Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Fluye la sangre solidaria

Las donaciones voluntarias y para familiares se garantizan en toda la red de bancos provinciales, municipales y móviles del país para atender urgencias y cirugías priorizadas

Autores:

Mileyda Menéndez Dávila
Yahily Hernández Porto

La vida, como la muerte, nunca apuesta a una sola casilla. Es cierto que la pandemia absorbe tiempo y recursos, pero el sistema de salud no puede descuidar sus otros retos ni agotar las reservas de un recurso tan valioso como la sangre humana, destinada a las transfusiones y la producción de fármacos.

Juventud Rebelde visitó los bancos provinciales de sangre de La Habana y Camagüey e indagó por la estrategia que adopta esa red nacional para mantener su vitalidad, en paralelo con la obtención del plasma hiperinmune destinado a pacientes de la COVID-19.

En el banco habanero detectamos que la bioseguridad, de por sí rigurosa cotidianamente, se ha extremado desde la misma sala de recepción, donde una veintena de donantes esperaban su turno en un proceso algo más dilatado, pero soportable.

Como en otros centros laborales, aquí la gente joven asume mientras el personal más vulnerable se quede en casa, y aun así atienden a unos 30 donantes cada día. El subdirector Ariel Legrá explicó que en las áreas más vulnerables se tomaron nuevas medidas, como el uso de máscaras, guantes, delantal y cubrebatas, y procuran mayor distancia en tanto sea posible durante la inscripción, el chequeo médico, la extracción, el desayuno…

Tanto en la capital como en Camagüey comprobamos que además de las preguntas de rigor, en el chequeo médico se observa que la persona no tenga síntomas respiratorios o fiebre y que no haya viajado al exterior ni estado en contacto con algún positivo.

Todo fluye en la red de bancos del país, como la sangre que recepcionan y procesan para garantizar las cirugías de urgencia, las cardiológicas y oncológicas, el Programa Materno-Infantil, las cirugías de cadera y otras atenciones hospitalarias que requieren concentrados de glóbulos rojos, plaquetas u otros componentes.

Legrá explicó que en todos los países hay una reducción de las donaciones, por el elevado número de enfermos de la COVID-19, pero sobre todo porque se dificulta acceder a las instituciones. Por eso Cuba tomó providencias para que sus unidades provinciales, municipales y móviles se mantengan activas, tanto para donaciones voluntarias como para las destinadas a familiares hospitalizados.

Solo las autodonaciones están detenidas porque es una alternativa para personas que se someterán a cirugía electiva y el país no las está realizando por ahora. También recesan las plasmaféresis tradicionales, porque hay suficiente plasma congelado y se están obteniendo volúmenes frescos tras procesar las otras donaciones.  Está garantizado el transporte para recoger en cada provincia esta materia prima, según el cronograma de la planta de hemoderivados y los planes de cada institución hospitalaria, aseguró a JR la doctora Delia Esther Porto González, jefa del Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud Pública.

Respuesta positiva de varios organismos

Sobre la posibilidad de descartar el SARS-CoV-2 en donantes habituales conversamos con la doctora Porto, y ella nos explicó que por ahora en ningún país se realizan pruebas rápidas en los bancos, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha indicado como parte del protocolo. Si la economía del país lo permitiera, ese examen se sumaba a las otras pruebas que ya se aplican a toda la sangre colectada, pero ahora todos los recursos están en función de la epidemia, puntualizó.

«Hoy donde menos sangre y componentes se demanda es en los hospitales que atienden a pacientes de la COVID-19, pero sí la necesitan porque un gran por ciento son mayores de 60 años y los hay de hasta más de 80 años. En general la hemoglobina de estas personas no es la de alguien joven y sano, y si a esto se suma una infección que les pude provocar sepsis y un cuadro de coagulación intravascular diseminada (CID), es de esperar que algunos requieran tratamiento con sangre y componentes.

En las últimas semanas ha disminuido la afluencia de personas y las extracciones en centros laborales, pero ya se reorganiza el sistema para recuperar el ritmo y garantizar reservas de todos los grupos sanguíneos, explicó la funcionaria.

Los CDR mantienen su convocatoria para que donen más personas, jóvenes principalmente, y ya han dado una respuesta positiva varias empresas de la Agricultura, el Transporte, Etecsa y las Fuerzas Armadas, que tradicionalmente estiran el brazo para llenar las más de 30 680 bolsas mensuales que colecta el país.

La directora del Banco Provincial de Camagüey, doctora Yoanca de los Ángeles Fernandez Céspedes, resaltó la actitud positiva de sus más de diez mil donantes voluntarios habituales, quienes han expresado su disposición a continuar asistiendo regularmente. Gracias a eso la provincia acumula 9 555 donaciones en lo que va de año y está en condiciones de cumplir su plan, destinado a abastecer a los diez hospitales agramontinos y a apoyar la asistencia médica en la vecina provincia de Ciego de Ávila.

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