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Jóvenes en Isla de la Juventud participan en movilizaciones hacia el campo. Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 20/11/2020 | 08:38 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Es sábado y Arielys de la Caridad Ramírez se levanta más temprano que lo habitual. No se viste para la rutina diaria en la oficina de Recursos Humanos de la empresa de materiales de la construcción, sino que ahora calza botas, camisa de mangas largas y sombrero para protegerse del sol.
«Hoy toca agricultura», se dice, y sale diligente a cumplir con la tarea que la ocupa desde que la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) convocara a sus jóvenes a contribuir con la producción de alimentos en tiempos de pandemia.
Ella es una de los 6 188 jóvenes que desde marzo a esta fecha dedican sus fines de semanas al campo en Isla de la Juventud, y lo hace con orgullo y compromiso.
«Me gusta estar en todo porque soy muy inquieta, siento que con lo que hacemos ayudamos al territorio, sobre todo en la producción de alimentos que son tan necesarios… y para lo que sea, yo nunca digo que no», dice convencida esta pinera de 23 años.
Datos suministrados por el Comité Municipal de la UJC en Isla de la Juventud revelan que en estos ocho meses se movilizaron unos 34 228 jóvenes en tareas de producción de alimentos, el ahorro de portadores energéticos, la sostenibilidad, y para organizar y controlar las medidas de bioseguridad durante la crisis de la COVID-19, junto a combatientes del Ministerio del Interior y los factores de las comunidades.
«Salir del confort de la oficina no es fácil, trabajo todo el tiempo con papeles, cuños, la computadora… Ahora es el machete, la guataca y otros utensilios que tuve que aprender a manejar, para no hacerme daño en primer lugar y para hacer el trabajo bien. Ha sido una temporada de aprendizaje y socialización increíbles», dice risueña.
Arielys ha participado en todas las movilizaciones y según sus propias palabras, la ha ayudado mucho para vencer su timidez y perder el miedo escénico. Declara que ha crecido como ser humano y se siente útil cuando aporta.
Arielys es una joven pinera que no teme cambiar el confort de la oficina por la actividad en el campo. Foto: Ana Esther Zulueta
Esta joven no es de otro planeta, es una cubana que acudió al llamado del país y de su organización para participar de manera consciente y voluntaria en la atención cultural a cultivos, limpieza, escarde, chapea de caminos y canteros en los organopónicos, siembra y cosecha de habichuelas, zanahorias, quimbombó, ajo porro, pepino, ají y calabacín, entre otros cultivos que se ofertan en puntos de ventas de las comunidades y para el consumo social.
Es eso lo que la máxima dirección del país necesita del relevo. Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario de la UJC en el país, ha elogiado esa entrega, voluntad y protagonismo de los jóvenes cubanos en las principales tareas de los territorios, especialmente en momentos que el nuevo coronavirus y el recrudecido bloqueo de EE.UU. imponen buscar alternativas al desarrollo.
«Exhortamos a que la juventud se involucre en las principales tareas encomendadas por la Revolución, a que tengan mayor producción, más eficiencia y que lo hagan con creatividad, con frescura, imaginación y la racionalización, es un deber colaborar y dedicarnos con energía al trabajo», declaró a JR en Santiago de Cuba.
Arielys lo hace y se siente satisfecha. No importa que parte del esfuerzo de tantos meses se ahogara con las lluvias de Eta: ella y el resto de sus compañeros seguirán «batiendo el cobre» en los campos pineros para recuperar lo salvable y seguir creciendo, como lo hacen otros jóvenes en los campos de Cuba. Esa es su manera de pensar como país: haciendo.
Jóvenes limpian de marabú los caminos de Isla de la Juventud. Foto: Cortesía de UJC
