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¿Cuál es la situación frente a la COVID-19?

La responsabilidad individual, social y familiar en ganar la batalla contra el nuevo coronavirus que compromete la salud de nuestro pueblo fue ratificada este lunes en la comparecencia de radio y televisión, en la cual se abordó, entre otros temas, el enfrentamiento a la enfermedad y el complejo escenario que vive la provincia de Matanzas

 

Autor:

Liudmila Peña Herrera

«Cuba llegó más tarde que nadie a este nuevo pico pandémico y también saldremos de ello», aseguró este lunes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al comparecer —junto a integrantes de su equipo de Gobierno—, en la televisión y la radio cubana en transmisión conjunta.

En el encuentro se abordó la situación actual del país con respecto a la COVID-19 y el plan de enfrentamiento efectivo contra la enfermedad. En tal sentido, el mandatario se refirió al aprendizaje inicial, cuando los expertos y científicos se involucraron de manera intensa en detener los contagios durante el primer brote y los diferentes rebrotes.

Explicó que en la última etapa aparecieron las nuevas cepas, mucho más contagiosas, y la denominada fatiga pandémica. Asimismo, dijo que la noticia del éxito de los candidatos vacunales ha hecho que muchas personas e instituciones relajen medidas, y eso es un peligro.

«Trabajamos desde el principio para que toda persona que se detectara como positiva o sospechosa se llevara a las instituciones estatales, como la atención primaria de salud y los centros preparados para aislamiento y atención médica. De esta forma se lograba cortar la transmisión, unido a los protocolos con medicamentos.

«Luego adoptamos otras medidas, como el ingreso domiciliario de los casos positivos a la COVID-19, que lleva una enorme responsabilidad por parte del Sistema de Salud, pero también de la familia, que no siempre toma las medidas higiénico-epidemiológicas para que no se contagien los demás».

Díaz-Canel precisó que no hay capacidad física real para ingresar a todas las personas enfermas y sospechosas, por lo que es imposible no adoptar esta medida. Esta situación conlleva a que todas las personas no se recuperan a los siete días, sino a los 14. Por eso, explicó, en provincias como Matanzas se ha tenido que acudir a la modalidad del ingreso domiciliario.

Esto requiere entonces de mayor responsabilidad institucional, desde la atención primaria, con las visitas diarias de los médicos de la familia, la aplicación de los medicamentos, con un sistema de comunicación efectiva por si el paciente empeora para que el personal de la salud acuda con rapidez, pero también una enorme responsabilidad de la familia para que ese paciente sospechoso no empeore.

Jóvenes recién graduados en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana apoyan a sus colegas matanceros en la contención de la COVID-19. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez.

Asimismo, explicó que el aumento de los casos requiere de más personal de la salud y de abrir más centros de aislamiento y hospitales de campaña. Tal situación trae consigo mayor consumo de medicamentos (con todas las dificultades que tiene el país para su adquisición en el exterior).

Al mismo tiempo, como existe un incremento de pacientes críticos y graves se hace necesario estar valorando la capacidad de salas de cuidados intensivos para evitar que colapsen estos servicios. Como si esto fuera poco, en tal contexto se produce mayor consumo de electricidad en el país, señaló el Presidente.

Recordó que paralelamente se abren nuevos vacunatorios, a partir de la autorización de uso de emergencia de las vacunas cubanas. Informó que Cuba lleva una de las mayores velocidades de vacunación en el mundo, en estos momentos.

«De los enfermos graves solo el 37 por ciento fallece, y llegan a este estadío menos del dos por ciento (…). Lamentamos todas las muertes, todas las pérdidas, pero hay que reconocer lo logrado. Si no hubiéramos hecho todo lo que se ha hecho, la situación sería distinta, la letalidad sería mayor y la situación más compleja», señaló Díaz-Canel.

Debemos sobrepasar, con las medidas que se llevan a cabo, este pico epidémico e ir reduciendo la presión sobre el Sistema de Salud, afirmó. Reconoció también el heroísmo del pueblo cubano, y aseguró que, si nos presionaran menos, si nos quitaran medidas restrictivas, si nos dejaran trabajar en condiciones normales, las cosas serían mejores, pero no por ello debemos dejar de reconocer el trabajo realizado.

