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AHS Autor: Tomado de Internet Publicado: 19/06/2018 | 08:48 pm
Santiago de Cuba.— Este país, esta provincia, puede contar con una vanguardia de jóvenes artistas dispuestos a participar en la transformación de su realidad, a sostener desde el día a día y con calidad las esencias de nuestra cultura, de nuestra identidad.
La idea persistió en mi mente mientras presenciaba los análisis, reflexivos y mesurados, que caracterizaron la asamblea 3er. Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en esta oriental provincia. En más de una decena de intervenciones y desde distintas aristas, se redundó sobre la necesidad de visibilizar el quehacer cotidiano de los nuevos creadores.
Visibilizar, quedaba claro desde el mimo comienzo de aquel ejercicio de reflexión colectiva, va más allá de utilizar todas las posibilidades de la promoción: desde los medios de comunicación tradicionales hasta las redes sociales, para que la sociedad conozca el arte joven.
El periodista y profesor universitario Yasmani Herrera hablaba de que cada artista, con una conexión mínima y el acceso a las redes sociales, construya su propia narrativa, allí desde su cotidianidad. Ello, está claro, además de los consabidos recursos tecnológicos, demanda transformar rutinas.
Sin embargo, devino consenso de la reunión que visibilizar es mucho más. Es insertar con sistematicidad las propuestas de los noveles en la programación de eventos e instituciones culturales, de manera que los representantes de la vanguardia puedan participar en la vida cultural y en los procesos de desarrollo local de los territorios en que se desenvuelven.
En los representantes de la AHS las direcciones de Cultura tienen una fuerza que se empeña en ofrecer propuestas diversas y de calidad, de todas las manifestaciones artísticas, y que no siempre emplean en pos de la recreación sana del pueblo, pudo colegirse de las intervenciones.
Justo en este punto el joven intelectual Yunier Riquenes, líder del proyecto Claustrofobias literarias, defendía la importancia del trabajo comunitario, cuando esbozaba que sin comunidad no hay cultura.
Y es este un aspecto en el que la AHS santiaguera tiene mucho que ofrecer, lo demuestra la experiencia de proyectos como Caminar con la historia, insignia de la célula de Songo-La Maya, y Arte en mi mochila, de Palma Soriano, que han propiciado el contacto del arte joven con los hombres del campo, los más humildes, al tiempo que posibilitan a los nuevos creadores la necesaria retroalimentación.
En tiempos en que la búsqueda de nuevas maneras para encarar los procesos creativos y vincularse con sus públicos signan el trabajo de la AHS, insistió el artista plástico Yasser Landazuri, coordinador de la célula del municipio de Songo-La Maya, es imprescindible mantener y apoyar, incluso económicamente, proyectos como estos, que dan a los creadores la posibilidad de reconectarse con el pasado valioso que se atesora en municipios y comunidades y hacer la historia nueva en defensa de nuestra identidad.
Otra forma de hacer notar el arte de los jóvenes está en la imprescindible superación. El tema lo introducía el trovador Reynier Fernández, quien abogaba por cursos de habilitación que doten a los noveles músicos, sobre todo aquellos que no provienen de escuelas, de las herramientas para afianzar sus propuestas.
Solo así, concluía el cantor, podremos insertarnos por derecho propio y con mayor fuerza en eventos como el Festival de la Trova Pepe Sánchez.
Se defiende igualmente el arte de los nuevos apoyando que cada célula cuente con una sede, cual sitio de confluencia para artistas y aficionados y espacio para soñar y ofrecer.
Dayne Fonseca fue enfática: los espacios comunican, crean formas de vida, estimulan a crecer. Así lo demuestra el ejemplo del municipio de Palma Soriano, donde tras la concreción de la nueva Casa del Joven Creador y la restructuración del trabajo se experimenta un salto cualitativo en la vida de la AHS, que no solo aporta nuevos aires al panorama cultural de la ciudad del Cauto, sino que también se ha convertido en un bastión del trabajo comunitario.
Visibilizar, como solicitaba Carlos Rafael Rosario, líder de la banda de rock Metástasys, de Contramaestre, es apoyar con mayor celeridad la profesionalización de los creadores, que además de la superación, les posibilite seguir haciendo su arte, allí desde su terruño, sin tener que emigrar; es apoyar y defender eventos como Rockevolution, decisivo en la defensa de este género en el oriente, hoy menguado por los prejuicios y la seudocultura.
Poner el arte joven a disposición de la sociedad es pensar y hablar de economía de la cultura, es preservar la memoria de la Asociación, es trabajar con los actuales alumnos de la enseñanza artística, cantera natural; es asumir con compromiso los retos y tareas que asigna su tiempo a los nuevos y en los que a la AHS le toca, como les decía el viceministro de Cultura Abel Acosta, abrir puertas con humildad, talento y calidad.
En la asamblea, a la que asistieron Lázaro Expósito Canto, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia; Beatriz Jhonson Urrutia, presidenta del gobierno en territorio santiaguero, y Roberto Conde Silverio, miembro del Buró Nacional de la UJC, fue ratificado como presidente de la AHS en Santiago de Cuba Juan Edilberto Sosa Torres.
