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Los principios justos de la Revolución se defienden con entereza

En su alocución al pueblo, Díaz-Canel hizo un llamado a la concordia, la paz, la civilidad, condenó el bloqueo injusto de Estados Unidos contra Cuba y la violencia de las turbas que atacaron la tranquilidad ciudadana el pasado domingo, y pidió desterrar el odio de las formas de actuación

Autores:

Ana María Domínguez Cruz
Santiago Jerez Mustelier

 

De compleja y retadora, valoró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la situación actual del país al intervenir en la Mesa Redonda de este miércoles, en la cual participaron también otros integrantes del Gobierno cubano.

«Compleja por los elementos de contexto y retadora porque exige una capacidad de nosotros para superar adversidades, situaciones y para enfrentar toda esa difamación que hay en la enorme y brutal campaña mediática que se ejerce sobre nuestro país», señaló.

El Jefe de Estado comentó que esta situación compleja fue atizada por los disturbios concentrados del domingo, con incidencia menor el lunes 12, y que durante martes y miércoles casi no sucedieron hechos.

Añadió que todo esto responde a un plan deliberado y que está en proceso, por eso la vigilancia revolucionaria y la actuación de las instituciones. Expresó que esto responde a los preceptos de la guerra no convencional y al conocido manual para el golpe ciudadano.

Afirmó que han coincidido varios factores: el mismo bloqueo de hace 60 años, recrudecido aún más por las 243 medidas restrictivas de la administración Trump, que además han sido sostenidas, y el pico pandémico que hemos vivido en las últimas semanas son factores que se han unido en el contexto actual, afirmó.

«En medio de la situación epidemiológica que vivimos, aparecen los resultados de Abdala que la reconocen como primera vacuna en Latinoamérica y que nos permite entonces a nosotros dar un paso más en el enfrentamiento exitoso a la pandemia, lo cual es una de las esperanzas que tenemos para, en el menor tiempo posible, limitar los efectos de este pico pandémico».

Por otra parte, «se había empezado a hablar y había algunas señas de las intenciones de la actual administración de los Estados Unidos de hacer una revisión en algunos puntos de la política hacia Cuba».

El mandatario cubano se refirió a la situación electroenergética, y mencionó que ya se ha dado información profusa sobre los resultados del trabajo que se ha hecho a partir de las insatisfacciones y problemas acumulados.

«Los que no quieren la Revolución cubana, los que no aspiran a una relación civilizada y de respeto con los Estados Unidos y los que tienen otras intenciones, aprovecharon este momento, y me refiero a ese sector tan conservador, que es la mafia cubana-americana, que quiere provocar una política de golpe suave en estos momentos difíciles contra nuestro país».

El bloqueo supera todos los deseos

Hay una diferencia de contexto, dijo Díaz Canel. «Nosotros siempre hemos estado bloqueados. Somos de la generación que ha nacido, ha crecido y ha vivido bloqueada, que constantemente hemos participado en un grupo de programas para evitar que el país se atrase con el bloqueo o que no pueda superarlo. Pero las condiciones actuales no son las mismas que teníamos en el Periodo Especial, que también fue un periodo complejo.

«Cuando aquello, quedamos prácticamente sin muchas posibilidades por toda la dependencia que teníamos del Campo Socialista. En estos tiempos y después de los aprendizajes que tuvimos del Periodo Especial y de la manera que se enfrentó, desarrollamos programas de extracción y producción petrolera y, por lo tanto, hay una parte básica importante de la generación eléctrica que consume el crudo nacional.

«Somos capaces de autoabastecernos del crudo nacional y nuestro consumo de combustible hoy es más ajustado que en aquel momento, donde se malgastaban más de 13 mil millones de toneladas de combustible al año. Pudimos, además, desarrollar un proceso inversionista en el turismo, que nos potenció un grupo de ingresos en divisas, se estimularon procesos inversionistas que favorecieron procesos productivos para abastecer de bienes y servicios a la población e incrementar nuestras reservas», detalló.

