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Nuestra niñez vive en un país donde se respetan sus derechos. Autor: Laura Borges Publicado: 01/06/2018 | 11:59 pm
Cuando el bienestar pleno de los niños resulta una quimera para numerosas naciones, Cuba celebró este viernes el Día Internacional de la Infancia con encomiables resultados y el reconocimiento por la protección de sus menores. El amor, la ternura, el entusiasmo y la esperanza inundaron esta tierra, incluso en aquellos sitios donde la lluvia todavía sigue haciendo de las suyas.
Toda la Isla estuvo de fiesta y feliz, aseguró a este diario Aymara Guzmán Carrazana, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, quien agregó que sobran razones para ello, pues nuestro Estado no esperó por la adopción de ningún tratado o cumbre internacional para consagrar su voluntad de proteger a los más pequeños.
Esa idea, dijo, demuestra que se trata de un país donde no hay nada más importante que un niño y con ese propósito hemos trabajado. «Preservar nuestra infancia, brindarle oportunidades y posibilidades reales de inserción, y respetar sus derechos, es asegurar el futuro».
Esos sentimientos los vivió este diario en el parque La Herradura, en el municipio habanero de Boyeros, sede mayor de la fiesta por el Día Internacional de la Infancia. Allí decenas de niños y niñas de escuelas cercanas se reunieron desde bien temprano para cantarle a la vida y a esos derechos que hoy disfrutan.
Igual satisfacción se sintió al llegar al Palacio Central de Pioneros Ernesto Guevara, donde se inauguró la exposición anual de círculos de interés, una cita que desde ayer y hasta el próximo domingo invita a descubrir el fascinante mundo de las profesiones y los oficios, pues no hay nada más acertado que divertirse aprendiendo y aprender jugando.
Estas actividades son un pequeño botón de muestra de lo realizado en cada colectivo e instalación pioneril, hogares de niños sin amparo familiar, escuelas de formación integral, hospitales pediátricos o con salas especializadas en la atención infantil, así como también en círculos infantiles, centros recreativos, parques, plazas…
En cada sitio y festejo estuvo Fidel como inspiración, pues nos enseñó que siempre debemos pensar «en los niños de hoy, que son el pueblo de mañana». Quizá por eso nos pidió también que «hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra verdaderamente hermosa y verdaderamente útil».
