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El Ejército de Salvación en Cuba y su fiesta de cien años

Una labor evangélica que va acompañada de trabajo con los más necesitados será valorada en el Congreso de celebración centenaria, al que asistirá su líder mundial, el General Brian Peddle

Autor:

Juana Carrasco Martín

SEGUNDO decenio del siglo XX. La industria azucarera está en auge en Cuba, donde impera la United Fruit Company y otros capitales estadounidenses, que se apropian de las mejores tierras del país. Propicia también ese apogeo la Primera Guerra Mundial (1914-1917), que ha afectado seriamente la industria remolachera europea. Se necesita mucha mano de obra en los campos de caña y en los centrales.

Entre 1912 y 1920, miles de hombres de las posesiones británicas en el Caribe viajan a Cuba para laborar en la industria azucarera; con ellos llega también una nueva iglesia a la Isla, el Ejército de Salvación, fundado en 1865 en el Reino Unido por un pastor del cristianismo protestante, William Booth y su esposa Catherine.

Julio Antonio Moreno —quien tiene el grado de teniente coronel de acuerdo a la estructura de este movimiento evangélico y es el comandante divisional o presidente de esta Iglesia en Cuba—, explica el carácter, la misión y la doctrina de la entidad que dirige y que está celebrando en este 2018 el centenario de su establecimiento en tierra cubana.

«Voy a hablar de la historia del Ejército de Salvación en Cuba brevemente, y ellos de las actividades que desarrollamos», nos dice en un salón donde solo destacan dos banderas, la cubana y la del Ejército de Salvación. Le acompañan el mayor Julio César Tamayo, el capitán Pablo Vega del Río y el soldado Elías Cesar Tamayo Mulet.

«El Ejercito de Salvación es una iglesia que predica el Evangelio de Jesucristo a todas las personas sin excepción, pero también tiene el cuidado de atender las necesidades humanas sin ningún tipo de discriminación, de acuerdo con nuestras posibilidades. El eslogan que usamos en el Ejercito de Salvación es “El corazón para Dios y la mano para el hombre”.

«Nuestra Iglesia en Cuba surge a principios del siglo XX, eso fue en 1912, pero es inscrita en el Registro de Asociaciones Nacionales en 1918. Los primeros que iniciaron esta obra eran inmigrantes que venían del Caribe, fundamentalmente a los campos de caña, y trabajaban en diferentes provincias orientales y centrales. Por ejemplo, lugares significativos fueron Tacajó, Santiago de Cuba, Guantánamo y Baraguá,  posteriormente también entró a las zonas occidentales, por La Habana, ya no por inmigrantes.

«Eso fue al inicio, ya al triunfo de la Revolución casi todos los pastores eran misioneros que retornan a sus países y durante nueve años creyeron que el Ejercito de Salvación ya no existía en Cuba. Con una visita de un oficial a un evento del Consejo de Iglesias, en Jamaica, vuelve a integrarse con el ejército internacional, y entonces comienza una nueva etapa donde la mayoría de los oficiales son cubanos, y actualmente todos somos cubanos.

«El Ejército de Salvación, como todo el mundo, está cambiando también, y la estructura actual en Cuba tiene una nueva constitución más acorde con la actualidad en que vivimos. Estamos trabajando en diferentes provincias y hemos creado una División, un Distrito y tenemos un Colegio de Entrenamiento o Seminario, donde recibimos incluso a estudiantes extranjeros, ahora de Venezuela y antes de República Dominicana.

«En estos momentos nos encontramos en la celebración de nuestros cien años. Vamos a tener la visita de nuestro líder mundial, los líderes territoriales y otros camaradas de otros países y de las distintas iglesias nuestras en Cuba, tenemos más de 30 y en la mayoría de las provincias (Holguín, Santiago de Cuba, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos, Mayabeque y La Habana).

Con alegría anuncia que el nuevo General del Ejército de Salvación, elegido en mayo y que tomó posesión recién el 4 de agosto, el canadiense Brian Peddle, participará en su primer Congreso en el exterior, y es el de Cuba, «cuando el  Ejército de Salvación se encuentra en un momento de renovación» y «sigue aportando amor a nuestro país».

La sede central del Ejército de Salvación está en Londres, Reino Unido, y a nivel internacional se divide en Territorios. La División Cuba pertenece al Territorio Norte de Latinoamérica y su Cuartel Territorial tiene sede en San José, Costa Rica, y es un Territorio que ocupan también Colombia, Venezuela, todos los países de Centroamérica y República Dominicana, pues están agrupados por el idioma.

«Me regocijan las buenas relaciones con nuestras autoridades. Nos ayudan, nos respetamos y nosotros respetamos. También con las otras iglesias», subraya, al tiempo que acota que todas estas entidades le han prestado apoyo a su Congreso.