486 días de pandemia

Al referirse a la situación nacional y para ubicar en qué momento nos encontramos en cada provincia en el enfrentamiento de la pandemia, José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, aportó varias cifras ilustrativas. Explicó que nos encontramos en el día 486 en el enfrentamiento a la pandemia, con el cierre de la semana.

En estos momentos se manifiesta la mayor intensidad de la transmisión de la enfermedad, lo que representa una sobrecarga al Sistema de Salud y sus capacidades. Esto ha generado fallas en su funcionamiento en varios territorios, durante la última etapa, a partir del número de casos que ha tenido que atender, señaló.

Dio a conocer que, hasta el 10 de julio, Cuba ha diagnosticado 238 491 casos de COVID-19. Desde diciembre de 2020 ha habido un comportamiento progresivo de crecimiento exponencial en el número casos, con un incremento de la intensidad de transmisión en el país de un 46,5 por ciento respecto al mes anterior. El mes de junio terminó con 50 622 casos confirmados y en estos primeros días de julio se asciende a 44 546.

Otro de los aspectos en los que enfatizó el Ministro fueron los contagios en los menores de edad. En los últimos meses, diariamente se supera la cifra de la jornada precedente. No se trata de criticar a la familia, dijo, pero llamó a la responsabilidad de cada miembro de esta ante la situación que vive el país.

Recordó que ya ha habido que lamentar la muerte de menores de edad, y a otros verlos transitar hacia la gravedad con las consecuentes secuelas que deja la enfermedad. En ese sentido, advirtió sobre la vulnerabilidad de este grupo etario, pues no están incluidos aún dentro de la campaña de vacunación actual.

Por otro lado, Portal Miranda se refirió a algunos elementos que han fallado en el plan de enfrentamiento a la enfermedad. Expresó que, independientemente de las cepas circulantes, hay un grupo de protocolos y medidas sanitarias que se han violado por organismos, entidades y por la población.

Ha habido poca efectividad en las medidas de restricción, aun cuando están descritas en los planes, lo que favorece el contagio; así como en la detección oportuna de los casos, dijo Portal Miranda. Mencionó también la disminución de la percepción de riesgo de la población, y el agotamiento del personal de la salud, que no ha tenido descanso desde que comenzó la pandemia.

La variante Delta, agregó, ha incrementado la transmisibilidad, con un 64 por ciento, comparada con la Alpha. La mayor circulación de esta cepa se reporta en las provincias de Ciego de Ávila y Matanzas. Las medidas no cambian, solo que el incremento de los contagios obliga al Sistema de Salud a tomar otras medidas para aumentar capacidades.

En Cuba se han aplicado 7 469 503 dosis de vacuna a la población, que ha permitido vacunar al 27,2 por ciento de los cubanos, con al menos una dosis; el 22, 9 por ciento, con dos dosis, y el 16,7 por ciento, con tres dosis.

El Ministro advirtió que la vacunación no frena por sí sola la transmisión de la enfermedad e informó que ya se ha concluido la intervención sanitaria en cinco municipios del país, hay 25 territorios en los que se desarrolla la vacunación y ocho que están próximos a comenzar.

Matanzas, el epicentro

La situación que vive el país obliga a que la población sea más responsable y cumpla las medidas sanitarias establecidas. Foto: Enrique González Díaz.

Acerca de la situación en Matanzas, el titular dijo que es la provincia con la situación más compleja del país, con un promedio de casos diarios que supera los 3 000 y un elevado número de fallecidos. Explicó que se ha trabajado de conjunto con las autoridades de ese territorio, pero aún no se cuenta con todas las capacidades necesarias para el ingreso.

En ese sentido, explicó que se han enfrascado en el completamiento de los recursos humanos. Informó que, de un total de 632 consultorios en Matanzas, en estos momentos se encuentran cubiertos 610, pero había más de 260 que no estaban cubiertos, porque su personal debió apoyar en instituciones hospitalarias. De 248 médicos que permanecían sin laborar, se han incorporado 145; y de 130 enfermeras, se han incorporado 41.

