Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La unidad del pueblo y el Partido debe cuidarse con celo (+Fotos, audio y video)

El Primer Secretario del Comité Central, General de Ejército Raúl Castro, presentó el Informe Central al 8vo. Congreso

Autores:

Alina Perera Robbio
René Tamayo León
Enrique Milanés León
Norland Rosendo

Al pronunciar las primeras palabras del Informe Central al 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, el Primer Secretario del Comité Central de la organización política de vanguardia, General de Ejército Raúl Castro Ruz, expresó que el cónclave «se realiza en una fecha transcendental de la historia de la nación: el aniversario 60 de la proclamación por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, del carácter socialista de la Revolución».

El 16 de abril de 1961 —recordó el compañero Raúl a propósito de la fecha— tuvo lugar «la despedida del duelo a los caídos el día anterior en los bombardeos a las bases aéreas, preludio de la invasión mercenaria por Playa Girón, organizada y financiada por el gobierno de Estados Unidos como parte de los planes para aplastar el ejemplo de la Revolución Cubana, y reimponer el dominio neocolonial en el país, con la complicidad de la Organización de Estados Americanos (OEA)».

Cuando el Congreso arribe a su día de clausura también los cubanos, como dijo el General de Ejército, estaremos conmemorando el aniversario 60 «de la victoria sobre la expedición mercenaria, alcanzada en menos de 72 horas por los combatientes del Ejército Rebelde, policías y milicianos, que bajo la dirección personal del compañero Fidel, no dieron un instante de tregua a los invasores y derramaron por vez primera su sangre en defensa del socialismo».

Los contundentes golpes propinados por la Seguridad del Estado a las agrupaciones de la contrarrevolución, que actuaron como quinta columna dentro del país, favorecieron el triunfo sobre los planes del enemigo, enfatizó el Primer Secretario del Comité Central del Partido.

La invasión por Playa Girón —añadió—, llevada a cabo bajo el mandato de un presidente demócrata, se enmarcaba en el programa de acción encubierta contra el “régimen de Castro”, puesto en vigor por el presidente Dwight Eisenhower, republicano, que preveía la creación de una oposición, la guerra psicológica, planes de atentados contra los principales dirigentes revolucionarios, en especial a Fidel, sabotajes a objetivos económicos y acciones terroristas en las ciudades, el fomento de bandas contrarrevolucionarias armadas, que masacraron a campesinos, obreros y jóvenes participantes en la gloriosa campaña de alfabetización.

«Jamás olvidaremos, resaltó Raúl, los 3 478 muertos, y los 2 099 mutilados y personas con discapacidad, víctimas del terrorismo de Estado aplicado contra nuestro país».

Seguidamente apuntó: «Efectuamos el 8vo Congreso a dos años de la proclamación de la Constitución de la República, el 10 de abril del 2019, siglo y medio después de la primera constitución mambisa de Guáimaro.

«La aprobación de la Constitución demanda la actualización de buena parte de las leyes y demás disposiciones jurídicas que desarrollan sus preceptos. Para ello la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó el correspondiente cronograma legislativo, el cual se viene cumpliendo».

El Primer Secretario apuntó que «en el período de abril del 2019 a la fecha, el parlamento cubano aprobó once leyes en interés de garantizar el funcionamiento y organización de las estructuras principales del Estado y el Gobierno. Por su parte, el Consejo de Estado emitió 33 Decretos-Leyes.

«La dirección del Estado y el Gobierno ha adoptado un conjunto de decisiones dirigidas al fortalecimiento de la capacidad legislativa, con la participación de las instituciones, las universidades y diversos centros de investigación».

El General de Ejército dijo a los presentes: «El Informe Central que presento hoy ante ustedes fue previamente aprobado por el Buró Político. En esta ocasión, considerando las restricciones que nos impone el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, se ha limitado a 300 la cantidad de delegados al Congreso, propuestos desde la base, y electos democráticamente en representación de los más de 700 000 militantes integrados en unos 58 000 núcleos».

«En estas circunstancias extraordinarias —destacó— desarrollamos el 8vo Congreso, dando cumplimiento al objetivo 17 aprobado en la Primera Conferencia Nacional del Partido, que estableció la periodicidad de cinco años para la celebración del magno evento partidista, salvo que haya amenaza de guerra, desastres naturales u otras situaciones excepcionales.

«No estamos en tiempos normales ni muchos menos, pero llegamos a la conclusión de que no solo era posible, sino también necesario celebrar nuestro Congreso en la fecha prevista».

El compañero Raúl detalló que se arriba al magno evento con el incremento de 27 mil militantes del Partido, muestra de que se ha detenido el decrecimiento que se manifestaba desde el año 2006. Es un alentador resultado, afirmó, a pesar de las bajas originadas a causa de fallecimientos, desactivaciones y sanciones aplicadas. «Igualmente es estimulante el ingreso anual como promedio de más de 39 400 nuevos militantes, la tercera parte de ellos provenientes de las filas de la UJC».

«No obstante —añadió— no podemos ignorar que, en correspondencia con las tendencias demográficas de la nación, crece la edad promedio de los militantes de nuestro Partido, donde el 42,6 por ciento tiene más de 55 años de edad.

«Al propio tiempo se ha logrado un aumento sostenido de los militantes de la UJC, que se nutre desde la masa de estudiantes y jóvenes trabajadores».

Sobre los últimos, el General de Ejército destacó que se ha dado prioridad «a los campesinos, obreros agrícolas y otros importantes sectores de la economía, para lo cual existen potencialidades no utilizadas, que podrían servir como una valiosa contribución al crecimiento futuro del Partido».

Mención aparte, reconoció, merece el enfrentamiento a la pandemia. E hizo referencia al Plan Nacional aprobado por el Buró Político el 30 de enero de 2020, el cual ha sido actualizado y enriquecido con las experiencias acumuladas en las diferentes etapas: «Este plan incluye acciones intersectoriales de la integración de los Organismos de la Administración Central del Estado, las organizaciones de masas, y la participación activa del pueblo, en especial de los jóvenes».