«Con el recrudecimiento del bloqueo y las medidas de Trump se cortan todas las fuentes de ingreso que propiciaban esas oportunidades y posibilidades que hemos desarrollado. Tenemos una enorme carencia de divisas. Hay personas que dicen que no existe el bloqueo, y es una de las matrices que han tratado de potenciar en esta campaña feroz de difamación contra Cuba», apuntó.

Díaz Canel reveló que todas las semanas se tiene que hacer un análisis de lo que entra al país, lo que debemos y lo que se necesita. «Siempre esta balanza es muy desfavorable, hay una enorme lista de lo que necesita el país, otra de los compromisos que tenemos que honrar y una pequeña entrada de divisas en estos momentos.

«Un ejemplo práctico es la retención de un barco de combustible o de alimentos. Es algo que necesitamos, que debemos priorizar. Hacemos el esfuerzo y lo pagamos. Como debemos, el barco entra y el proveedor nos dice que no lo descarga hasta que no lo paguemos. Eso es retención financiera, y hay que buscar de donde no hay para pagar esa retención o peor, hay que contraer una deuda con esa compañía que ha burlado el bloqueo y se mantiene colaborando con nosotros.

«Ejemplos como estos hay muchos. Hemos avanzado en el mantenimiento a nuestras principales plantas de energía. Hoy estamos entrando con un esfuerzo tremendo a los tres bloques. Pero tenemos una base de grupos electrógenos en Moa, que es la mayor, que hoy pudiendo aportar al sistema energético nacional no puede funcionar porque tenemos un barco retenido con combustible.

«Está retenido y además hay mal tiempo y no podemos llevar con un transportador… Esas son cosas que pasan en Cuba y que están muy relacionadas con el bloqueo, y que las personas no entienden. El bloqueo supera todos los deseos», aseveró.

¿Quiénes participaron en los disturbios?

«El alma cubana es un alma de bondad, de solidaridad, de entrega, de cariño y de amor. No podemos permitir que nos desunan, que nos fracturen los que no quieren lo mejor para nuestra tierra y nuestra nación.

«Hacemos un llamado a la solidaridad, a la responsabilidad social, a la armonía, a no dejar que el odio se apropie del alma cubana y que otros introduzcan el odio en el alma cubana», afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al hablarle, este miércoles en la noche, al pueblo, durante el programa radiotelevisivo Mesa Redonda.

Nuestros problemas se resuelven entre cubanos en la Revolución. Así ha sido siempre en estos 60 años —significó el dignatario—. Por lo tanto, hay que defender, asegurar y sostener nuestra tranquilidad ciudadana —convocó—, llamando a la unidad (…) desarrollando esa resistencia creativa que nos da siempre potencialidades de vencer ante la adversidad.

Díaz-Canel se refirió a la necesidad de fomentar la paz y la tranquilidad, el respeto, la solidaridad entre patriotas; salvando a Cuba para seguir construyendo, creciendo, soñando y alcanzando la mayor prosperidad posible.

Al realizar una radiografía profunda de los disturbios ocurridos el pasado domingo, el mandatario señaló que hay que sacar experiencias, hay que hacer un análisis crítico de los problemas; para poder actuar, para poder superar, evitar que se repitan y transformar situaciones.

Distinguió la presencia en las manifestaciones violentas de varios grupos con diversas características. «Participaron anexionistas, personas que responden a un plan extranjero, que están irreconciliablemente opuestas a la Revolución Cubana, que no piensan como cubanos, piensan bajos los designios del imperio; que cuando hacen un gesto, hacen una provocación y protagonizan una acción, no acuden a una bandera cubana, acuden a una bandera norteamericana.

«Pero hay otros tres grupos de ciudadanos cubanos que han estado involucrados, lamentablemente: algunos que tienen un actuar de delincuentes; otros que son personas insatisfechas, que tienen posibilidades de mostrar su insatisfacción por otras vías, aunque no siempre han recibido la información adecuada; y los jóvenes».

