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Cienfuegos amplía sus pulmones

Nunca antes el Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima debió dar tantas bocanadas a la vez. Por sus venas de metal discurre oxígeno tan constante como el abastecimiento lo permite

Autor:

Laura Brunet Portela

Mientras tienen disponibilidad, la distribución de oxígeno no para, y los trabajadores palpan preocupados los conductos hirvientes para saciar la demanda del gas.

Estos tiempos de pandemia han requerido nuevas estructuras en la principal institución de Salud de Cienfuegos. «El bloque de compresores no daba abasto para asimilar esa cantidad de pacientes», explicó un especialista de la brigada del Centro Provincial de Ingeniería Clínica y Electromedicina de Cienfuegos que interviene en el lugar.

En labor ininterrumpida, movieron desde otras unidades del sistema de salud un grupo de compresores para mejorar la capacidad de distribución del centro.

Vicente Juanes Acosta, operador de la gasificadora de oxígeno líquido en el Gustavo Aldereguía, mantiene el ceño fruncido porque este hospital le duele hasta lo más profundo, pero se siente feliz: no hay más, pero se reparte mejor. 

Se acomoda donde bullen los dispositivos en el patio del hospital y achica los ojos con una sonrisa. «Tengo puesto este banco de compresores desde la una de la tarde. Son casi las cinco y todavía no ha terminado. Hasta ayer esto no era posible. Antes casi no nos daba tiempo a cambiar los botellones, era cada una hora, y a veces ni llegaba», dijo Juanes Acosta.

El esfuerzo del personal y las máquinas es inmenso: «Los compresores paran por muy poco tiempo. No han tenido la pausa necesaria entre cada turno. Pero hemos logrado estabilizar un poco la situación en el servicio», comentó otro especialista de Electromedicina.

Dentro del Gustavo Aldereguía, en un local contiguo a una de las salas de terapia, un equipo de mantenimiento de la instalación y trabajadores de Electromedicina y la Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos acortan las distancias a través de un nuevo sistema de ventilación. «Una conexión directa a la sala», resumió Irenaldo Pérez Cardoso, gerente de Refinación en la Camilo Cienfuegos.

Las tres salas de terapia dispondrán de conexiones directas para el abasto de oxígeno. Foto: Laura Brunet Portela

«Estamos creando condiciones para tener los balones de oxígeno lo más cerca posible de los pacientes de las tres terapias, y que el sistema sea más rápido y eficiente. Esa es la tarea que tenemos hoy», dijo Pérez Cardoso.

No cesan los esfuerzos para volver a respirar en calma. Sin temor a decir cifras, ya son cientos de cubanos los dispuestos a colaborar en la impresión en tercera dimensión, a partir de la tecnología digital, de dispositivos que permiten compartir un balón de oxígeno entre varios pacientes: pequeños aditamentos en forma de Y cuyas fotos han inundado las redes en una convocatoria que multiplicó protagonistas en La Habana, Matanzas, Villa Clara y Holguín. ¡Toda Cuba lucha por respirar!

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