La principal fortaleza en esa batalla, valoró Raúl, es la voluntad política de atender la salud de la población.

«El cumplimiento de este plan, estimó, ha demostrado que es posible el control de la epidemia, mediante la observancia de los protocolos establecidos, atención diferenciada a los grupos vulnerables, la búsqueda activa de casos, así como el aislamiento de sospechosos y contactos, el ingreso hospitalario y tratamientos preventivos y terapéuticos con medicamentos novedosos producidos por la industria farmacéutica y biotecnológica cubana surgida bajo la dirección personal del Comandante en Jefe.

«Los resultados alcanzados son posibles solo en una sociedad socialista, un sistema de salud universal gratuito, accesible y con profesionales competentes y comprometidos». No obstante, alertó el General de Ejército, «en los últimos meses se ha producido un rebrote a nivel mundial del cual Cuba no está excluida, como consecuencia, entre otras razones, de haberse relajado el cumplimiento de las medidas establecidas.

«La respuesta del país ante la COVID-19 se ha caracterizado por el aporte de los científicos y expertos en el desarrollo de investigaciones e innovaciones, con la introducción inmediata de sus resultados dirigidos a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes. Se trabaja intensamente en los ensayos clínicos de cinco candidatos vacunales que podrían servir para inmunizar a toda la población cubana y contribuir a la salud de otras naciones. Estos resultados por sí mismos, como ya he expresado en otras ocasiones, hacen que cada día crezca mi admiración por Fidel».

Sobre los documentos que se presentan al Octavo Congreso del Partido Comunista, el Primer Secretario comentó que ellos son resultado del trabajo de las tres comisiones en las que tendrán lugar los análisis de la magna cita.

Los textos, dijo Raúl, «fueron previamente discutidos en los comités provinciales del Partido y los Consejos de Gobierno a ese nivel, con la participación de los primeros secretarios del Partido, dirigentes de las organizaciones de masas y cuadros administrativos de los municipios, así como en los consejos de dirección de los Organismos de la Administración Central del Estado y las direcciones nacionales de las organizaciones de masas y la Unión de Jóvenes Comunistas».

«Fruto de esos debates, fueron introducidas significativas modificaciones que enriquecieron su contenido. Más recientemente se sometieron a la consideración de los delegados al Congreso, agrupados en las respectivas delegaciones provinciales».

Fotos: Juvenal Balán

La economía ha resistido, pese al bloqueo de Estados Unidos

Raúl señaló que la economía cubana, en los últimos cinco años, ha demostrado capacidad de resistencia frente al recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, lo que permitió preservar las principales conquistas de la Revolución en la salud pública, la educación y la seguridad social, sin renunciar a los objeticos de desarrollo previstos y al apoyo solidario a otras naciones.

Persisten, dijo, efectos negativos asociados el exceso de burocracia, deficiente control de los recursos, causa y condición por excelencia del dañino fenómeno de la corrupción y otras ilegalidades, que limitan el incremento de la productividad y la eficiencia. No han dejado de estar presentes problemas estructurales del modelo económico, que no proporciona suficientes incentivos para el trabajo y la innovación.

Para transformar de manera irreversible este escenario se impone imprimir mayor dinamismo al proceso de actualización del modelo económico y social de modo que se propicie una adecuada combinación del carácter sincronizado de la planificación con la autonomía y descentralización necesarias de las instancias intermedias del sistema empresarial y los gobiernos locales.

Se requiere consolidar el proceso inversionista sobre la base de la integralidad, sin espacio para las chapucerías y la improvisación, potenciar la productividad y la eficiencia del sector estatal de la economía en las esferas que determinan el desarrollo del país, al tiempo que se flexibilizan e institucionalizan las formas de gestión no estatales, afirmó el Primer Secretario del Comité Central.

Recientemente fue ampliado de manera significativa el alcance de las actividades laborales que pueden ejercerse por cuenta propia. Pasaron de 127 actividades permitidas a más de 2000. Esta decisión, acogida con entusiasmo por la opinión pública nacional y extranjera, fue, como era de esperar, cuestionada a los pocos días y calificada de insuficiente por quienes sueñan con la restauración capitalista en nuestro país y la privatización.

Se ha demandado el ejercicio privado de algunas profesiones, mientras a las demás no se le permite. Parecería que el egoísmo, la codicia y el afán de mayores ingresos provocan en algunos el aliento para desear que se inicie un proceso de privatización que barrería los cimientos y las esencias de la sociedad socialista construida a lo largo de más de seis décadas. Por ese camino, en poco tiempo, se desmontarían también los sistemas nacionales de educación y salud pública, algo gratuito y de acceso universal para todos los cubanos.

Otros, esperando hacer estallar el principio socialista del monopolio del Estado sobre el comercio exterior, vienen reclamando que se autorice la importación comercial privada en el ánimo de establecer un sistema no estatal de comercio exterior.

Son estas, leyó en su Informe Central, cuestiones que no pueden prestarse a confusión y mucho menos a la ingenuidad por parte de los cuadros de dirección y los militantes del Partido. Hay límites que no podemos rebasar porque las consecuencias serían irreversibles y conducirían a errores estratégicos y la destrucción misma del socialismo y con él, de la soberanía y la independencia nacional.

Cuando hablo de estos asuntos, confesó Raúl, viene a mi memoria lo expresado por el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana en la clausura del 6to. Congreso de la UJC, el 4 de abril de 1992: sin firmeza, sin decisión, sin un espíritu consecuente, la Revolución ni siquiera habría triunfado, porque los que hacen concesiones, los que claudican, los que se ablandan, los que traicionan, esos nunca llegan a ninguna parte.

No puede olvidarse jamás que la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción constituye la base del poder real de los trabajadores.