Sobre estos últimos reflexionó y dijo que hay hijos de familias disfuncionales con más probabilidades de convertirse en desertores, de delinquir; admitió que a veces no se ha sido capaz de reeducarlos adecuadamente, independientemente del esfuerzo que se realiza. «Lamentamos que esos jóvenes que han tenido todas las posibilidades de instrucción, de superación, se comporten de esa manera», subrayó.

La realidad de estos muchachos, contrasta con las historias y experiencias que el Gobierno ha constatado en sus recorridos e intercambios por las provincias del país con jóvenes que han estado en líneas rojas, que se han convocado en los momentos más difíciles.

«Los delincuentes y los insatisfechos que participaron en estos hechos —insistió— son parte también de nuestro pueblo. Y nos duele y nos molesta que haya personas que lleven esa actitud. Son fracturas que tenemos en la atención a esos determinados problemas sociales, de las cosas que tenemos que perfeccionar y asumir».

Parte de la ojeada interna que realizó el mandatario a la gestión gubernamental y a las proyecciones del sistema social cubano, coincidieron en que no hemos podido lograr toda la transformación en barrios vulnerables y en la atención a los problemas o a la superación de los problemas que tienen estas personas insatisfechas; entre otras cosas, por el bloqueo.

«Si nosotros tuviéramos los materiales de la construcción, los combustibles, las producciones, las materias primas necesarias para un grupo de procesos que están asociadas a la solución de esos problemas, nosotros hubiésemos resuelto estos problemas», señaló.

Por ello, convocó a seguir potenciando la atención a la población, la sensibilidad por los problemas de la población, concretar en hechos la vocación humanista de la Revolución, y reanimar y reactivar el trabajo de las organizaciones y las instituciones que funcionan en el barrio. En tal sentido, dijo que ya se trabaja a partir de las directrices y acuerdos emanados del Octavo Congreso del Partido.

Actuar con solidaridad

El Presidente Miguel Díaz-Canel dijo que, con total transparencia, Cuba ha informado sobre los sucesos asociados a los disturbios. Puso como ejemplo la comunicación de un fallecido y la información de, al menos, una decena de heridos; entre los que muchos son parte del pueblo que trató de evitar los hechos vandálicos, de los que defendieron el orden y la tranquilidad ciudadana.

Daños materiales en instalaciones, que, en medio de los problemas que tenemos ahora, debemos reponer, reparar y resolver. Ataques contra las fuerzas del orden y vulgaridad, estuvieron entre los saldos negativos de los hechos. «Eso lacera los sentimientos de los cubanos, de los revolucionarios. Ese no es el comportamiento que queremos en un cubano, ese no es el comportamiento que resuelve los problemas que tenemos. Ese modo de actuación hay que transformarlo», ratificó.

Nuestra sociedad no es una sociedad que genera odios, no conoce el odio como sentimiento consideró Díaz-Canel; el sentimiento de los cubanos es de solidaridad y estas personas estaban llenos de odio, acudieron a estos hechos, o los protagonizaron, armados, con vandalismo, vociferando y anunciando muerte a personas revolucionarias, a comunistas, planeando asaltar a lugares públicos.

El Presidente explicó que se cometieron hechos que atentan contra la Constitución de la República, la que fue refrendada por más del 86% del pueblo cubano, por lo tanto, es una constitución de la mayoría y debe ser respetada, apoyada.

«Hay personas que recibirán la respuesta que contempla la legislación cubana que va a ser enérgica, pero también de respeto, en cada caso, de las garantías procesales establecidas en nuestro ordenamiento jurídico. No habrá abuso, habrá la aplicación de las leyes en su justa medida», ponderó.

