Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una fuerza con la que hay que contar

El trabajo conjunto, la labor creativa y la inquietud por ensanchar el accionar comunitario y social de las universidades han marcado la agenda de debates del 9no. Congreso de la FEU en varios centros de la Educación Superior

Autores:

Hugo García
Luis Raúl Vázquez Muñoz
Laura Brunet Portela

Días de debate, discusión y profundos análisis ha vivido una representación de los alumnos de las casas de altos estudios de buena parte del país en las últimas semanas, durante las asambleas 9no. Congreso de la FEU, que ahora se desarrollan a nivel de universidades. Se trata de un proceso que aúna la fuerza de la palabra con el interés por un activismo más dinámico y comprometido, en el que descuelle la audacia propia de la juventud.

Juventud Rebelde anduvo tras la pista de lo discutido en los territorios de Ciego de Ávila, Cienfuegos y Matanzas, y comparte algunos aspectos que matizaron estos encuentros, caracterizados todos por la profundidad de pensamiento y la responsabilidad de seguir haciendo por Cuba.

Vivir en la brigada

Dos buenas noticias, que benefician no solo a estudiantes de la tierra de la piña, trascendieron en las asambleas de las casas de altos estudios avileñas. La primera: el Ministerio de Transporte restablecerá el servicio para mover a los estudiantes residentes en Ciego de Ávila hacia las universidades de Villa Clara y Camagüey, algo que se había convertido en un reclamo del estudiantado, luego de eliminarse hace unos años debido a problemas con el combustible. Hoy quedan por hacerse los ajustes para el servicio de retorno en el territorio villaclareño y el agramontino.

Otra medida que se adoptará cumple también un planteamiento del alumnado universitario, y además de los profesores: consiste en estabilizar una ruta de ómnibus local hasta las 12:00 p.m., la cual permita el traslado hacia la sede de los estudiantes de Ciencias Médicas que finalicen sus actividades docentes en el Hospital Provincial. Esa misma línea posibilitará el movimiento de los muchachos hacia una de las sedes de la Universidad de Ciego de Ávila, distante nueve kilómetros de la capital territorial.

Pero estas noticias, que son gratas, no significan que los dos congresos de universidades celebrados en la provincia avileña —el de la Universidad de Ciego de Ávila (Unica) Máximo Gómez Báez y la de Ciencias Médicas doctor José Assef Yara— se convirtieran en asambleas de servicios. Todo lo contrario. Allí se habló y se cuestionó para que la FEU siga siendo una organización joven, para los universitarios y el pueblo.

En ambos eventos se realizaron planteamientos similares en cuanto a revitalizar y otorgarle una mayor jerarquía a la actividad científica que despliegan los jóvenes universitarios a través de los distintos movimientos existentes en el país. También se propusieron alternativas para que los presidentes de brigadas y del ejecutivo de la FEU conozcan los métodos de dirección y puedan emplearlos en su trabajo.

Pero, como se dice en buen cubano, «los pollos de los arroces con pollo» de ambos encuentros estuvieron en cómo dinamizar el trabajo de la brigada y extender los espacios de reflexión dentro de las universidades, además de profundizar en el conocimiento de la historia.

Ubaldo Espinosa, del 5to. año de Ingeniería Civil en la Unica, se refirió a que, además del país encontrarse en un nuevo momento de definiciones, se necesita revitalizar los espacios e iniciativas para que los estudiantes se encuentren con la historia. Algo similar se escuchó en Ciencias Médicas, donde una joven contó su experiencia de cómo se encontró información tergiversada sobre la Revolución Cubana en internet, cuando ayudaba a un familiar en un trabajo de clases.

Por ello, una de las propuestas fue organizar las visitas a centros históricos del país y la provincia, como la reedición del recorrido de las columnas del Che y Camilo. 

E incluso, extender el trabajo comunitario de las universidades en esos sitios y comunidades, donde en muchas ocasiones las tarjas y monumentos no son atendidos de la mejor manera.

A la polémica de si crear o no nuevos espacios, Roberto Mauri Cruz Santiestebán, de la especialidad de Derecho de la Unica, al igual que Beatriz Hernández y Frank Fernández, de Ciencias Médicas, señalaron que más allá de originar nuevos puntos de debate lo que se necesita es aprovechar los existentes.

Las jóvenes profesoras Heidi Doné Duarte y Yineyd González Rodríguez, invocando su sentido de pertenencia a la FEU, expresaron que la organización no puede descartar los espacios informales —incluidas las redes sociales—, donde se realizan los verdaderos intercambios de experiencias entre los jóvenes.

