Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

En casa, por las madres de nuestras vidas

Mensaje del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas

 

Autor:

Juventud Rebelde

Este será un Día de las Madres distinto. Muchas familias no podrán reunirse. Las medidas de aislamiento social, tomadas por el país para enfrentar la COVID-19, lo imposibilitan. Por tanto, habrá hijos que no verán a sus madres y abuelas que no verán a sus nietos. No puede ser, de ningún modo, motivo suficiente para no celebrar. De hecho, los tiempos de crisis exigen más que nunca rendir homenaje a las madres de nuestras vidas, porque es precisamente en las situaciones límite donde sacan lo mejor de ellas.

En estos días, cuando el nuevo coronavirus acecha, hay mujeres, madres, en todos los frentes. Algunas están en casa, en la retaguardia, cuidando a los abuelos e hijos, muchas sin dejar de trabajar. Combinan ahora sus roles profesionales con los de cuidadoras, profesoras, compañeras de juego, líderes.

Otras están en la primera línea de combate. En un país donde más del 70 por ciento de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, ellas protagonizan la batalla desde diversas profesiones. Doctoras, enfermeras, laboratoristas, investigadoras, científicas, sicólogas, pantristas, cocineras, auxiliares de limpieza y muchas otras, viven el día a día de la lucha contra el coronavirus desde hospitales, laboratorios y centros de investigación. Muchas son madres, varias no podrán estar con sus hijos este domingo por cumplir las cuarentenas impuestas para impedir la propagación de la enfermedad, desde los centros de atención a contagiados. 

Por supuesto, otras madres viven y enfrentan la actual crisis desde puestos vitales para la economía del país. Ellas, las que ocupan un sitio de servicio a la población, las que producen alimentos, coordinan desde los gobiernos la vida de cada ciudad y pueblo o gestionan las industrias imprescindibles, permanecen también en pie de guerra. 

E incluso están las que, desde casa, intentan hacer estos tiempos más completos: las que, con su arte, a través de internet o por otras vías, llevan alegría y sosiego a muchos hogares. La lista podría continuar hasta el infinito. En definitiva, hace mucho tiempo que las madres cubanas abandonaron los espacios cerrados del hogar, para conquistar todos los sectores de la vida económica y social, y desde allí, ser útiles.

El Día de las Madres es, sobre todo, una justificación: para celebrarlas, para aprender a reconocer sus sacrificios y valorarlos, para comprenderlas y apoyarlas más allá de sus roles tradicionales, para incentivar —¿por qué no?— paternidades que las acompañen como iguales, para quererlas. En tiempos de pandemia, queda claro: ¡aún más! La Unión de Jóvenes Comunistas, convencida de que Cuba necesita de sus madres para ser un país cada vez mejor, les desea en este día Muchas Felicidades.

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