No descartó que haya que pedir alguna disculpa a alguien que, en medio lo que se arma en sucesos como este, haya sido confundido, maltratado. Es legítimo que una parte importante de nuestro pueblo y de las fuerzas del orden interior trataran de evitar estos hechos. Si no, ¿qué estaría pasado?, se preguntó, a lo que respondió: se estaría resquebrajando la seguridad que las personas tienen de vivir en la comunidad.

«Hay personas que están angustiadas, temerosas de que se nos vaya a desordenar la sociedad, y eso nunca va a pasar. Han tratado de interpretar como les da la gana el llamado que yo hice a los revolucionarios a defender la calle. Este concepto no es excluyente.

«Lo que en este momento los revolucionarios al frente, con los que se incluyan, tienen el deber de proteger lo que es patrimonio de todos: esos derechos constitucionales que aprobamos con la mayoría. Tenemos que llegar más a esos barrios con todas las instituciones, las estructuras, las organizaciones y reanimar nuestras formas de participación popular y de funcionamiento de las organizaciones de masas y barriales.

«Tenemos que seguir multiplicando los sentimientos de solidaridad, de respeto, de sensibilidad y de responsabilidad social de todos. Esforzarnos más en ayudarnos más entre todos con las potencialidades que tenemos, y superar nuestros desencuentros entre todos. Tenemos que propiciar que, aunque tengamos puntos de vista diferentes sobre determinados temas, entre todos tratemos de encontrar las soluciones».

El llamado del Primer Secretario del Partido fue a potenciar desde el Gobierno, con la participación del Partido, un profundo trabajo social que se apoye en la solidaridad, en la conciliación, en el compromiso de llegar a los más vulnerables para que cambien sus conceptos sobre la vida.

Hizo, además, un llamado a la paz, a la concordia entre los cubanos y al respeto. Porque unos pocos por muy afectados que estén o muchas carencias que tengan, no tienen derecho a atentar contra los demás que son mayoría, su derecho es a expresarlo pacíficamente, a ir a las instituciones que tienen que atenderlos. Esa mayoría, puntualizó, también tiene afectaciones y no se comporta de manera vandálica, pues ello no resuelve los problemas, sino los acrecienta. Y de manera oportunista los aprovechan los que no tienen ningún compromiso con la superación de los problemas de la sociedad.

En el camino de la prosperidad…

Todo nuestro gobierno y los compañeros del Partido tienen una voluntad tremenda, un deseo tremendo, un sentido tremendo de responsabilidad para que el país se desarrolle lo más rápido posible y para que lleguemos a la prosperidad a la que aspiramos.

Nuestros sueños y deseos, que lo compartimos con el pueblo, porque somos parte de él; son superados por ese bloqueo.  El bloqueo nos retrasa, no nos permite avanzar a la sociedad que deseamos, analizó Díaz-Canel en otro momento de la Mesa Redonda.

El dignatario dijo que el cerco de Washington provoca incomprensiones, inconformidades, afecta las esperanzas y aspiraciones de las personas. Que demerita al país poderoso que ante una nación como la nuestra, pequeña, laboriosa, que tiene deseos de triunfar, que ha demostrado que puede conquistarse la justicia social.

«Nosotros queremos un país más próspero y tenemos la insatisfacción de que no lo hemos alcanzado, sabiendo que, si nos dejan tranquilos, si nos dejan actuar por nuestras propias fuerzas y talento, si no nos ponen trabas, obstáculos; nosotros lo podemos alcanzar. Y si alcanzamos esa prosperidad económica, estoy convencido que podemos multiplicar la inmensa obra social que la Revolución ha gestado y que nadie la puede negar.

«Podrá haber insatisfacciones, pero la Revolución ha gestado una enorme obra social y de justicia social con esa economía de guerra, bloqueada, truncada, y en la que también no somos todo lo eficiente posible; y por eso tenemos que estar constantemente introduciendo cambios, reformas, aplicando experiencias, tratando de avanzar más y también sufriendo los embates de las cosas que no nos quedan como queremos.

