Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Mujeres que estremecen

Jóvenes holguineras también se han incorporado desde distintos sectores a la batalla contra la COVID-19

Autor:

Nelson Rodríguez Roque

HOLGUÍN.—Lo mejor del ser humano engrandece en situaciones extremas, y entre las holguineras ha sucedido así. Ante la pandemia y sus contrariedades, el valor de los verbos enfrentar y erradicar crece para muchas jóvenes, quienes no se consideran vulnerables cuando se trata de generar solidaridad.

Marilín Labrada continúa cumpliendo sus responsabilidades en el Comité Municipal de la UJC del municipio cabecera,mientras su esposo asume el cuidado de su niña de dos años. En las pausas laborales, repasa los contenidos de su carrera universitaria.

La entrevisté un sábado,flanqueadapor canteros en el organopónico Las Lucías, dela Empresa Hortícola Wilfredo Peña, uno de los más grandes de la provincia, mientras aportaba su tiempo a la producción de alimentos:«Nuestro país lo necesita más que nunca. Ahora, por ejemplo, el hecho de trabajar acáaporta a la alimentación.

«Jóvenes de distintos comités de base se han sumado a las tareas productivas los fines de semana. Aquí hay hasta de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM), y todo el mundo con disposición suficientepara responder al llamado nacional ante estas circunstancias en que debemos autoabastecernos, sin dejar de cuidarnos». 

Protección e inmediatez

Si una discapacidad severa de nacimiento no puede doblegarla, cómo lo va a lograr el nuevo coronavirus. Así se manifiesta la periodista Eileen Molina, de la Agencia Cubana de Noticias, a quien este momento de tensionesle ha exigido superarse en cuestiones de salud, temática de la que siempre le ha interesado tributar materiales a la prensa.

«Lo primero que he asumido es mi autoprotección, que a la vez protege a mi familia. Tengo dos niños pequeños, ambos asmáticos, y mi suegra es adulta mayor. Este fenómeno es algo nuevo y peligroso. La disciplina constituye otro aspecto que he priorizado».

La rutina productiva ha variadopara estagraduada de licenciatura en Periodismo seis años atrás, porque ahora el flujo de informaciones es grande: «Una vorágine», describeEileen, quien ha participado antes en coberturas fuertes, como las de eventos atmosféricos o la caída del avión en 2018.

«Ya me he adecuado a estas prácticas del teletrabajo. Inmediatez, claridad y veracidad es lo que nos caracteriza a los profesionales de la prensa del país, y ahora mucho más, en aras de actualizar al pueblo». 

Hasta el final

Mientras continúe la presencia del SARS-CoV-2 en nuestro territorio, la doctora Ailín García pretende mantenerse en el centro de aislamiento del «Fajardo» holguinero, aunque,por supuesto, extraña a los pobladores de Vista Hermosaen el municipio de Calixto García, en cuyo policlínicoejerce su profesión cotidianamente.

«Ahora estoy en una sala de la Escuela Provincial de Educación Física(EPEF) donde hay personas bajo vigilancia clínica, contactos de casos positivos o de otros contactos de casos positivos», declara.

«Nos dan la bata al entrar (quesustituyen si necesitamos salir por algún motivo), y ocho nasobucospara cambiarlos cada tres horas. Igualmente, disponemos de pantalón y camisa verde debajo de la bata y gorro, y contamos en la sala con solución clorada, jabón y agua suficiente para el lavado de las manos con frecuencia», subraya. 

La especialista en Medicina General Integral alerta que la COVID-19 puede transitar «silenciosa», de ahí que las precauciones requieren suma constancia: «Tres pacientes confirmados a través del PCR estuvieron en la sala asintomáticos y luego fueron trasladados hacia el Hospital Militar. Debemos protegernos y respetar el aislamiento social. No he sentido ningún temor,trabajo tranquila. Como en otras circunstancias, el personal de la salud cubano ha dado el paso al frente ante esta pandemia».

Sin miedo 

Otrora atleta de alto rendimiento de judo, Elena González combate hoyen otro tatami: «Un día a la semana nos toca a cada equipo de la EPEF participar como personal de apoyo de este centro de aislamientoubicado en el Fajardo.Mi responsabilidad consiste en entregar los alimentos a los trabajadores de la salud que los reparten directamente entre las personas aisladasen la zona roja. Hace ya más de 10 días que empezamos».

Afirma no experimentar el más mínimo miedo«porque tienen que haber personas que ayuden a la humanidad. Entre nosotros debemos ser solidarios. Todos mis compañeros se han incorporado a esta contribución por el país y mi familia me ha respaldado. A mí me enorgullece lo que hacen nuestros médicos y los otros integrantes en funciones sanitarias, por eso no podemos defraudarlos». 

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