Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Masetti junto a Masetti

Porque recordar al abuelo es también mirar al nieto que nunca lo pudo conocer

Autor:

Marylín Luis Grillo

Santiago Masetti nos recuerda inexorablemente a su abuelo. Ambos delgados, de semblante similar, ambos periodistas, ambos comprometidos. No sé si Jorge Ricardo conversaba muy rápido, pero su nieto sí; y cuando habla del Comandante Segundo, a quien llama simplemente «Masetti», las palabras se le atropellan más todavía.

«No tuve la suerte de conocerlo, porque desapareció en la selva en 1964, pero he seguido su obra y por asuntos familiares es una personalidad muy recurrente en mi vida», comenta a Juventud Rebelde durante un breve receso de los debates del Foro de Periodismo Internacional por el aniversario 60 de la Operación Verdad y la fundación de Prensa Latina (PL).

Precisamente, estas fechas son para evocar también al guerrillero argentino, uno de los precursores de la agencia latinoamericana. «Es un gran orgullo estar acá presente hoy, ser el nieto de Masetti, que es una cuestión de suerte, no mérito ganado. Y es un gran desafío continuar esa idea que nació con la Operación Verdad y que luego siguió en Prensa Latina», agrega.

Jorge Ricardo llegó a Cuba en 1958 como enviado especial de Radio El Mundo, de Argentina, y en la Sierra Maestra entrevistó a Fidel y a Ernesto Che Guevara.

Aquellos reportajes, que fueron transmitidos por Radio Rebelde, «son la hazaña individual más grande del periodismo argentino», evaluó Rodolfo Walsh, también periodista y luchador de la nación sudamericana, desaparecido en 1977 víctima de la dictadura, en el prólogo de las memorias de Masetti, recopiladas en Los que luchan y los que lloran.

Cuando volvió a Buenos Aires, a Masetti lo desanima saber que sus reportajes no se habían publicado en su país y por ello, una vez que triunfó la Revolución Cubana, acepta la misión que le ofrece el Che de fundar PL. Fue su primer director.

«En los momentos actuales, que nos obligan a redefinirnos como comunicadores, de seguro Masetti y el Che estarían al frente», comentó en la evocación a su abuelo.

Santiago es licenciado en Historia, especializado en América Latina, y tiene casi dos décadas de trabajo periodístico para distintos medios. Nunca laboró en Prensa Latina, pero sí en la agencia de noticias de Buenos Aires, AgePeBA, y actualmente en el sitio web Primereando las Noticias. Ha dejado su impronta, entre otros espacios, en el programa de radio Cuba es otra historia.

—¿Cuánto influyó tu abuelo en tu decisión de ser periodista?

—Influyó muchísimo. Creo que hay algo sicológico ahí. Creo que fue en un 80 por ciento. Un 20 por ciento es mío, porque me lo gané en las redacciones trabajando para diferentes medios. Es un orgullo para mí, y trato de hacerlo como él, no igualarlo, pero trato de semejarlo un poquito.

—En medio de las fake news y redes sociales, en un contexto en el que la prensa se redefine y existen nuevas formas de informar, ¿qué compromiso deben tener los que comunican?

—Hay una cuestión que dijo el propio Masetti: se puede ser objetivos, pero no imparciales, que es una cobardía ser imparcial, porque no se puede ser imparcial entre el bien y el mal. En este medio es complicado cuando aparecen las grandes agencias de noticias y las grandes cadenas de televisión e imponen una postura a la fuerza, sin que se vea esa fuerza, y creo que combatir eso es la tarea central de los periodistas, al menos en esta parte del mundo.

«La meta es ese tipo de periodismo, un periodismo militante, consecuente, que no piensa tanto en la cuestión económica, sino en mejorar la calidad de vida de los seres humanos, de llegar a ese otro mundo que queremos ser y que ese otro mundo sea posible».

Santiago se siente orgulloso de su abuelo. Fotos: Prensa Latina.

 

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