Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

En pos del filón rojo y blanco 

Villa Clara apuesta por su conquista. ¿Dónde está?, ¿Cuál es…?

Autor:

Nelson García Santos

 

Santa Clara, Villa Clara.— ¿Carne, leche y queso de cabra cuando escasea hasta la calabaza? ¡Una utopía al cuadrado! puede exclamar hasta el menos despistado, basado en ese cachumbambé agropecuario persistente de unas veces arriba, otras al medio y hasta abajo, pero ¡cuidado, porque llegó el momento del ahora o nunca!

Actualmente, más allá del progreso en las provisiones soñadas y por alcanzar plenamente de viandas, frijoles, arroz y hortalizas, se ha vuelto los ojos también hacia el incremento de productos de origen ovino-caprino, un filón retrasado a pesar de ser una fuente barata de proteína y leche de alta calidad.

Que se puede lograr sin la necesidad de emplear enormes recursos, bien lo sabe Delvis Crespo González, quien cuenta con un rebaño de 200 chivos en la cooperativa de crédito y servicios de Taguayabón, en Camajuaní.

Él lleva lidiando más de 15 años con esos nobles rumiantes, sobre los que posee un conocimiento de cátedra, y su predilección por estos le viene desde la infancia. «En mi casa se criaban y así empezó todo», confiesa.

En este mismísimo instante anda con nuevos bríos Crespo González, mientras se deleita contemplando y atendiendo su rebaño porque acaban de aprobarle el Proyecto de Desarrollo Local Genético de la raza Saanen, muy productora de leche.

Esto le permitirá ampliar su aporte con la entrega de sementales y pie de cría de esa especie, con la que logra buenos resultados en la producción de carne, que se comercializa a la población, y de leche destinada a niños intolerantes a la leche vacuna.

Prueba y verás

Para Crespo González criar cabras no resulta difícil, pero requiere dedicación. «Puede ser en un potrero, aunque lo mejor resulta mantenerlos en cuartones para que gasten menos energía caminando y, consecuentemente, dan más leche, que puede ser dos litros o más.

¿«Que si yo la tomo? Eso no había ni que preguntarlo. Es muy nutritiva, tiene un alto grado de digestibilidad y poca grasa. En realidad se asemeja en su composición a la materna, pues sus valores nutritivos son en gran medida aproximados. Además de las personas a quienes la leche de vaca les provoca reacciones alérgicas, otras igualmente la ingieren.

«¿El ciclo reproductivo? Dos partos en tres años. En cada uno normalmente paren dos crías, y su ciclo útil para la producción lechera dura cinco años.

¿«El secreto para producir con calidad? No hay nada debajo de la manga: Contar con animales de genotipos lecheros, mantener una adecuada alimentación y buen manejo de los animales».

Delvis habla de una fábrica de queso en vías de cristalización y cuando le pregunto si queda bueno, sabroso, se les dispara un inmenso y sonoro ¡buenísimo!

¿«Usted nunca ha tomado la leche de cabra?», me pregunta. Le doy el no con un movimiento de cabeza y agrando las cejas. «Pues no sabe lo que se ha perdido porque pone a las personas robustas, fuertes…».  

Entonces le suelto de un tirón: «Tendría que tomarme una rastra», y él replica con una sonrisa, seguida de un «Prueba y verás» definitorio.

Si otros pueden, nosotros también

 

Está más que demostrado que cuando el zapato aprieta o, mejor dicho, está reventándose, se desboca el empuje para transitar el camino del amortiguamiento o solución de los problemas.

Ahora en Villa Clara se trabaja en el rescate y construcción de nuevos centros multiplicadores de razas puras de cabras, carneros y conejos, a fin de apoyar a las entidades estatales y productores privados de todos los municipios.

El panorama actual del territorio, quizá semejante al resto del país, lo despega Miguel Rodríguez Gálvez, subdelegado de ganadería en esta provincia: «Contamos con más de 120 000 ovinos y 56 000 caprinos en el sector estatal y las diferentes formas productivas. La producción de leche caprina rebasp en octubre los 49 000 litros y la producción de carne de ambas razas, de 241 toneladas, destinadas al mercado en divisas y en moneda nacional, unas 167 más que el año pasado».

Esos guarimos muestran, según Rodríguez Gálvez, que se avanza en un programa de desarrollo de la producción ovino caprina en los trece municipios, más expedita de lograr en comparación con el ganado mayor.

El programa contempla la organización del acopio de la leche y el mejoramiento de la especie, para lo cual se deben crear centros genéticos y de multiplicación ovino—caprina en los municipios, adscritos a la Empresa de Ganado Menor de Villa Clara.

Igualmente, se les están vendiendo reproductoras y sementales a las diferentes formas de producción estatal y productores individuales, y está previsto incentivar la capacitación técnica a criadores sobre el manejo, la selección del rebaño y la alimentación con plantas proteicas, entre otras acciones.

Transitar hacia la abundancia de la producción de carne ovina y caprina resulta vital y nada tiene de escepticismo. Solo hace falta un empeño sostenido.

De hecho, infinidad de países muestran un resultado eficaz en esa rama, que encabezan a nivel mundial China, la Unión Europea, Australia e India.

Proyectando el horizonte

Con el aval de ser pionera y de referencia nacional en la introducción de proyectos en los años iniciales de la actual década, la provincia cuenta en la actualidad con 160 de esos mecanismos aprobados, incluidos los 67 en funcionamiento, cuyo fin radica en desarrollar la economía sobre la base del autofinanciamiento, con el propósito de generar ingresos a través de producciones y servicios, incluida la sustitución de importaciones.

Destinados a incentivar la prosperidad en los municipios, se instrumentan sobre la base de que aporten directamente al desarrollo en cada territorio, como ha enfatizado el primer ministro Manuel Marrero Cruz.

En buena medida ese concepto prevalece en esta provincia, pues aun cuando carecen de una situación favorable este año (debido a las dificultades originadas por el bloqueo yanqui y la afectación de la pandemia), hasta octubre aportaron más de 1 500 000 CUC; de estos, más de 97 000 a los gobiernos municipales y el resto a los organismos que los respaldan. Esos montos se utilizan para organizar otros proyectos, ampliar los existentes y acometer obras de beneficio social.  

Cristina Mediondo Roig, subdirectora de Economía y Planificación en este territorio, subrayó que los gobiernos locales logran una participación más directa en la solución de problemas gracias a esos proyectos, que pueden dar respuesta a necesidades materiales de sus territorios, crear nuevas formas de empleo y vincular objetivos de progreso con intereses territoriales, entre otros positivos impactos.

Cada municipio, de acuerdo con sus potencialidades, posee las líneas estratégicas para introducir esos programas en prácticamente todas las esferas, aunque la mayoría se despliegan en la rama de la producción de alimentos y las esferas sociocultural y medioambiental.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.