No es el primer líder mundial  que viene a visitar a la División cubana, en la que la membresía está integrada por unas 4 000 personas, y afirma su Presidente que están «en pleno crecimiento por el trabajo de los jóvenes, quienes están llevando desde la creatividad el mensaje del Evangelio y también desde la cubanía».

Esto lo destaca el pastor Julio Antonio Moreno, quien enfatiza la presencia en La Habana de la Generala Eva Burrows, quien en 1992 se reunió con Fidel y otros dirigentes cubanos, un acontecimiento que subraya al mencionar las participaciones en unos siete Congresos de las máximas autoridades del movimiento evangélico.

Julio Antonio Moreno, presidente del Ejército de Salvación en Cuba. Foto: Maykel Espinosa

SUS CAMPOS DE TRABAJO

Julio Antonio Moreno explica que como toda iglesia realizan sus actividades de culto y predican el Evangelio. Mediante la Escuela Dominical y programas para el trabajo comunitario con las mujeres, los jóvenes y niños, los hombres y los adultos mayores, fortalecen los valores morales y espirituales «con el propósito de que el ser humano sea más completo y  feliz y tengan la capacidad de amar al prójimo, de amarse los unos a los otros partiendo del amor a Dios».

Esto se traduce, además, en atención material: el Hogar de Ancianos William Booth, ubicado en el capitalino municipio de Marianao, y el Centro para Alcohólicos, en Vertientes, provincia de Camagüey, forman parte del trabajo comunitario que hace el Ejército de Salvación en Cuba, que también ha estado presente en situaciones de desastre, como los huracanes.

Entre sus propósitos está extender este trabajo a otras partes del país porque «estudiamos la problemática de un lugar para tratar de ayudar a la población», asegura.

TRES EJEMPLOS DE LA ACTIVIDAD SALVACIONISTA

«Para mí es un privilegio haber nacido en el Ejército de Salvación, hijo de oficiales, por lo cual puedo decir que soy un salvacionista de cuna, y doy  gracias a Dios porque ha sido una gran oportunidad de trabajar en él.

«He trabajado en diferentes áreas en Cuba, primero al frente de la iglesia en Banes, más tarde en Holguín, en lo que ahora es el Distrito Oriental, y posteriormente como director del Colegio de Entrenamiento. Fue un tiempo bueno, recalca.

«Luego fuimos a Ecuador, cumpliendo servicio misionero internacional. Para mí fue un privilegio trabajar allí durante más de seis años junto a mi esposa y mis hijos y enfrentar el terremoto que sacudió ese país. Allí tuve que realizar labor social, donde el Ejército de Salvación tuvo un rol importante, y diariamente teníamos que dar 500 raciones de alimento, de desayuno, almuerzo y comida. Estuvimos en Guayaquil y en la parte afectada por el terremoto, en Pedernales.

«Allí, en Pedernales, estuvimos trabajando. Mi hijo también, él como chofer, y yo como cocinero. Como dijimos anteriormente: El corazón para Dios y la mano para el hombre, en momento de desastre, lo que sucede en cualquier país.

Aquí en Cuba, en los desastres que hemos tenido, en los huracanes, se ha  trabajado en Pinar del Río, en Guantánamo y la parte central en estos últimos huracanes, y la población ha  recibido de nosotros ayuda, alimentos, cobijas, colchones, aseos, una serie de artículos que han sido de importancia para esas personas necesitadas».

Pablo Vega del Río dice que es «un hombre agradecido», y explica que cuando hace 20 años llegó al Ejército de Salvación, era una persona enferma, alcohólica, encontró el mensaje de amor y la ayuda y comenzó a cambiar.

El Ejército de Salvación tiene en Vertientes, Camagüey, un programa de ayuda para personas alcohólicas —de conjunto con las autoridades de Salud Pública—, en el que se recoge a personas adictas, se entrenan, se capacitan y se preparan para su reincorporación a la sociedad y a la familia.

Elías Cesar Tamayo Mulet es soldado, tiene 21 años, trabaja en las artes creativas, en el departamento de música     —también hay danza y teatro— y es el director del grupo Sin Límites, que ya se ha presentado en diversos espacios.

Como parte de la celebración y fiesta del centenario tendrán en estos días otros conciertos, y destaca el del próximo sábado en el Anfiteatro de Marianao, «una puerta que se nos abre por el Señor y por las autoridades del municipio».

El joven Elías dice: «Hacemos música rap y reguetón cristiano, partiendo de la creatividad y de la cubanía para llegar a la juventud mediante la cultura y, con el mensaje de Dios, llevarlos a su camino».

Toda esta labor evangélica, de trabajo social con los más necesitados muestra el compromiso de esta centenaria Iglesia con nuestro pueblo.

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