«En medio de esta situación, con la que nos tratan de ahogar y asfixiar con un golpe suave, este país ha creado cinco candidatos vacunales; eso tiene un mérito tremendo. Pero, ¿por qué nos vimos obligados a hacerlos? Porque el bloqueo no nos deja tener el dinero para comprar vacunas hechas por otros países; atenta contra nuestra soberanía, por eso fuimos a hacer nuestras vacunas y lo podemos hacer porque tenemos una obra social, una obra de la Revolución, una conquista: el desarrollo científico-tecnológico, a partir de la idea visionaria de nuestro Comandante en Jefe; y casi que producir era nuestra única alternativa».

En juego el futuro y la vida

Al volver los disturbios y las condiciones que lo gestaron, Díaz-Canel inició refiriéndose al pico pandémico, que es propio de todos los países y no ha sido un problema únicamente cubano.

Nosotros pudimos aplacar el pico pandémico. Nosotros tenemos mejores indicadores en el enfrentamiento a la COVID-19 que, incluso, los Estados Unidos. ¿Por qué no hubo un SOS para los Estados Unidos, por qué no hubo un SOS para los países europeos, a los que incluso enviamos brigadas? ¿Quién se ha preocupado y quién ha dado un SOS por el continente africano, o por América Latina, que es el área más afectada por la pandemia?, se interpeló.

«Calentaron el SOS a Matanzas, vienen los disturbios y se apagó el SOS a Matanzas. ¿El objetivo sería apoyar a la ciudad o buscar que el país se desestabilice? La vida ha demostrado quienes son los que se han ocupado de Matanzas. Allí se envió un equipo presidido por un miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, por un Viceprimer ministro de la República y por el Ministro de Salud Pública.

«En menos de mes y medio un equipo de trabajo, en los que estuvimos el Primer Ministro y yo, ha visitado la ciudad tres veces. Esos equipos son los que pidieron las brigadas médicas para reforzar la atención primaria, los que despejaron la madera para fabricar las camas que hacían falta… fue ese Gobierno el que ofreció soluciones para Matanzas. Todo lo otro fue un pretexto y un discurso de doble racero. Una mentira. Falsedad. Calumnia.

«Eso demuestra la perversidad, la maldad, los sentimientos ruines de las personas que defienden esas actitudes. Nos quieren robar la tranquilidad, les molesta como nosotros vivimos, en medio de adversidades, en comunidad. Si uno no tiene convicciones y firmezas, se angustia. Hay una realidad virtual en las redes y hay una realidad en las calles. Pero, sobre todo, es una campaña llena de odio. ¿Se puede pensar bien de alguien que promueve el odio?».

Frente a las falsedades y bulos que se han viralizado en las plataformas digitales, Cuba siempre ha apostado por desmentir oportunamente. Tal fue el caso, enumeró el mandatario, de las mentiras sobre la huida del General de Ejército, la deserción del Viceministro del Ministerio del Interior, la manipulación de imágenes y vídeos, así como la imposición de una matriz que plantea que se están cometiendo represiones y hay asesinatos.

En un momento el mandatario preguntó: «¿Dónde están los muertos?», a lo que luego dijo que se informó con transparencia el fallecimiento de una persona. «Qué calumnia, qué mentira, ¡qué deshonra!, cómo se empobrece un país que apoya planes como esos, se deshumanizan, se convierten en indignos los que apoyan cosas como esas.

«Aquí vamos a estar hasta nuestras últimas consecuencias. Por esta Revolución damos la vida, por el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos.

Los derroteros para la siguiente etapa, Díaz-Canel los resumió en reanimar nuestras formas de participación social, el trabajo con los jóvenes, escucharlos como las importantes personas que son, fortalecer las atenciones a las comunidades. Proteger la tranquilidad social, escuchar las propuestas. «La vida nos dice que nuestros principios son justos y hay que defenderlos con pasión y entereza».

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