciso abundar, Tapia Iglesias mencionó continuar en la batalla por lograr mayor implicación en los procesos sustantivos que desarrolla la Universidad, colocar el estudio en el centro y actuar cotidiano de cada joven y explotar más la ciencia, la investigación y las nuevas tecnologías, no solo para ampliar los conocimientos, sino también para defender valores, crear conciencia y hacer frente a la subversión.
Se trata, abundó, de hacer mucho más con lo que tenemos, de ser sistemáticos, dar continuidad a los procesos y de seguir formando profesionales competentes y comprometidos con la Revolución y los destinos de su pueblo. No hay dudas de que los universitarios cubanos son un ejemplo para el mundo, reconoció.
A la última jornada del Consejo Nacional asistieron también José Ramón Saborido Lodi, ministro de Educación Superior, así como representantes de otros organismos formadores de los jóvenes universitarios.
