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COVID-19: Cuba marca la diferencia

El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, insta a respetar desde la autoconciencia lo establecido para que Cuba continúe distinguiéndose en medio de un contexto hostil en el que se mantiene la curva ascendente de esta pandemia

 

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

 Muchos retos tiene el país, y en particular el sistema de salud, en el enfrentamiento a la COVID-19, y cada uno de ellos será superado no solo desde la voluntad del Estado, sino desde la responsabilidad individual en el cumplimiento de las medidas sanitarias y la asunción de un nuevo código de vida.

Así lo expresó el ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda durante su intervención en la sesión matutina del parlamento cubano este martes, en la que reconoció el esfuerzo y la dedicación de todos los trabajadores del sector que, desde todos los niveles, han contribuido a que el índice de supervivencia en el país supere el 90 por ciento.

El mundo continúa en curva ascendente de esta pandemia, acotó, y en Cuba se marca la diferencia, porque la salud de todos es prioridad. «Se ha recuperado el 91,3 por ciento de los contagiados de los más de 6 500 diagnosticados desde el inicio de la epidemia, y aunque lamentamos el fallecimiento de 128 pacientes, estamos conscientes de que todo lo que hemos hecho ha sido para salvaguardar lo más preciado”.

Portal Miranda se refirió a las diversas acciones que ha realizado el Ministerio de Salud Pública y que han permitido arribar a los resultados satisfactorios que hemos obtenido en el control y prevención de la pandemia, como las nuevas normas jurídicas ministeriales establecidas, la vigilancia activa, la articulación de acciones intersectoriales, la inmediatez en los análisis y toma de decisiones, la atención individualizada de cada paciente y la evaluación sistemática de las propuestas de investigación científica, entre otras.

El titular del sector de la salud detalló cada uno de los componentes del modelo cubano de enfrentamiento a la COVID-19: el epidemiológico, la organización de los servicios de salud y la incorporación de la ciencia y la innovación.

A partir del modelo propio se priorizó la atención a la población sin que el sistema de salud colapsara, dijo, pues se crearon las capacidades necesarias para el diagnóstico que permiten contar hoy con 13 laboratorios en cinco provincias, de cuatro existentes al inicio de la pandemia.

«No ha sido necesario desplegar toda la capacidad diseñada para la atención a los contagiados con la COVID-19, y el protocolo cubano para el manejo de la epidemia, sobre la base de la experiencia acumulada en estos meses, ha evidenciado que la unidad por un objetivo común es la clave del éxito».

En los resultados obtenidos ha sido vital el aporte de la ciencia, agregó Portal Miranda, quien precisó que se han aprobado más de 700 investigaciones científicas y que hoy se ejecutan 17 ensayos clínicos bajo la supervisión requerida.

Significó la cohesión entre los profesionales de diferentes especialidades que contribuyeron al diseño e implementación de modelos de pronósticos, estudios epidemiológicos y la introducción de herramientas tecnológicas para el control y prevención de la pandemia.

El Ministro de Salud reconoció que la distinción de nuestro protocolo de actuación radica en que el inicio y el fin del ciclo de atención al paciente contagiado, e incluso a sus contactos, se encuentra en la comunidad, donde los médicos y enfermeros de la familia, los estudiantes de ciencias médicas, los tecnólogos de la salud y otros profesionales del ramo han protagonizado las acciones de control y prevención. 

Resaltó las intervenciones comunitarias en el escenario preventivo como la administración de Biomodulina T en adultos mayores en las instituciones sociales y la aplicación del PrevengHo-Vir, así como el uso de dos productos innovadores y la terapia de uso de plasma de personas convalecientes.

Destaco además el desarrollo de estrategias para impulsar la atención psicosocial de pacientes, personal de la salud y familiares, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia en la salud mental individual.

«Si una fortaleza hemos tenido es la de disponer de una industria biotecnológica y farmacéutica, de la que nos hemos servido para el tratamiento de los contagiados, destacándose el Interferón cubano como producto líder en el protocolo de atención, además de los dos candidatos vacunales aprobados y los dos ensayos clínicos en ejecución.

Portal Miranda significó el algoritmo de actuación en la atención del paciente convaleciente, a partir del cual se ha recopilado experiencia vital para el futuro, en el que se incluye la apertura de nuevos laboratorios, la habilitación de hospitales para la atención exclusiva de los enfermos con la COVID-19, la activación de centros de vigilancia y la herencia de protocolos aprobados.

Reconoció el aporte de los miembros de las 52 brigadas de colaboración médica que ha prestado servicios en naciones donde la situación epidemiológica ha sido compleja y ratificó que «nada impedirá que Cuba mantenga su solidaridad, a pesar de todos los obstáculos y ataques mediáticos que se gestan desde el exterior para desacreditar a nuestros profesionales del sector».

La nueva normalidad exige permanecer más unidos, más disciplinados y solidarios, aseguró. «Necesitamos el incremento de la labor que se hace y con mayor integralidad en las comunidades. Necesitamos que cada cual comprenda la importancia de incorporar nuevos estilos de vida que garanticen la salud de todos».

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