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Buena gestión de gobierno Autor: LAZ Publicado: 06/04/2019 | 06:58 pm
Ejercer una buena gestión de Gobierno o, en otras palabras, una administración pública eficiente, lamentablemente no siempre es lo común. ¿Cuántos más y mejores resultados en el área de la producción y los servicios tendríamos, cuántos disgustos de la población se evitarían, si esto fuera norma?
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha desarrollado en las últimas semanas un grupo de conceptos que pueden expandir un bien que debía ser general, porque a fuerza de sinceros, es asignatura que muchos servidores y servidoras públicos tienen suspensa.
Los ha dicho y reiterado, contextualizándolo a cada caso, en los balances anuales de trabajo de más de una veintena de Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) y en otros encuentros en los que ha conversado con responsables de las más disímiles esferas económicas y sociales.
Como las buenas prácticas deben ser replicadas, JR glosa —para conocimiento general de los lectores— algunas de las reflexiones del Presidente. Deberían ser columna vertebral en el actuar de los cuadros junto al acervo doctrinal al respecto desarrollado por la Revolución y el hacer de sus líderes.
La buena gestión de Gobierno, la administración pública eficiente, no es meta difícil. Para muestra, un botón: es el método, el estilo de trabajo del mandatario, siguiendo el ejemplo del liderazgo histórico de la Revolución.
Política de cuadros
Lo primero que se debe tener en cuenta para una gestión eficiente en la administración pública es la política de cuadros. Y en esto debemos guiarnos por los preceptos que ha ido desarrollando el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido, sobre las características que deben tener los cuadros, conceptualiza el Presidente cubano.
Hay dos características en las que Díaz-Canel se concentra: una, tener «sensibilidad por los problemas de la población»; otra, «inquietud revolucionaria».
Tenemos que ser muy sensibles con los problemas de la población. El cuadro que no es sensible, no actúa, no enfrenta, se molesta cuando le plantean problemas. Son esos que cuando la población emite una queja, dedican más tiempo a dictaminar si tienen razón o no, que a atenderla y tratar de solucionarla.
En cualquier problema planteado por la población, en cualquier estado de opinión de la población, hay parte importante de verdad. Incluso cuando hay incomprensión o cuando hay falta de información se tiene responsabilidad, porque no dimos la información oportuna o porque no fuimos capaces de argumentar la situación con las acciones requeridas.
La otra cualidad que deben tener los cuadros es «inquietud revolucionaria», que constantemente estemos actuando, tratando de resolver problemas. Quizá no podamos resolverlo de una vez, pero poco a poco tenemos que ir quitándole pedacitos.
Quitar trabas, y burocracia, más transparencia
Otro concepto es «quitar trabas y burocracia». Cada vez que analizamos un proceso, la manera en que se gestiona cualquier actividad de la economía o de la sociedad, vemos muchos mecanismos que enlentecen la realización e implementación de políticas y acciones desde que se deciden, y por tanto llegan a la población con distorsiones, provocando incomprensiones, disgustos, y acumulando más problemas.
También tiene que haber «más transparencia». Que lo que se haga sea más visible para la población. Que se sepa qué estamos haciendo, y cuáles son las prioridades, porque estas están en función del desarrollo económico y social del país y los problemas de la población, de forma tal que los proyectos de la nación coincidan con los proyectos personales y familiares.
Escuchar a las bases y rendir cuenta
«La vinculación con las bases» es fundamental para los cuadros, quienes deben distinguir cuál es la suya. Para el director de una empresa, sus bases son las fábricas; para el de una unidad empresarial de base (UEB), los talleres; para las asambleas municipales del Poder Popular, las comunidades…
El mejor tiempo que aprovecha un cuadro es el que dedica a estar en la base, que es donde aprende, donde se escucha a las personas, donde se puede palpar los estados de ánimo, cuáles son las situaciones, qué hay que rectificar.
Otro concepto es «la rendición de cuenta». Los cuadros tenemos que rendir cuenta ante la instancia superior, ante la instancia en que dirigimos, y ante la población.