El sistema empresarial estatal tiene ante sí el reto de demostrar en la práctica y afianzar su posición como la forma de gestión dominante de la economía. Esto no es algo que se alcance por decreto; es una condición imprescindible para el sostenimiento de la sociedad socialista; por ello, es ineludible provocar un estremecimiento de las estructuras empresariales, desde arriba hacia abajo y viceversa, que destierre definitivamente la inercia, el conformismo, la falta de iniciativas y la cómoda espera de decisiones por los niveles superiores. Hay que modificar viejos malos hábitos y desarrollar rasgos emprendedores y proactivos en los cuadros de dirección de nuestras empresas y establecimientos, que cada día funcionarán con mayor autonomía, persiguiendo producciones superiores con más eficiencia. Todo esto se dice fácil; lo difícil, pero no imposible, es materializar y consolidar el cambio.

Es preciso cimentar –llama el Informe Central- un verdadero giro en la mentalidad, en aras de defender el incremento de la producción nacional, en especial de los alimentos, desterrar el dañino hábito de importarlos y generar exportaciones diversificadas y competitivas. Sin dejar de aspirar a trabajar por superiores niveles de satisfacción de nuestras necesidades hay que acostumbrarse a vivir con lo que tenemos y no pretender gastar más de lo que seamos capaces de generar. Hacer lo contrario constituye un error que ya hemos cometido en varias etapas y que no debemos repetir.

Raúl convocó a la militancia cubana a no olvidar que en el ahorro se encuentra el ingreso más rápido y seguro a nuestra disposición. El sector del turismo internacional que venía creciendo de manera sostenida hasta el año 2018, sufrió una caída en el 2019 como consecuencia de las medidas adoptadas por la administración norteamericana, a lo que se suman los efectos demoledores de la pandemia mundial de la COVID-19.

A pesar de ello, dijo, se ha aprovechado el cierre de la mayoría de los establecimientos para dar mantenimiento y mejorar la planta hotelera, de modo que al reiniciarse la operación turística podamos ofrecer un servicio de superior calidad. Somos optimistas y estamos seguros de que este sector no solo se recuperará, sino que continuará desarrollándose en bien de toda nuestra población.

Por ello, llamó a lograr que las demandas insatisfechas de la población constituyan un incentivo para los productores nacionales sobre la base de la utilización eficiente y racional de los recursos materiales y financieros.

No resulta ocioso reiterar que las decisiones en la economía en ningún caso pueden generar ruptura con ideales de justicia e igualdad de la Revolución y mucho menos debilitar la unidad del pueblo en torno a su Partido, el cual defenderá por siempre el principio de que en Cuba jamás se permitirá la aplicación de terapias de choque, continuó en la exposición del Informe.

A pesar de las tensiones agravadas que enfrenta la economía nacional, continuó el Primer Secretario del Comité Central, es propicia la ocasión para agradecer a buena parte de nuestros acreedores la disposición de restructurar las deudas vencidas y asegurarles la voluntad de cumplimiento de los compromisos financieros internacionales en la medida en que recuperemos la economía.

Raúl precisó que el país ratifica la decisión de garantizar los depósitos bancarios en MLC y en pesos cubanos, así como el efectivo en manos de la población y de las personas jurídicas extranjeras y nacionales.

La situación extrema de falta de liquidez, dijo, obligó a reintroducir las ventas en MLC en una parte del comercio minorista y más adelante del mayorista. Esta necesaria medida tuvo el propósito de asegurar en el mercado interno un conjunto de surtidos que a lo largo de los últimos cinco años fue desapareciendo de la oferta estatal y dejó espacio para la actividad ilegal de la compra en el exterior y la reventa de estos artículos.

Por ello, explicó, se ampliaron las ventas en MLC hacia otros productos, con el objetivo de incentivar las remesas de cubamos en el exterior a sus familiares. Junto a ello, el Gobierno ha asegurado la asignación de un apreciable volumen de divisas para garantizar la sostenibilidad de la oferta en pesos cubanos.

Raúl detalló que, con el decurso de los meses y las intervenciones del presidente de la República, del primer ministro y otros funcionarios, se logró hacer comprender que las ventas en MLC son necesarias y perdurarán el tiempo que nos tome recuperar y fortalecer la economía.

Hemos continuado –prosiguió- adoptando medidas en interés de estimular la inversión extranjera. Es hora de borrar de nuestras mentes prejuicios del pasado asociados a la inversión extranjera y asegurar una correcta preparación y diseños de nuevos negocios con participación del capital extranjero.

Muestra de ello son los resultados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que se erige en importante polo de atracción a inversionistas extranjeros y nacionales que disfrutan de impresionantes infraestructuras que no han dejado de ejecutarse a pesar del reforzamiento del bloqueo, ejemplificó.

Una mirada a los Lineamientos

El Primer Secretario del Comité Central destacó que la Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo no logró organizar de manera adecuada la participación de los diferentes actores en la implementación de los lineamientos y asumió funciones que excedieron el mandato otorgado por el Congreso, lo cual limitó el papel de los organismos, organizaciones y entidades. Al propio tiempo, precisó, que no se propició de manera suficiente que las organizaciones políticas y de masas desempeñaran un papel más activo en este proceso.

El General de Ejército explicó que el Buró Político adoptó la decisión de distribuir las responsabilidades en la conducción de la implementación de los Lineamientos entre la propia Comisión y los organismos de la Administración Central de Estado y entidades nacionales, con lo cual se lograron avances superiores, dijo.

Raúl informó que, como resultado de la actualización de los Lineamientos aprobados en el 7mo. Congreso, se impone mantener 17, modificar 165, suprimir 92 y adicionar 18, con lo cual la cifra actualizada es de 200.

Sobre la conceptualización de Modelo Económico y Social, considerada como la guía teórica y conceptual para la construcción del Socialismo en Cuba, aprobada en el pasado Congreso, el Informe Central ratifica que se mantienen los principales postulados y se introdujeron modificaciones para mayor precisión en algunas cuestiones que serán debatidas por los delegados en la magna cita.

