Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Por un ejercicio honesto de la justicia en Cuba

Participa presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la reunión de balance de la Fiscalía General de la República

Autor:

Leticia Martínez Hernández

La Fiscalía General de la República de Cuba se erige como un puntal para que se ejerza y defienda la legalidad en nuestro país, para que haya un ejercicio honesto de la justicia, para que enfrentemos con más intensidad eficiencia la corrupción, la ilegalidad y el delito.

Así lo definió el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez al participar este sábado en la reunión de balance anual del importante órgano del Estado cubano, que «juega un papel fundamental en defender el concepto de Estado socialista de derecho, que hemos refrendado en la nueva Constitución».

En el encuentro —dirigido por la fiscal general Yamila Peña Ojeda y que contó, además, con la presencia de los miembros del Buró Político del Partido Comunista, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba; y Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas—, se debatieron temas como la calidad de los procesos penales, la preparación constante de los fiscales, la atención oportuna a las quejas de los ciudadanos y la vinculación con las universidades.

El mandatario cubano consideró que la Fiscalía es esencial en la defensa de la dignidad de la nación; siempre que hagan bien su trabajo diario, en representación del Estado, el pueblo y la Revolución, estarán preservando la dignidad del país.

Destacó la presencia de jóvenes y mujeres en todos los niveles de la Fiscalía General, lo cual es un ejemplo del empoderamiento de ambos sectores en Cuba. Si una fuerza tienen ustedes, dijo, son sus jóvenes, que están desempeñando cargos importantes y debe propiciárseles apoyo, preparación y no limitarlos en su desarrollo. «Trabajar con jóvenes en una actividad de tanto rigor es algo emancipador, que enaltece».

Díaz-Canel retomó conceptos que ha ido exponiendo en reuniones similares con otros organismos de la Administración Central del Estado durante los dos últimos meses, relacionados con la búsqueda de una administración más eficiente, transparente y participativa; así como la generación de ambientes de trabajo en los que prime el debate, se colegien las decisiones y no se acumulen los problemas.

Habló de los cuadros y el malestar que deben sentir ante lo mal hecho. En el caso particular de la Fiscalía, precisó, les tiene que inquietar y doler cuando se roba combustible; cuando los materiales de la construcción que se destinan a personas de bajos ingresos terminan en otras manos; cuando tenemos gente vinculada a la droga y a la explotación sexual de mujeres; un solo caso de esos nos tiene que inquietar a todos.

También en las palabras de Díaz-Canel estuvo la convocatoria a ser más sensibles ante los problemas de la población, a no estigmatizar al que llega a la Fiscalía con una queja porque en sus manos trae un problema y a escuchar, pues de esos intercambios siempre se sacan lecciones.

Tenemos que defender el criterio, subrayó, de que la mayor parte de las respuestas que demos sea de manera personal, no a través de un papel; hay que mirar a los ojos a las personas y responderles de forma honesta y sensible.

Reiteró sus apreciaciones sobre la falta de cultura del detalle en algunas instituciones del Estado. Sin majestuosidades ni lujos, apuntó, pueden crearse ambientes de buena presencia que inviten al trabajo. Además, significó la necesidad de eliminar trabas, de no complejizar los procesos, de regular lo que es esencial, dedicar más tiempo a controlar y ser eficientes.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros se refirió a varias cuestiones que determinan el trabajo de la Fiscalía General de la República. Entre ellas apuntó la calidad de los procesos penales, que estos se cumplan en tiempo para no dar margen a fisuras, preocupaciones y malas interpretaciones; el adecuado uso de la prisión provisional; la preparación de los fiscales para los juicios orales; la identificación a tiempo de los hechos; y llevar las investigaciones a su punto conclusivo, hasta que se determine y encuentre lo robado, cuando sea el caso.

Finalmente compartió la convicción de que independientemente de los problemas, de las amenazas, de las dificultades que tenemos que sortear, se seguirá trabajando con firmeza, con optimismo, con confianza siempre en la victoria.

En la reunión anual —donde intervinieron jóvenes jefes fiscales de varios municipios del país para exponer sus experiencias de trabajo— la Fiscal General expuso un informe con los resultados del año, durante el cual aumentó la cifra de ciudadanos atendidos a 158 mil 131, la mayoría de manera personal, pero se incrementan también otras vías de interacción como el portal web, el correo y las redes sociales.

Igualmente se refirió a la plantilla del sistema de la Fiscalía, que cuenta con más 5 mil 200 trabajadores; los fiscales sobrepasan los 2 mil 200 y el 83% de ellos son mujeres. Peña Ojeda destacó la mejoría en las condiciones de trabajo, no obstante apuntó que se debe seguir creando mayor sentido de pertenencia, sobre todo entre los jóvenes graduados.

Acerca de la calidad de los procesos penales comentó que se evidencian avances, pero quedan reservas aún, por ejemplo, en el cumplimiento de los términos.

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