Aseguró que a esta fuerza laboral se le ha tratado de buscar solución a sus problemas personales y situaciones familiares por las cuales no se encontraban en activo. Además, 375 estudiantes recién graduados han comenzado a trabajar en territorio yumurino, como ha ocurrido en el resto del país. También reconoció la incorporación de los estudiantes de Ciencias Médicas a la batalla contra la epidemia.

En Matanzas hay hospitales de campaña, expresó, y seguimos mejorando su sistema de atención de Salud, aun cuando el confort de los mismos no se corresponda con el que debe tener una institución de Salud. Esa provincia posee tres municipios que culminan la vacunación esta semana (Matanzas, Cárdenas y Colón), mientras que Limonar y Ciénaga de Zapata se encuentran en el proceso de intervención, y se incorpora el municipio de Los Arabos.

Portal Miranda aseveró que esta semana quedarán listos dos hoteles que funcionarán como un complejo hospitalario, donde trabajará una brigada Henry Reeve que acaba de regresar al país. También se han incorporado 205 médicos y 330 enfermeras procedentes de otras provincias del país para apoyar a ese territorio.

El Ministro aportó datos sobre el crecimiento en la cifra de camas hospitalarias en Matanzas, que cuenta con 1 296, de las cuales 1 054 están dedicadas a pacientes con Covid-19. El número de camas de atención al paciente grave es de 105 y se prevé llegar a 120 camas. En Cuba existen 510 camas de terapia intensiva y se continúa buscando alternativas.

Portal Miranda explicó que se han tenido que habilitar pasillos en instalaciones hospitalarias de Matanzas como respuesta al incremento de casos, pero que esta situación se irá resolviendo en la medida en que se puedan crear las capacidades en las instituciones de salud. Asimismo, se han creado nuevas capacidades para el ingreso de pacientes pediátricos.

«Hemos tenido que enfrentar déficit de medicamentos. Se están comprando en medio del recio bloqueo», dijo el titular cubano, quien denunció que a Cuba se le ha negado la venta de ventiladores, insumos, reactivos durante la pandemia, por lo que el país ha tenido que acudir a lugares con mayores costos y con retrasos en la entrega.

El Ministro alertó que los pronósticos no son favorables, ya que «se mantiene la peligrosidad del virus» e insistió en que la situación puede cambiar «si ayudamos a la vacuna con el distanciamiento social».

«La situación es compleja y es necesario que el pueblo tenga conciencia», señaló. Además, alentó a los trabajadores de la Salud a seguir laborando sin descanso, con compromiso, y para ello insistió en que es fundamental lograr el apoyo de nuestro pueblo.

Por otro lado, ante una interrogante sobre la manera en que se ha realizado el análisis estadístico de la situación epidemiológica, el Presidente cubano respondió que este ha sido concebido desde una estrategia creada por científicos y matemáticos de las universidades del país. 

«Hemos defendido en la estadística los principios de la transparencia, la exactitud y la veracidad», destacó.

En tanto, el titular de Salud Pública resaltó, además, que para lograr esas estadísticas todos los días se requiere de un gran esfuerzo. Puntualizó que se trabaja buscando la calidad del dato primario que se genera desde los consultorios, policlínicos y hospitales hasta llegar al nivel central.

El turismo no es el responsable

La situación epidemiológica que vive hoy Matanzas no está influenciada por la apertura del turismo según se conoció durante la comparecencia. Sobre esto, el Presidente puntualizó que en Cuba se han declarado positivos en este tiempo 238 491 casos. De ellos, 236 168 se han producido por la transmisión en el país y 9 464 (3.9 por ciento) se han contaminado en el exterior.

Precisó que de esos 9 464, solo 2 323 (24 por ciento) son extranjeros y representan el 0.9 por ciento de todos los casos que tiene el país. Y, dentro de los casos importados hay 7 141 (75.45 por ciento) cubanos, que son el 2.9 por ciento de los casos totales de enfermos en el país.

«Estos datos ilustran que no ha sido precisamente el turismo la mayor fuente de contagio e, incluso, dentro de los contagios que tenemos importados, ha estado más presente el de cubanos, a quienes no se le puede negar la posibilidad de entrada en el país», apuntó.