Tarea Ordenamiento, entre logros y retos

Al abordar la Tarea Ordenamiento (TO), el General de Ejército recordó que luego de más de una década de estudio y trabajo, el primero de enero de este año comenzó su aplicación.

Reiteró la idea de que la TO no es la solución mágica a los problemas de la economía, pero sí contribuye a ordenar y transparentar el desempeño de los diferentes actores, a la vez que debe incentivar el amor por el trabajo y sentido de la vida de los ciudadanos. Fue enfático al apuntar: «Hay que borrar la dañina noción surgida al amparo del paternalismo e igualitarismo de que Cuba es único país donde se puede vivir sin trabajar».

Añadió que el nivel medio de vida y consumo de los cubanos debe estar determinado por los ingresos legales que reciben y no por subsidios excesivos y gratuidades indebidas.

Calificó de proceso complejo a la Tarea Ordenamiento y también como «un conjunto de decisiones que no tienen precedentes en la historia reciente de la Revolución». Por eso, explicó, tanto tiempo empleado en la etapa de diseño, en la que participaron expertos de varias esferas del ámbito productivo y académico, y en la cual se tomaron en cuenta además valiosas contribuciones de instituciones de otras naciones y experiencias de China y Vietnam, «salvando las diferencias», aclaró.

El Primer Secretario informó que a la par de inobjetables logros en el proceso de implementación de la TO, también ha habido deficiencias. Aludió a la débil preparación, capacitación y negligencia, así como a falta de exigencia, sensibilidad política y control e insuficiente comunicación institucional por parte de los cuadros y funcionarios encargados de su ejecución.

Como consecuencia, señaló, hubo «establecimiento de precios excesivos e inconformidad con tarifas de servicios públicos, como electricidad, agua, gas, comedores obreros, entre otros». También cuestionó errores en la reforma salarial y en los sistemas de pago.

A partir de ello, dijo, el Partido y el Estado han desarrollado un intenso trabajo orientado a corregir con agilidad las desviaciones y modificar las que se apartaban del diseño.

Orientó que la Tarea Ordenamiento deberá seguir su proceso de implementación ajustado al cronograma aprobado y aseveró que lo más importante es «la consolidación de sus postulados y la obtención de los resultados económicos y productivos, que contribuyan a la construcción en Cuba de un Socialismo próspero y sostenible». 

Partido de la nación

Raúl recordó que el artículo cinco de la Constitución de la República, cuya redacción íntegra es obra personal del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, consagra al Partido Comunista de Cuba como la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia la construcción del Socialismo, y añadió que se mantuvo en la actual Carta Magna con idéntico número y contenido que en la promulgada en 1976.

El texto constitucional, explicó, supone una gran responsabilidad para todos los militantes, ya que la autoridad moral del Partido único, que garantiza y representa la unidad de la nación, emana de la ejemplaridad en el cumplimiento del deber, en las elevadas cualidades éticas, políticas e ideológicas, y en el estrecho vínculo con las masas.

Raúl reiteró que recae en el Partido la honrosa misión de ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en el líder fundador de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Como parte del Informe Central, el General de Ejército analizó el trabajo realizado desde la Primera Conferencia (en 2012) a hoy, mostrándose un avance en el cumplimiento de sus objetivos y en el estilo de trabajo del Partido.

Analizó la labor realizada en la atención a las organizaciones de base y la solución de los principales problemas de la vida política, económica y social, así como el trabajo para eliminar la suplantación de las funciones que corresponden al Estado, el Gobierno y las instituciones administrativas.

Recordó que los Estatutos del Partido lo definen como continuador del Partido Revolucionario Cubano creado por Martí para dirigir la lucha por la independencia, del primer Partido Comunista de Cuba fundado por Baliño y Mella, y del nacido de las tres organizaciones revolucionarias que encabezaron la lucha contra la tiranía batistiana.

La existencia en Cuba de un único Partido ha estado y estará siempre en el foco del enemigo, empeñado en desunir a los cubanos con el canto de sirena del sacrosanto capitalismo, alertó nuevamente el General de Ejército.

Por ello, expuso, la unidad del pueblo y el Partido debe cuidarse con celo, y jamás aceptar la división que busca imponérsenos bajo el falso concepto de democracia, como primer paso para destruir desde dentro la Revolución, el socialismo y por consiguiente, la independencia nacional, y volver a caer bajo el dominio del imperialismo norteamericano.

Como tenemos un solo Partido —reflexionó el Primer Secretario—, tenemos que aplicar la más alta democracia y mantener un permanente intercambio —sincero y profundo— de opiniones. Hay que asegurar la participación creciente de los ciudadanos en las decisiones fundamentales, indicó.

En el Informe Central del 8vo Congreso se recoge un análisis sobre el fortalecimiento del trabajo del Partido en la atención a la Juventud Comunista y a las organizaciones estudiantiles y juveniles.

Destaca lo avanzado en contra de los prejuicios y la discriminación, en aras de seguir consolidando la unidad de los cubanos, y subraya la actualización de la política de atención a las organizaciones religiosas y las asociaciones fraternales.

Sobre las organizaciones de masas, el General de Ejército explicó que se requiere revitalizar su accionar en todas las esferas de la sociedad y actualizar su funcionamiento en correspondencia con los tiempos que vivimos, muy diferentes a los de los primeros años de la Revolución, cuando nacieron.

Llamó así a rescatar el trabajo en las bases, las fábricas, las granjas y los barrios, en las cuadras, en defensa de la Revolución, y el enfrentamiento al delito y las indisciplinas sociales. Tenemos —dijo— que elevar la vigilancia y la intransigencia ideológica.

El Informe Central distinguió la continuidad del trabajo del Partido Comunista de Cuba en apoyo de la Federación de Mujeres Cubanas y otras instituciones, en defensa del derecho de la mujer y las denuncias sobre la violencia de género. Reclamó además enfrentar los prejuicios por la orientación sexual y la identidad de género.

