Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Servir desde el anonimato

El centro de ventas Glykys, de la ciudad vueltabajera, garantiza panes y dulces que se expenden en las zonas en cuarentena de la cabecera provincial. De sus muchachos y su esfuerzo le cuenta hoy JR

 

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— Se les ve por toda la ciudad, incluso por consejos populares apartados en los que la COVID-19 se ha posado. Van sobre triciclos, motos… Casi siempre dos muchachas son las encargadas de la venta.

A Lendy Morales Torres no le asustan las cámaras; tampoco que una le haga mil preguntas, porque es su trabajo lo que domina mejor. Esta muchacha, dependienta del centro de elaboración y venta Glykys, perteneciente a la Empresa Alimentaria, desde hace varios meses lleva sus producciones hasta las áreas en cuarentena.

Lendy Morales Torres advierte que pueden llevar productos a cinco áreas diferentes en un solo día. Foto: Dorelys Canivell Canal. 

Una vez allí, con una destreza impresionante se coloca un par de guantes en las manos, cuenta las bolsas de panes y las cajas de cake. Las vende de manera que cada hogar alcance la misma cantidad y regresa de inmediato. Cargan de nuevo el transporte y salen hacia otra localidad.

«A veces vamos a cinco lugares diferentes en un día —nos cuenta— no hay sábados ni domingos, desde hace meses es así, pero lo hacemos con mucho gusto. Sobre todo, nos cuidamos en extremo: primero para no contaminar los alimentos con la manipulación del dinero, tan riesgosa en estos momentos, y segundo porque somos madres de familia y las tenemos que cuidar. Esta es una tarea bastante intensa».

Un encargo del gobierno

El día de nuestra visita Glykys tenía que elaborar productos para 16 zonas en cuarentena, donde los surtidos se entregan con varias jornadas de intermedio. «La producción se ajusta según la cantidad de casas que se nos informa», explica Aliosha Montoto Muñoz, administradora de esta entidad, quien agrega que una parte importante de los trabajadores fueron reubicados y hoy solo se encuentran laborando 17, divididos en dos turnos.

«Tenemos que realizar un esfuerzo adicional, pero aquí se pagan horas realmente trabajadas y eso también es un incentivo. Desde el día 20 de marzo del año pasado hemos abierto y cerrado según la situación epidemiológica de la provincia y según las orientaciones de las autoridades», precisa.

Para Aliosha Montoto lo más importante es la confianza plena que tiene en sus jóvenes. Foto: Dorelys Canivell Canal. 

La tarea principal en esta etapa ha sido garantizar las entregas en las áreas en cuarentena, y no han fallado: «El trabajo fluye con la unión de todos. La panadería termina temprano, y se recogen a tiempo los pedidos. Laboramos para obtener un buen criterio y mantenemos producciones variadas que oscilan entre panes, dulces, cakes…», expresa Montoto Muñoz.

Además de ir con sus producciones hasta estas zonas, cada mañana toman pedidos por teléfono y los entregan a domicilio en el horario de la tarde.

«Es posible lograr todo esto gracias al colectivo que tenemos. Mis jóvenes —asiente esta muchacha que no por ser la jefa les gana en años— tienen mucha disposición. Yo les digo: ¡Para la carretera de Viñales!... ¡Para la de San Juan y Martínez! y jamás fallan. A ellos se integran los de más experiencia y todo fluye. No tenemos días, ni hora para llegar a la casa», reconoce.

Puertas adentro 

Tan dulce como su significado en griego, Glykys mantiene una oferta en repostería, pero también coloca a disposición de los clientes hamburguesas, croquetas y pizzas de diferentes formatos.

«Aceptamos alrededor de 30 pedidos, siempre por la mañana, y se los paso al lunchero, que los elabora de manera que estén frescos a la hora de la entrega. Yo misma los llevo en un triciclo hasta las casas», dice la joven Solanch Pozo Romero.

Y en la cocina está el lunchero Lázaro Yoel Valdés Lezcano, quien prepara él solo unas 20 pizzas familiares diarias y alrededor de 300 hamburguesas y 400 croquetas.

Algunas de las producciones de Glykys. Foto: Dorelys Canivell Canal. 

Embolsando los panes que serán enviados hasta las cuarentenas encontramos al operario Yoel Verbe Cordero, un muchacho corto de palabras que asegura que, aunque el turno comienza a las 6:00 de la mañana, no son pocas las veces que «arrancan» desde las 3:00 para adelantar. «Normalmente aquí trabajamos más personas —aclara—; somos menos porque debemos estar separados. Entonces lo que haríamos entre cuatro, ahora lo hace uno solo».

Los beneficiados 

La primera salida de Lendy este día ha sido para el consejo popular Celso Maragoto, donde hay una cuadra cerrada por tener varios vecinos confirmados con el SARS-CoV-2. En cuanto llegan los muchachos de Glykys, se movilizan los mensajeros y las ventas se hacen en menos de 15 minutos.

Rosalina Mederos Martínez, presidenta del Comité de la COVID-19 allí, comenta que piden con antelación los intereses y necesidades de los vecinos, para al otro día prestarles el servicio de bodega, carnicería, el cambio de balitas del gas… «Con Glykys estamos muy satisfechos; han sido muy puntuales y serios con las entregas».

Por su parte, Marilyn Díaz Peñate asume el rol de mensajera, y advierte que los productos de la dulcería han sido muy bien recibidos, sobre todo por las familias que tienen niños. «Además nos han ofertado comida elaborada y las principales autoridades del municipio y de la provincia se han interesado por nosotros», reconoce.

Cuando Glykys se inauguró a finales de 2017, a muchos llamó la atención por lo suntuoso del nombre y su atractivo diseño interior. Una oferta en moneda nacional con precios asequibles los distinguió desde los inicios.

Ahora se destacan por su responsabilidad en el abastecimiento de las zonas en cuarentena del municipio cabecera. Son un colectivo mayoritariamente joven, en el que la experiencia y las ganas de hacer los han convertido en eslabón indispensable en esta batalla que libra Pinar sin descanso ni sosiego. Desde su labor, ellos también son valientes.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.