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Portada de La gaceta de Cuba, correspondiente a los meses enero y febrero de 2008. La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) presentó, en la sala Rubén Martínez Villena, el número uno de la revista La Gaceta de Cuba, perteneciente a los meses enero y febrero de 2008, que en esta ocasión está dedicada a los 50 años de la Revolución Cubana.
En esta edición se puede leer el ensayo Fotodocumentalismo cubano, la rueda de la fortuna, de Grethel Morell, donde la autora aborda el recorrido de la fotografía durante la década del 70 en la Isla, que incluye una muestra del quehacer de importantes fotógrafos cubanos.
Aparecen además tres artículos sobre la obra cinematográfica y la vida de Tomás Gutiérrez Alea. Una mirada a la correspondencia y documentos del cineasta inspiró a Arturo Arango en su artículo Titón de cuerpo entero. Asimismo, las motivaciones que provocaron determinadas cintas de Gutiérrez Alea fueron un pretexto para que Daymé Gandia Carvajal tratara en La caída de la casa Orozco su visión de Los sobrevivientes. Lo mismo pasó a Henry Eric Hernández con Nunca hay una última cena, sobre el filme La última cena.
Para reconocer el otorgamiento de los premios nacionales de Música y Literatura 2007, La gaceta... publica una crónica sobre uno de los grandes de la música cubana: Ñico Rojas, de la compositora Marta Valdés. Y del dramaturgo Humberto Arenal, un fragmento de su nueva novela Occitania.
Del novelista y periodista Lisandro Otero (Premio Nacional de Literatura 2002); fallecido recientemente, aparecen dos textos inéditos: un fragmento de su novela Juego interrumpido, y versos suyos a la legendaria Bodeguita del Medio. También, como homenaje al escritor, se incluyen los materiales Lisandro Otero: Ojos, oídos y una libreta de notas, del periodista Ciro Bianchi Ross, y Un intelectual en la guerra del tiempo, de la doctora Graziella Pogolotti (Premio Nacional de Literatura 2005).
Asimismo, en esta edición se publican los resultados del XVI Premio de Cuento 2007, organizado por la revista, y que en esta ocasión recayó en el holguinero Rubén Rodríguez con El tigre según se mire. Mientras, la Beca de Creación Onelio Jorge Cardoso fue para La voz que no es de Bjork, de la pinareña Glevys Coro Montanet.
El Premio Accésit fue concedido a Dis tortue dors-tu nue? de la habanera Lia Villares Placencia. En tanto, la única mención que otorgó el certamen fue para el cuento El checo, la secretaria, el pan, el abuelo y otras cosas raras, de Serguei Svoboda.