A propósito, se destaca que, en cumplimiento del mandato constitucional, el Consejo de Estado aprobó la comisión para elaborar el Anteproyecto del Código de las Familias para su análisis en el Parlamento y posterior discusión en la población, en lo cual ya se trabaja.

Resalta además el Programa de Gobierno y la comisión encabezada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para atender los problemas de discriminación racial que aún perviven en nuestra sociedad, lo cual propiciará un enfrentamiento más efectivo a un rezago del pasado y una mayor coherencia en el debate público del tema.

Foto: Estudios Revolución

Trabajo ideológico

Sobre la labor ideológica, Raúl destacó que constituye una de las principales direcciones de trabajo del Partido, pero, dijo, no me siento satisfecho con los avances logrados.

Respecto al trabajo de los medios de prensa de la Revolución, indicó que, si bien se caracterizan por su apego a la verdad, persiste el triunfalismo, la estridencia y la superficialidad en la manera con que se aborda la realidad del país.

En ocasiones —reflexionó— se presentan trabajos periodísticos que, en lugar de esclarecer, tienden a confundir, y estos enfoques dañan la credibilidad de la política informativa y la comunicación social.

La inmediatez no está reñida con la objetividad, la profesionalidad y sobre todo con la intencionalidad política, sentenció el Primer Secretario del Partido.

El General de Ejército explicó que en el trabajo político ideológico no es suficiente hacer más de lo mismo: se requiere creatividad, ajustarlo con efectividad al escenario que vivimos, potenciar el estudio de la historia del país.

Se precisa de una profunda transformación dirigida a potenciar las esencias y valores que emanan de la obra de la Revolución, señaló.

El Primer Secretario denunció los intentos del gobierno de Estados Unidos para resquebrajar la unidad nacional a través de actividades dirigidas a sectores de la sociedad cubana, además de no dejar de financiar las acciones de agresión radial y televisiva y la creación de plataformas digitales con contenidos subversivos.

No olvidemos —dijo— que el gobierno de EE.UU. creó el grupo de trabajo sobre Internet para Cuba, aspira a que las redes sociales se conviertan en canales de subversión, y promueve redes inalámbricas ilegales y ataques cibernéticos a objetivos estratégicos del país.

De la Internet, de sus bondades y peligros, hemos hablado desde hace ya varias decenas de años, recordó. Alertó al respecto que a estas alturas no debe existir espacio para la ingenuidad y que el entusiasmo por las nuevas tecnologías no debe prevalecer sin asegurar la seguridad informática.

Política de cuadros

El Informe Central al 8vo Congreso del Partido, presentado al plenario por el General de Ejército, expuso los resultados en la concepción organizativa y la materialización de la política de renovación paulatina de los cargos decisorios y la promoción de jóvenes, mujeres, negros y mulatos sobre la base del mérito y las cualidades personales, aunque lo alcanzado, señaló críticamente Raúl, es absolutamente insuficiente.

Persisten debilidades en la aplicación de la política de cuadros, que se reflejan en la tendencia al formalismo y la superficialidad de no pocos cuadros que se consideran imprescindibles, el escaso vínculo con el pueblo, falta de sensibilidad y capacidad para movilizar a los colectivos, y débil trabajo hacia la preparación de sus subordinados. Se denuncia también la poca intencionalidad y proyección para mejorar la cantera de cuadros en cuanto a mujeres, negros y mulatos.

El General de Ejército recordó el Artículo 4 de la Constitución de la República, que recoge que la defensa de la Patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano.

Esa es una condición ineludible en la política de cuadros, que debe ser tenida en cuenta en el quehacer de todos los militantes del Partido y no debe ser promovido un compañero que por motivos injustificados no haya cumplido el servicio militar activo, subrayó.

Al respeto elogió el ejemplo que desde 2002 da el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyos estudiantes del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) deben, previo a su ingreso, cumplir el servicio militar en la Brigada de la Frontera, frente a la ilegal base naval de Guantánamo.

A la luz de la tendencia al envejecimiento de la población cubana, que entre otros muchos efectos reduce la cantidad de ciudadanos que arriban a la edad militar, la experiencia del ISRI debería estudiarse, con el propósito de generalizarla de forma gradual a toda la educación superior, recomendó.

Al resumir el tema, en el Informe Central se señala que, por su carácter estratégico, la política de cuadros del Partido requiere constante perfeccionamiento, de forma tal que asegure la selección, formación y promoción de cuadros que se caractericen por su fidelidad a la Revolución, humildad, modestia, ejemplo personal y liderazgo.

Denuncia de un bloqueo infructuoso

Contundente denuncia fueron las palabras que el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista dedicó al bloqueo con el cual el gobierno de los Estados Unidos ha atacado a la nación cubana.

A pesar del rechazo reiterado y abrumador de la comunidad internacional —afirmó—, el bloqueo perjudica las relaciones económicas de Cuba con prácticamente todas las naciones del planeta.

Es un fenómeno, dijo, que se expresa marcadamente en el sector financiero, cuando la banca nacional de varios países privilegia las disposiciones estadounidenses sobre las decisiones políticas de sus propios gobiernos.

El compañero Raúl denunció que ese bloqueo que los cubanos enfrentan desde hace más de 60 años con esfuerzo, sacrificio y creatividad, hubiera sido capaz de devastar la economía y la estabilidad social de cualquier país, aún de aquellos que poseen más recursos.

«Es la guerra económica más abarcadora, desigual y prolongada —afirmó el General de Ejército— que se haya desatado contra nación alguna. Solo en las condiciones del sistema socialista, basado en la justicia social, la unidad del pueblo en torno al Partido, y el empeño mancomunado y solidario de defender al país, puede una nación subdesarrollada y relativamente pequeña como la nuestra, con escasas riquezas naturales, evitar el colapso, e incluso avanzar en su desarrollo».

El Primer Secretario recordó que la política contra Cuba desatada por el anterior gobierno de los Estados Unidos —la cual se endureció en medio de las condiciones provocadas por la pandemia de la COVID-19—, puso de manifiesto, de modo ostensible, la despiadada naturaleza del imperialismo.

