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María Parchitos, la «pepilla de trapo» que salió del tinajón

Una singular muñeca, por su estatura y belleza, se exhibe desde este lunes en la céntrica Plaza de los Trabajadores, de Camagüey, ciudad que arribó el pasado 2 de febrero a sus 505 años de fundada

Autor:

Yahily Hernández Porto

Camagüey.— Con 30 metros de altura y siete toneladas de peso, María Parchitos es quizá la muñeca de trapo más grande y pesada de su tipo en el mundo, y cobró vida este lunes, pasadas las cuatro de la tarde, cuando quedó exhibida en la céntrica Plaza de los Trabajadores, de esta ciudad, que festeja sus 505 años de fundada, hasta el próximo día 7.

La bella muñecona es el regalo del proyecto de muñequería local Carsueños a la legendaria villa —fundada el 2 de febrero de 1514—, y a su pueblo, tal cual lo fue en 2010 la muñeca Leonor —de 22 metros de altura y poco más de una tonelada—, nombrada así en honor al reconocido cuento Mi muñeca negra, de nuestro José Martí.

La líder del grupo de creadores y «madre» de estas grandulonas, Carmen Soto González, dijo a JR que las piernas de María Parchitos miden 12 metros de largo, el tronco otros diez, la cabeza ocho metros e igual longitud tienen sus brazos.

«Solo en su falda —aseguró Carmen— se emplearon 118 metros de tela satín —satén—, otros cuatro de color morado en sus dos lazos, diez de náilon y satín en sus zapatos, y ocho metros de tejido de sábana amarilla para sus dos moños y el cerquillo de su frente.

Soto González comentó que para rellenar a su bella muñeca se necesitaron nada menos que 69,7 metros cúbicos de recortería de floca —material sintético que se parece a la esponja y nombrado popularmente como espuma—. Explicó que para embellecerla se emplearon 300 metros de cinta, 16 de lonilla y otros 25 de poplín.

Destacó que otros nueve integrantes del proyecto Carsueños laboraron durante nueve meses de manera ininterrumpida para que la nueva creación llegara a mostrar su mejor rostro y acabado.

Subrayó que María Parchitos posee una cara alegre, una sonrisa amplia y la inocencia de los pequeños de casa cuando juegan. En esta ocasión quedó sentada para que la familia, y muy especialmente los niños y niñas, puedan interactuar con ella. 

 Explicó que a 11 paños de su cuerpo se les bordaron palabras y frases con alto valor educativo y de cortesía, como hola, disculpa, gracias, te amo y el auténtico abur, con el que se saludan desde hace más de cinco siglos los camagüeyanos.

Aclaró que la muñeca fue trabajada en todo su cuerpo con la técnica del punto ojal, lo que demandó habilidad y especialización de los artesanos y artesanas involucrados. «Nos exigió superación para lograr máxima calidad».

Comentó que las autoridades correspondientes gestionan la incorporación de María Parchitos al Libro de los récords Guinness, no solo por su tamaño y peso, sino por su calidad, trascendencia y belleza.

Afirmó esta camagüeyana de pura cepa que el diseño de su «grandulona» también se inspiró en una combinación de rostros de varias muñecas creadas por ella a tamaño normal, las muy famosas Urbicia, Estoy contenta, Carmencita y Alicia, y en la propuesta de cientos de niños y niñas entrevistados en la sede de Carsueños. 

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