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Máximo Gómez: cien años es uno de los libros que ha circulado por toda Cuba durante la última Feria del Libro. Dedicado al centenario de la muerte del Generalísimo, la obra contribuye a alimentar el interés por aquel dominicano, que fuera el líder militar natural de las campañas contra el colonialismo. Se trata de una valiosa compilación preparada por Ana Cairo, profesora de la Universidad de La Habana y entusiasta animadora de la cultura cubana.
Así, tras el imprescindible inicio con el justamente afamado texto que José Martí publicara en Patria en 1893, se aportan estudios acerca de aspectos de la vida de Gómez poco abordados, como su familia, su prisión en Santo Domingo en 1886, o las circunstancias de su deceso. Se examinan también ángulos claves acerca de su significación política, como su pensamiento antillanista, su choque con la Asamblea del Cerro, sus posiciones ante el nacimiento de la república y sus relaciones con Antonio Maceo y especialmente con el Apóstol; además de incluirse textos del propio Generalísimo sobre el Maestro y los borradores de la carta del 20 de julio de 1884, con la que este se separó del movimiento liderado por el dominicano.
Algunos autores ofrecen valoraciones acerca de su personalidad y se destacan los acercamientos a las características de la escritura de Gómez y a sus textos ensayísticos, narrativos y epistolares. También aparece el examen de la propia compiladora de Gómez en tanto personaje literario, en primer lugar en sus mismos escritos.
Quizá el mayor valor de Máximo Gómez: cien años sea la capacidad demostrada por Ana Cairo tanto para reunir escritos de personas de diferentes generaciones y de diversos lugares de Cuba y del extranjero, como para acopiar piezas literarias, lo mismo poéticas que narrativas. Estas últimas abarcan un romance anónimo, y otros poemas de los dominicanos Francisco Gregorio Billini y Pedro Henríquez Ureña, y de los cubanos Bonifacio Byrne, Luisa Pérez de Zambrana, Aurelia Castillo de González, Hilarión Cabrisas, Rubén Martínez Villena y el Indio Naborí, además de los relatos de Héctor Poveda, Carlos Montenegro y Reinaldo Montero.
Dos jóvenes autores aportan valiosas informaciones desde dos campos inusuales: María Elena Capó revisa la poesía dedicada al Generalísimo, mientras que Axel Li se refiere a las imágenes visuales entregadas por los artistas.
Una selecta bibliografía debida a Araceli García-Carranza, junto a una extensa muestra de imágenes gráficas completan el libro.
Por las más de 500 páginas de este volumen se mueve Máximo Gómez a paso vivo, como contó Martí, sin que joven alguno le ganara, como el verdadero hombre múltiple y variado que fue.
El Tintero se disculpa
En la edición pasada, la entrevista a Hebert Toranzo se atribuyó erróneamente a Enrique Pérez Díaz, cuando pertenecía a Vasily Mendoza.