A veces no se comprende lo suficiente, o no se valoran con detenimiento los datos objetivos sobre el daño que Estados Unidos ha causado en la economía cubana, el impacto objetivo de las más de 240 medidas coercitivas adoptadas desde 2017, razonó el General de Ejército.

«Debe entenderse, añadió, que no se trata de simples acciones de incremento del bloqueo, sino de nuevos métodos, algunos sin precedentes, que llevaron la magnitud de la guerra económica a un escalón cualitativamente más agresivo». E hizo hincapié en que ese cerco se refleja en las carencias materiales que golpean la vida cotidiana de cada cubano.

«A esto se suma la descarada campaña financiada desde Washington para promover la mentira de que el bloqueo (…) no es un problema significativo para nuestro desarrollo y nuestra estabilidad económica. Es una falsedad que se difunde por vía de los poderosos medios de información al servicio del imperialismo, y de las redes digitales diseñadas para influir en el pensamiento de muchos, incluso, en algunos de nuestros compatriotas».

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista recordó que entre las acciones para reforzar el cerco económico contra Cuba estuvo elaborar, en noviembre de 2017, una relación de entidades empresariales cubanas a las cuales se les sometería a restricciones adicionales a las ya sufridas por el bloqueo: «Esa lista, que se actualizó varias veces, abarca hoy 231 unidades, muchas de ellas con responsabilidad en la red de comercio minorista del país, el sistema de abastecimiento de las necesidades más importantes para la economía y la población, todas las instalaciones hoteleras del país y varias instituciones del sector financiero».

Raúl expresó que el gobierno de Estados Unidos justifica esas acciones con el pretexto de estar restringiendo la actividad de empresas pertenecientes al sector de la defensa y la seguridad, a las cuales acusa de sostener la «represión de los derechos humanos» en Cuba, y la «intervención» cubana en Venezuela.

Nuestro pueblo, dijo, conoce bien que esta persecución ilegítima se dirige contra entidades exitosas, cuya función social es totalmente económica y comercial, como sucede en cualquier parte del mundo, al asegurar un aporte significativo a la economía nacional.

El pueblo cubano, argumentó Raúl, «también conoce con clara certeza y por experiencia histórica, que el objetivo de estas medidas es extender el cerco económico para sabotear el sistema empresarial, obstaculizar el proceso de actualización de la economía, quebrar la gestión del Estado e imponer la informalidad, la atomización de la actividad económica y el caos en la declarada meta de estrangular al país y provocar un estallido social».

«En la extraordinaria tarea de enfrentar la pandemia de la COVID-19, hemos tenido que dedicar cuantiosos recursos a garantizar con urgencia el equipamiento y los materiales necesarios para nuestros hospitales y centros asistenciales. El costo hubiera sido menos oneroso si Cuba no tuviera que acudir a mercados lejanos y muchas veces indirectos para adquirir tecnologías sujetas a las prohibiciones del bloqueo».

El General de Ejército denunció que la persecución financiera adquirió las características de una verdadera cacería contra las transacciones cubanas, lo que perjudica nuestras capacidades de pago para los productos y servicios de importación, y para el cobro de lo que exportamos con el consecuente encarecimiento del comercio exterior en su conjunto.

Al castigar a Cuba y a los cubanos que viven dentro y fuera del país, expuso Raúl, Estados Unidos limitó primero y cortó después, prácticamente, toda posibilidad de remesar dinero a Cuba. Estas realidades están presentes en el desabastecimiento de productos imprescindibles en el consumo de la población y son causa además de muchas de las dificultades de la industria nacional para contar a tiempo con los insumos necesarios para la producción, con la calidad y las normas requeridas. Ello abarca tanto bienes de consumo, como medicinas y productos de la industria alimentaria.

El reforzamiento del bloqueo, dijo Raúl, complica el cumplimiento de los compromisos financieros internacionales, a pesar de la firme determinación de honrarlos, y del esfuerzo que acomete el país caribeño para los pagos, los cuales conllevan grandes sacrificios.

Las restricciones de viajes a Cuba —lo que significó un golpe brutal a una parte considerable del sector no estatal de la economía, dedicada a los servicios—, también fueron traídas a colación por el General de Ejército.

«El daño que estas medidas causan al nivel de vida de la población no es fortuito ni fruto de efectos colaterales; es consecuencia de un propósito deliberado de castigar, en su conjunto, al pueblo cubano», enfatizó. Y seguidamente no pasó por alto que «muchas de las acciones más significativas por su grado de crueldad son inadmisibles de cara al derecho internacional».

Al enfrentar medidas propias de la Guerra No Convencional, los cubanos, dijo Raúl, «hemos transitado por períodos de mucha tensión, y si el costo no ha sido demoledor, como esperaba Estados Unidos, es por la fortaleza de la sociedad que hemos construido y defendido, y por la capacidad de resistencia de nuestro pueblo».

Otro de los actos que mejor describen la naturaleza del imperialismo, y de su agresión contra la nación, expresó el General de Ejército, es la inmoral campaña desatada contra la cooperación médica internacional que enfrenta Cuba. «Nuestra trayectoria en este frente no tiene comparación en el mundo, es un esfuerzo consustancial a los principios morales sobre los que se edifica la sociedad cubana y descansa en la noción de que compartimos lo que tenemos, no lo que nos sobra».

El ataque estadounidense, denunció el Primer Secretario, va dirigido a desprestigiar una labor tan noble y reconocida, y a privar a Cuba de los ingresos justos, honestos y legítimos que con su esfuerzo aseguran miles de profesionales formados técnica y éticamente en el país.

El acceso a la salud es un derecho humano universal, y el gobierno de Estados Unidos comete un crimen, subrayó Raúl, pues se dedica a sabotear la que constituye la única fuente de servicios médicos para millones de personas en el mundo.