Las rendiciones de cuenta son un ejercicio de desarrollo, de valoración; un ejercicio de pensamiento sobre qué debemos superar. Cuando uno comparte eso con sus colectivos, genera compromiso y el debate colectivo también aporta, genera una mejora, una perfección en el trabajo del cuadro.
Herramientas a la mano
Para lograr una administración pública eficiente, el Presidente cubano está orientando además la utilización por los cuadros de tres herramientas. Una es «la comunicación social». Tenemos que saber comunicarnos con los diferentes niveles, con el propio, con las bases y con la población.
Otra es «la informatización», el empleo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en el contexto del proceso de informatización de la sociedad y sus dos ámbitos principales: gobierno electrónico y comercio electrónico.
El gobierno electrónico se logra desarrollando plataformas informáticas que permitan visualizar la actividad de las entidades e instituciones, así como interactuar con la población, para que a través de esas plataformas pueda dar criterios, hacer consultas y recibir servicios.
El país está cerca de declarar cumplida la primera etapa del gobierno electrónico, con la presencia de la totalidad de las instituciones estatales en esta plataforma, pero después hay que pasar a la segunda etapa, que es la interactividad. En el comercio electrónico, sin embargo, se está más atrasado.
La tercera herramienta es la investigación científica. Ante la complejidad de los problemas, debemos seguir el concepto del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de actuar con alternativas, porque no hay una solución única, y para esto debemos acudir a la ciencia, a la investigación científica, pero llevada a innovación; o sea, investigación científica que nos dé con su implementación solución a los problemas.
La mayoría de quienes dirigen carecen de tiempo para investigar, pero pueden acudir a donde está el conocimiento: universidades, institutos de investigación y centros de estudio. Además de estas tres herramientas, y ante los desafíos demográficos que tiene el país, como la baja tasa de natalidad y el envejecimiento poblacional, también tenemos que desarrollar la automatización de los procesos.
Cultura del detalle, honestidad y probidad
«La cultura del detalle» también es vital si queremos hablar de administración pública eficiente, tanto en la prestación de un servicio como en la reanimación de las instituciones estatales, en lo que mucho se destaca la ciudad de Santiago de Cuba, ejemplo que el General de Ejército Raúl Castro Ruz ha llamado a replicar en todos los lugares, señala siempre Díaz-Canel.
Las edificaciones estatales, desde una oficina, una fábrica, un restaurante, una casa de cultura, una escuela, un centro de salud… deben tener una adecuada presencia, prestancia. No pueden ser los lugares más desalmados, más feos. Y a veces no es por falta de recursos, sino por descuido.
Se necesita además una batalla constante contra la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales. También, el respeto a la legalidad por las instituciones estatales y sus cuadros, que no siempre se atienen a lo establecido.
Cómo lograrlo
Una buena gestión de Gobierno es posible. Para lograrlo se necesita voluntad, conocimiento y entrega por parte de los cuadros. El Presidente señala, a propósito, varias claves, como tener un equipo de dirección que favorezca la gestión colectiva, donde haya intercambio de opiniones, debate, colegiación de ideas, y también disciplina: luego de que se adopte una decisión, que todos trabajemos por hacerla cumplir.
Díaz-Canel ha indicado que en todos los organismos e instancias se diseñen sistemas de trabajo que contemplen estos elementos para una administración pública eficiente, empezando por la identificación de las prioridades, cómo implementarlas, visitar los lugares donde estas se realizan, y chequearlas con periodicidad… Y llevar un adecuado control que permita la retroalimentación y corregir a tiempo algún problema o error.
Nota: Los conceptos del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros sobre la buena gestión de Gobierno o la administración pública eficiente son glosados por JR a partir de transcripciones del redactor y reseñas de prensa de las intervenciones de Díaz-Canel en los balances anuales de trabajo de los OACE y en otros encuentros. No se ajustan literalmente a sus pronunciamientos, por lo cual no se entrecomillan.
