Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ante la proximidad de Laura, cada minuto es oro

En Granma se tomaron medidas para proteger a toda la población, especialmente a las de zonas bajas y montañosas

Autor:

Osviel Castro Medel

Semáforos desmontados, lloviznas a intervalos, personas trasladando agua potable en bicicletas, altoparlantes por las calles informando sobre medidas para salvaguardar vidas y medios, gente hablando «del ciclón»...

Así puede pintarse el panorama de este domingo en Granma, una de las primeras provincias cubanas que sentirán las lluvias y vientos de la tormenta tropical Laura.

Ante la proximidad del fenómeno, cada minuto vale oro, como advertía en la tarde dominical el teniente coronel Luis Carlos Escalona Martínez, jefe del Grupo de la Defensa Civil en la provincia.

Por eso, la indicación primordial es proteger a todas las personas de los 13 municipios, especialmente a las de zonas montañosas y lugares bajos, en las que pueden resultar mayores las complicaciones, como ha sucedido en el pasado con otros eventos meteorológicos.

«Es importante que no nos sorprenda la noche trasladando ciudadanos a lugares seguros, todo debe hacerse aceleradamente», exponía Federico Hernández Hernández, Jefe del Consejo de Defensa provincial en una reunión vespertina de ese órgano.

Hernández Hernández también llamaba a asegurar almacenes de víveres, máquinas de riego, antenas de comunicaciones, casas de cultivo y todos los recursos económicos, como corresponde ante tormentas tropicales y huracanes

Asimismo, orientó el máximo de vigilancia en los pasos de ríos porque en anteriores fenómenos varios irresponsables intentaron cruzar estos afluentes y tuvieron un final infeliz.

Durante ese encuentro, el meteorólogo Marcelo Cid Zayas explicaba que el radar de Pilón ya había avistado a Laura –entonces a 309 kilómetros-, que tiene lluvias muy intensas en varias de sus áreas y que ha ganado en organización.

«Además del viento y la lluvia deben preocuparnos las inundaciones costeras», decía el experto, algo indispensable en una provincia con seis municipios con líneas marítimas: Pilón, Niquero, Campechuela, Media Luna, Manzanillo, Yara y Río Cauto.

En otras épocas varios de estos territorios han sido «invadidos» por el mar; por eso se alertó a no confiarse y a no caer en improvisaciones.

Los embalses de Granma están a solo el 37 por ciento de llenado, por eso las lluvias pudieran beneficiarlos, aunque no ha de perderse de vista que buena parte de las aguas de Santiago de Cuba y Holguín escurre hacia este territorio, de modo que la vigilancia sobre estos depósitos acuíferos tiene que ser constante.

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