El pueblo debe conocer bien la Ley Helms-Burton

La Ley Helms-Burton, según explicó Raúl, es un instrumento político y jurídico despreciable, concebido con gran oportunismo en los momentos más duros del período especial, cuando en Washington albergaban la confianza de que la Revolución no sería capaz de sostenerse fiel al compromiso de mantener en alto las banderas del socialismo y salvaguardar la causa que defendieron nuestros mártires.

Dicha ley incluye la promoción de la subversión política de Estados Unidos contra Cuba, con el respaldo cada año de un financiamiento oficial y millonario del presupuesto federal. Llega al colmo, dijo, de diseñar el programa de intervención política en nuestro país y el establecimiento de un tutelaje que sometería a la nación cubana a la condición de territorio subyugado y subordinado a la soberanía de Estados Unidos bajo un interventor nombrado por este.

Por eso, dijo Raúl, esta es una ley que nuestro pueblo debe conocer bien y no darse el lujo de olvidar, aun si algún día fuera derrotada.

El Primer Secretario recordó que cuando en diciembre de 2014 el Gobierno cubano decidió con el Gobierno de Estados Unidos avanzar hacia un mejor entendimiento, expresó ante la Asamblea Nacional que se había dado un paso importante, pero quedaba por resolver lo esencial: el cese del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, recrudecido en los últimos años.

Raúl precisó que la agresiva conducta desatada por la anterior administración norteamericana reafirma que cualquier perspectiva positiva en la relación entre ambos países, para que sea sostenible, tendría que estar asociada a la abolición del bloqueo y el andamiaje legislativo que lo sustenta.

Destacó que Cuba no se ilusiona con que se trate de algo fácil ni sencillo; por el contrario, se requerirá de la voluntad política sensata y respetuosa de quien gobierna Estados Unidos.

Igualmente recordó que Cuba ha sostenido y sostiene que no ve al pueblo estadounidense como enemigo y que las diferencias políticas e ideológicas no son impedimento para una relación respetuosa y civilizada. Hemos manifestado que podemos desarrollar cooperación en muchos asuntos de beneficio para ambos países y la región, ejemplificó.

Al respecto, el Primer Secretario ratificó, desde el Congreso, la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relaciones con Estados Unidos, sin que se pretenda que, para lograrlo, Cuba renuncie a los principios de la Revolución ni al socialismo, realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia, o ceda en la defensa de sus ideales ni en el ejercicio de su política exterior.

Raúl afirmó que tenemos el deber de permanecer alertas, asumir con responsabilidad las enseñanzas de la Historia y proteger a nuestro país y al derecho soberano de existir por el que se han sacrificado tantas generaciones de cubanos. Debemos, dijo, hacerlo sin descuidar la defensa y con un esfuerzo constante y comprometido dirigido a edificar las bases económicas que nos permitan enfrentar con éxito una guerra económica incesante y asimétrica.

Hace hoy exactamente cinco años –recordó en el Informe Central- advertimos que la región de América Latina y el Caribe se encontraba bajo los efectos de una fuerte contraofensiva promovida por el imperialismo y las oligarquías regionales contra los gobiernos revolucionarios y progresistas que habían llegado al poder. Esa contraofensiva se fortaleció cuando la conducción de la política exterior de Estados Unidos cayó en manos de personajes siniestros vinculados a episodios injerencistas e intervencionistas en nuestra región y asociados a elementos de la contrarrevolución cubanoamericana.

Nunca –precisó Raúl- disimularon su compromiso con la vigencia de la doctrina Monroe; además, mezclaron el fanatismo antisocialista con la desesperación por conseguir sus objetivos a corto plazo, acudieron a métodos de guerra no convencional y a operaciones desestabilizadoras sumamente peligrosas para toda la región, demostraron desprecio hacia nuestros pueblos e instituciones, desconocieron los derechos soberanos de todas las naciones del hemisferio y amenazaron peligrosamente a la paz y seguridad regionales.

El compromiso con América Latina y el Caribe es invariable

Raúl matizó que varios gobiernos de la región pretendieron ignorar la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en La Habana por los Jefes de Estado y de Gobierno de la región en 2014. Ese instrumento político trascendental –dijo- descansa sobre principios imprescindibles para la plena independencia y el real disfrute de los derechos soberanos.

El Primer Secretario mencionó que la utilización frecuente de la mentira para justificar acciones se combinó con medidas coercitivas unilaterales con altos costos para los pueblos de Nuestra América. A fines del 2018, la administración norteamericana decidió lanzar una ofensiva de agresión específica contra Venezuela, Nicaragua y Cuba, con el propósito de alcanzar en el corto plazo el derrocamiento de los gobiernos de los tres países.

Al respecto, comentó que, si bien el imperialismo fracasó en su empeño, ello recuerda que sus amenazas a la región no son el reflejo de un lejano pasado ya superado, sino un peligro vigente dentro del poder político de Estados Unidos.

Raúl denunció el papel de la OEA y del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, siempre al servicio de los intereses hegemónicos de Estados Unidos. Asimismo, expuso las acciones para sabotear la CELAC y para la destrucción de UNASUR.

Además, dijo, debemos reconocer que el neoliberalismo volvió a demostrar su incapacidad para resolver los problemas de la región y ejemplificó con el papel de este en el desmantelamiento que impidió a gobiernos responder al flagelo de la COVID-19. Su legado ha sido, dijo, el incremento de las desigualdades y el agravamiento de la crisis, y el estancamiento e inestabilidad que sufren muchas de las sociedades de Nuestra América.

Raúl reiteró la solidaridad de los cubanos con Venezuela, con la unión cívico militar de su pueblo y con su legítimo y único presidente, Nicolás Maduro Moros. Además, subrayó la solidaridad con la Nicaragua sandinista, su pueblo y el presidente, comandante Daniel Ortega, y el saludo al presidente Luis Arce, de Bolivia.