En diferentes momentos —tanto en la Unica como en Ciencias Médicas— los muchachos llamaron a vincular esos contactos con los trabajos comunitarios o proyectos de impacto, como ellos los llaman, con una particularidad añadida: que esos proyectos se realicen en lugares donde también se pongan de manifiesto los múltiples matices de la Cuba de hoy: casas de niños sin amparo familiar, escuelas de conducta o centros penitenciarios.

Raúl Alejandro Palmero Fernández, presidente de la FEU, señaló que muchos de los temas abordados en Ciego de Ávila —como el movimiento científico y el acercamiento a la historia— forman parte de las preocupaciones del estudiantado en el país. Al referirse a los espacios de participación recordó que la organización existe por sus miembros. «Un joven universitario —dijo— que no participa, allí la FEU está muerta con él; pero un joven que se involucra, pues ahí la FEU está viva».  

La «tempestad» más intensa

Cuando la reciente tormenta subtropical Alberto se hacía sentir en el centro del país, en Cienfuegos otra «tempestad» aún más intensa desafiaba la lluvia: la alegría y el entusiasmo de cientos de jóvenes que estaban en Congreso.

Aunque las universidades de Ciencias Médicas y de Cienfuegos (UCF) se orientan hacia áreas de pre y posgrado distintas, sus pupilos manifiestan inquietudes similares. Les interesa el funcionamiento de la organización, la docencia, el área investigativa y la extensión universitaria, pero sobre todo su papel en la continuidad histórica de la Revolución.

Entre los temas abordados se destacan la concesión de dietas para la participación en eventos, el irrespeto al convenio con el Ministerio de Transporte del cobro del pasaje al 50 por ciento, el vínculo con empresas y organismos para las prácticas preprofesionales y otros.

Los futuros galenos clamaron por su derecho a participar en pleno en las intervenciones comunitarias y a sistematizar estos proyectos en lugares apartados y de difícil acceso, donde pretenden realizar acciones educativas y de formación vocacional. El impacto de la UCF en asentamientos de la montaña, el apoyo institucional para tales fines y el ansia de que la universidad sea una escuela sin muros puso en pie a muchos.

Cada voz traía ideas propias que eran de todos. Hacia el micrófono avanzaban los «valientes», como los denominaban quienes permanecían en las filas. Pero en cada asiento reverberaba el apoyo a los criterios.

La inmovilidad también recibió críticas cuando reconocieron cómo se desaprovechan el espacio de la reunión de brigada y los turnos de debate y reflexión. «No hay que esperar a que nos llegue el orden del día de alguna instancia superior, cuando tenemos tantas cosas de qué hablar», dijo Marian Figueredo Rodríguez, presidenta de la organización en la universidad cienfueguera.

Yannara Concepción Domínguez, miembro del Buró Nacional de la UJC, el presidente de la FEU Raúl Alejandro Palmero Fernández, y representantes de estas organizaciones en el territorio, de las universidades y del Ministerio de Educación Superior, aclararon no pocas dudas respecto a lo que estipulan los planes de estudio, resoluciones, y cómo la FEU tiene voz y voto sobre estos particulares y debe hacer uso de ellos.

Asistencia, un tema al que asistir

El análisis de la asistencia libre a clases movió los debates del estudiantado matancero. Este asunto surgió a partir de un grupo de estudiantes miembros del Movimiento de Artistas Aficionados, a quienes se les dificulta justificar sus ausencias cuando intervienen en actividades extracurriculares.

Los implicados argumentaron que a veces brindan su arte en los consejos populares de Canímar y Carbonera, o en escuelas cercanas, y que no siempre los profesores son receptivos y los pueden invalidar a ir a exámenes.

En uno de los encuentros que tuvo lugar en territorio yumurino, Palmero Fernández mencionó que la asistencia a las aulas se rige por un acuerdo del anterior congreso, que estipula el 20 por ciento de asistencia libre a clases y el 40 por ciento de ausencias justificadas.

Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, señaló que para lograr que la FEU se parezca a su tiempo es necesario el actuar cotidiano de los estudiantes universitarios, quienes deben construir y aportar más.

En este territorio, Ronald Hidalgo Rivera, segundo secretario del Comité Nacional de la UJC, destacó que todos los días hay que divulgar lo que se hace y sugirió que las principales ideas deben surgir de la labor colectiva.

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