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Que la vivienda sea una conquista palpable

Inquietud revolucionaria y sensibilidad deben ir de la mano del trabajo y la constancia en la Cuba de hoy para resolver en el más breve plazo el problema de la vivienda. En esas claves insistió el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez cuando este viernes chequeó la situación particular de Pinar del Río, como parte de la segunda visita gubernamental al territorio. También recorrió la Empresa de Productos Lácteos y Confiterías

 

Autor:

Alina Perera Robbio

PINAR DEL RÍO.— La meta es llegar al momento en que Cuba cuente con viviendas esperando por quienes las necesiten. La idea, con el enorme desafío que entraña, ha sido compartida más de una vez por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante las visitas gubernamentales a cada provincia de la Isla, las cuales ya están cumpliendo un segundo ciclo y convierten a los territorios en útiles escenarios para el trabajo de los dirigentes.

Como asunto impostergable y que debe mover toda la sensibilidad y el esfuerzo de los decisores, el análisis de la situación que presenta la vivienda y la producción de materiales de la construcción formó parte de la agenda, en la mañana de este viernes, del recorrido gubernamental que encabeza el Jefe de Estado a la provincia más occidental del país.

En la sede del Comité Provincial del Partido, Díaz-Canel recordaba que el principal problema social del país es el de la vivienda, y preguntaba con total intencionalidad sobre quiénes suelen ser los más afectados en un tema como este. Son, como se conoce, los más vulnerables, los que más ayuda necesitan porque a veces no cuentan con la fuerza necesaria o con la capacidad suficiente para emprender el difícil camino de construir una casa.

La política de la vivienda recientemente aprobada está concebida, como reflexionaba el Presidente cubano, para que, en primer lugar, se incrementen los niveles de construcción de viviendas, y se emprendan, además, las acciones de mantenimiento cada año, porque si importante es crear espacios, no es menos vital la necesidad de mantener en pie lo que ya existe.

Para lograr que en un tiempo relativamente breve la vivienda sea una conquista palpable, resulta cardinal ir a ritmos de trabajo superiores a los actuales. En ese propósito, como decía el Jefe de Estado, es necesario crear las bases para la construcción de materiales en cada territorio del país.

Por otra parte, como reflexionaba el mandatario, los procesos concernientes a la vivienda requieren planificación. Y lo otro es no perder de vista que, como comentaba Díaz-Canel, muchas veces se carece de sistemas de seguimiento, no se pondera el orden, se subestiman métodos de rigor y al final, para cumplir planes, se hacen maratones y las cosas no se hacen con calidad.

Sobre la construcción de viviendas por concepto de otorgamiento de subsidios, el Presidente subrayó que las llamadas «células básicas», de 25 metros cuadrados, si se hacen con calidad, pueden ser viviendas con todo lo necesario que una casa lleva, además de la posibilidad de seguirlas ampliando en un futuro.

Como el tiempo es un recurso que resulta imperdonable malgastar, Díaz-Canel recordó que una «célula básica» puede terminarse en tres meses, por lo cual es muy difícil justificar que, habiendo recursos y en medio de los esfuerzos que hace la Revolución, existan obras pendientes desde hace años. «Hay que ordenar y hay que trabajar», dijo el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

«¿Dónde está la sensibilidad de nosotros si permitimos que esas cosas pasen, si nos quedamos quietos, si no nos preocupamos?», indagó más adelante; y exhortó a los presentes: «Tenemos que llegar al momento en que podamos saldar todo lo que tenemos pendiente».

Sobre los pisos de tierra existentes en la provincia, Díaz-Canel expresó que la Revolución se hizo, entre otros afanes, para que los seres humanos no vivieran en ellos. Por eso, subrayó, esa realidad debe doler e inquietar. Lo primero es una casa digna; y eso, sin perder de vista la legalidad necesaria y el control imprescindible para ordenar un asunto de alta sensibilidad.

La brújula es el bienestar

Temprano en la mañana de este viernes el Díaz-Canel, acompañado de ministros y de las autoridades del territorio, visitó la Empresa de Productos Lácteos y Confiterías de Pinar del Río.

El centro se distingue por el orden y la limpieza. Todo allí es acogedor, como recién hecho. Entre las perspectivas de desarrollo ese complejo de fábricas incluye incrementar la producción de helado con la puesta en marcha de una mini planta en los municipios de Los Palacios y de Consolación del Sur; producir queso azul con equipamiento desarrollado por los trabajadores; sustituir importaciones si se trata de ingredientes para hacer el helado, entre otras ideas.

En un lugar del cual nacen productos tan demandados por el cubano como el helado, el mandatario habló sobre la necesidad de lograr que los niños puedan degustar, en todos los municipios, ese alimento que tanto les gusta.

Antes de realizar un recorrido por varias plantas productoras de la Empresa, Díaz-Canel hizo hincapié en cómo, a partir de las nuevas medidas económicas que buscan estimular a los trabajadores, cada centro productivo debe pensar en las mejores maneras de utilizar sus recursos financieros y utilidades, y en cómo premiar, a través del salario, a quienes más se esfuerzan.

«Sigan manteniendo el Lácteo como está: muy acogedor», pidió el Presidente a los anfitriones, a modo de despedida, porque el elogio merecido es también una fortaleza en estos tiempos de aunar voluntades y de buscar muy adentro de nosotros mismos.

 

——Para conocer lo acontecido en la jornada de este jueves pinche aquí.

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