Igualmente, dijo que observamos con respeto y solidaridad los procesos políticos que encabezan los presidentes Andrés Manuel López Obrador, en México, y Alberto Fernández, en Argentina, y manifestamos solidaridad con el expresidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva.

Raúl reiteró que seguiremos apoyando los legítimos intereses de las naciones del Caribe, entre ellos su reclamo a recibir compensación por la esclavitud y el colonialismo.

El Caribe, dijo, siempre podrá contar con Cuba y mencionó de manera especial a Haití, país por el que, subrayó, la comunidad internacional debería hacer más. Aseguró que se mantiene el pleno respaldo al derecho de independencia y autodeterminación de Puerto Rico.

El compromiso de Cuba con la unidad de América Latina y el Caribe es inconmovible, aseguró, al tiempo que aludió a principios básicos de la Revolución como el respeto a la soberanía, el derecho y la libre autodeterminación de los pueblos, así como la voluntad de promover la cooperación y la integración regional. No cejaremos, añadió, hasta hacer de Nuestra América la Patria común de todos sus hijos.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido destacó las excelentes relaciones con los partidos y gobiernos de China, Vietnam, Laos y la República Popular Democrática de Corea, países socialistas asiáticos con los que nos unen una amistad y solidaridad históricas.

Se refirió a la relevancia de proyectos económicos en China y Vietnam que tributan al plan de Desarrollo Económico y Social previsto hasta 2030.

En el ámbito de las relaciones internacionales reconoció que también se han profundizado los nexos políticos y de alto nivel con Rusia, país con el que Cuba, apuntó, comparte altas coincidencias en diversos temas de la agenda internacional y que ha mantenido una posición firme de rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero de Washington contra La Habana.

También el Informe señala que se ha avanzado, a pesar de las diferencias políticas, en los vínculos con la Unión Europea, a través de la instrumentación del Acuerdo de diálogo político y cooperación, sobre la base del respeto mutuo y la reciprocidad.

Raúl aseguró que mantendremos la colaboración y solidaridad con África, continente con el que nos unen fuertes lazos de historia, cultura y hermandad, y ponderó que miles de colaboradores de la Salud y otros sectores prestan allí sus servicios en más de 30 países. Agradecemos, subrayó, la posición unánime de la Unión Africana en contra del bloqueo. También se refirió al apoyo a la causa de los pueblos palestino y saharaui.

La defensa sigue siendo prioridad

El Primer Secretario se refirió a que el escenario actual y su probable evolución exige de todos nosotros asegurar de modo permanente la prioridad de la defensa, en total correspondencia con las certeras reflexiones de Fidel en el Primer Congreso: mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo les prestarán a los servicios de la defensa de la Patria la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error.

La concepción estratégica de la Guerra de todo el pueblo mantiene su total vigencia; que cada cubano, bajo la dirección de Partido, conozca y disponga de un medio, un lugar y una forma de lucha contra el enemigo.

Indicó que cuando las condiciones lo permitan, en alusión a la COVID-19, se deben restablecer los días nacionales de la defensa con la participación masiva del pueblo y sin formalismos.

No olvidemos que la invulnerabilidad militar se logra con el constante perfeccionamiento, subrayó el General de Ejército.

Destacó el trabajo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la preparación militar y reconoció su participación en el enfrentamiento a situaciones excepcionales y de desastre, entre ellas, la actual pandemia.

También aludió al aporte de la Unión de Industrias Militares no solo en la modernización del armamento y la técnica militar, sino en la producción de piezas y artículos demandados por la población.

Sentenció que las Fuerzas Armadas Revolucionarias, nacidas del Ejército Rebelde, no han renunciado ni renunciarán a ser como siempre el alma de la Revolución.

Igualmente, el Primer Secretario se refirió en el Informe a que los combatientes del Ministerio del Interior, en estrecha vinculación con el Partido, el pueblo y las FAR, continuaron el enfrentamiento a la subversión, los delitos, las ilegalidades, indisciplinas y conductas nocivas. Destacó los niveles de organización y cohesión logrados durante los último cinco años en las estructuras de mando.

Raúl se refirió además al aporte de la FAR y el MININT en la producción de alimentos para autoabastecerse en la mayoría de los renglones.

Raúl: continuaré militando como un combatiente revolucionario más

En las conclusiones de la presentación del Informe Central al 8vo Congreso del Partido, el General de Ejército reconoció que, como parte del relevo, la dirección histórica de la Revolución entrega la dirección del país a un grupo de dirigentes preparados, curtidos por décadas y que empezaron su tránsito desde la base, hasta llegar a las máximas responsabilidades.

Saben —señaló el Primer Secretario— que representan la continuidad de la obra iniciada por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868, proseguida por Gómez, Maceo, Calixto García y Agramonte, reanudada por Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano, por Baliño y Mella con la creación del primer Partido Comunista de Cuba, y por otra pléyade de héroes y heroínas de la primera mitad del siglo XX y la Generación del Centenario, a los cuales Raúl fue mencionando hasta llegar a «nuestro Comandante en Jefe de siempre, Fidel».

De las nuevas generaciones, el Primer Secretario hizo un especial reconocimiento al compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y Presidente de la República, cargo que según la valoración de la dirección del Partido —señaló— viene desempeñando con buenos resultados. En estos tres últimos años, Díaz-Canel ha sabido formar equipo y fomentar la cohesión con los órganos superiores del Partido, el Estado y el Gobierno, subrayó.

«En lo que a mí se refiere —expuso Raúl—, concluye mi tarea como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba con la satisfacción de haber cumplido, y la confianza en el futuro de la Patria, con la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los cargos superiores de la organización partidista, en cuyas filas continuaré militando como un combatiente revolucionario más, dispuesto a aportar mi modesta contribución hasta el final de la vida.

«Nada me obliga a esta decisión, pero creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y en la comprensión de mis compatriotas. Y que nadie lo dude, que mientras viva, estaré listo, con el pie en el estribo para defender a la Patria, a la Revolución y al Socialismo».

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