Al respecto, Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, reconoció que es una combinación de varios factores, aunque «no estamos dejando de reconocer los riesgos que representa una frontera, tanto a la entrada como a la salida. Pero para ello se han tomado un grupo de medidas».

Detalló que la variante Delta, que posee un alto nivel de transmisión, se encuentra de manera generalizada en Matanzas y no fueron tomadas las medidas y precauciones al mismo nivel que tiene la incidencia de esta variante en el país. También han existido problemas organizativos y una pérdida de la percepción de riesgo por una parte de la población.

El Jefe de Gobierno recordó que en marzo de 2020 se tomaron las primeras medidas asociadas a la frontera y se cerraron los vuelos al país. Solo se permitía la entrada al país de los ciudadanos residentes en Cuba y ciudadanos extranjeros que también tenían residencia en el país.

Igualmente, se permitió el arribo de aviones que venían a recoger los turistas que vacacionaban en el país (unos 80 000) y en esos mismos vuelos venían cubanos residentes en el país que se encontraban varados en otras naciones.

«Después hubo un incremento de salida de compatriotas nuestros, muchos de los cuales luego venían enfermos y se decidió durante un período interrumpir los flujos de salida al exterior. Solo se quedaron vuelos humanitarios, de carga y asociados a los colaboradores».

Añadió que en junio de 2020 comenzaron algunos vuelos turísticos, sobre todo desde Canadá y solo hacia y dentro de los cayos para evitar contacto directo con la población. También se permitieron algunos vuelos comerciales a La Habana. «Estas limitadas operaciones turísticas han estado sometidas a protocolos y sistemas de control sanitario rígidos».

El Primer Ministro explicó que desde un principio se apostó por limitar la movilidad del turista por el territorio nacional, «aunque no podemos dejar de reconocer que en algunos territorios, incluso Matanzas, se pudieron ver en Cárdenas o en la misma ciudad de Matanzas, a veces hasta sin nasobuco.

«Cuestiones que nos han llevado a tomar medidas más recias, no solo relacionadas con la limitación de salida de los polos, sino con el control a la propia entrada de la península en el caso de Varadero».

En diciembre se aplicaron un grupo de medidas restrictivas y se suspendieron un grupo de vuelos, «sobre todo de países de riesgo y se dejó algún vuelo, pensando en que nuestros compatriotas tuvieran la posibilidad de regresar.

Hoy la operación de turismo más grande que queda en el país está asociada a los rusos. Da la facilidad para trasladarse a Rusia y muchos compatriotas nuestros han estado tomando estos vuelos de manera masiva. Una parte importante de estas personas están asociadas a la adquisición de mercancías que luego se comercializan ilegalmente.

«Todo este nivel de equipaje y de casos que regresaban enfermos nos llevó a tomar una serie de medidas asociadas a los pasajeros nacionales que se trasladaban en esos vuelos a Rusia. Una de ellas fue el aislamiento dentro del propio polo turístico por siete días.

«A todas esas personas se les ponían guaguas sin cobrar un centavo. Entonces, las personas que iban enfermas llegaban al centro de aislamiento de su provincia y estábamos corriendo el riesgo de que la transmisión llegara a otras partes del país. Por eso, se toma la medida de quedarse en el propio polo turístico, ya sea Cayo Coco o Varadero».

Marrero Cruz explicó que se ha empezado a observar personas que han pasado su cuarentena de siete días y han dado positivo después cuando han regresado a su provincia y por eso, se decidió que hagan un aislamiento de 14 días.

Igualmente, se refirió a otras medidas tomadas. «Nosotros cobrábamos el billete de avión en moneda nacional cuando todas las aerolíneas nos lo cobran al país en dólares. Nos vimos obligados entonces a cobrar lo que realmente cuesta en dólares.

«Así como limitar, aunque sea puntual y no lo queremos, a un equipaje de mano más uno de 32 kilogramos en la bodega», señaló Marrero Cruz, quien añadió que «son medidas que van encaminadas a controlar un poco la situación porque tenemos la obligación como Gobierno de proteger la salud del pueblo». (Con  información de Cubadebate)

 

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