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Nunca me ha gustado —de hecho siempre me negué de plano—, a juzgar críticamente los proyectos culturales en que participo. Pero Sitio del arte, el mejor programa de promoción y crítica cultural que existe en nuestra televisión, según mi criterio, cumple un lustro ahora en julio. Y aunque he sido, desde su misma fundación, el elegido de ese colectivo para atender los temas audiovisuales, sobre todo concernientes al cine cubano, me decidí a compartir con el lector la congratulación por los cinco años en la liza por una televisión culta y entretenida, amena y penetrante.
Roberto Fabelo estará entre los grandes pintores cubanos que expondrán por el cumpleaños. Y como el programa se ha dedicado a indagar en buena parte de la vida cultural de la nación, los «sitieros», encabezados por la directora general del programa, Julia Mirabal, se proponen iniciar la celebración, este lunes, a las 5:00 p.m., con la inauguración de la muestra pictórica Este sitio es del @rte, en la galería La Casona, de La Habana Vieja, con obras que ostentan algunas de las grandes firmas en las artes plásticas cubanas: Zaida del Río, Cosme Proenza, Nelson Domínguez, Roberto Fabelo, Reinerio Tamayo, Éver Fonseca, Ernesto García Peña, Flora Fong, Adigio Benítez y Roberto Diago, entre otros. Allí se reunirán casi todos los artistas, si no todos, para comenzar las celebraciones por el quinto cumpleaños de un espacio que, si bien integra lo más lozano y renovador de la plástica, la literatura, la música, el teatro, el cine y muchas otras manifestaciones artísticas, propone criterios muy nítidos sobre la calidad, lo valioso, lo trascendente y lo que merece reflexión, criterios que en contadas ocasiones han cedido a los sacrilegios postmodernos de «el arte ha muerto, viva el arte», o más bien, viva la vulgaridad y la intrascendencia disfrazadas de arte.
En la misma galería, pero el día 8 de julio, será que se consagrará casi todo un día, desde las 2:00 p.m. hasta la noche, a celebrar el cumpleaños de Sitio del arte, y la fiesta se inundará de gestos culturales, siguiendo la máxima de que en los onomásticos uno debiera consagrar el tiempo a lo que más le gusta y mejor sabe hacer. Como me lo contaron se lo cuento: habrá una subasta de obras de arte, en moneda nacional y firmadas por los artistas mencionados en el anterior párrafo (algo que solo se explica como un acto muy generoso por parte de los creadores, una deferencia espléndida con el programa y su público); luego habrá un coloquio donde participarán Roberto Zurbano (música popular), Nelson Herrera Ysla (artes plásticas en la TV), Ismael Albelo (danzar o hablar de danza), Omar Valiño (Pensar en teatro) y el Arriba Firmante (sobre el cine contemporáneo del ICAIC).
Esa misma jornada, y allí donde ya dije, además de la expoventa y el coloquio, habrá un miniconcierto con algunos grandes de la música cubana, a quienes también les place el programa y decidieron sumarse a las celebraciones, y se premiará a los ganadores del concurso sobre los cinco años al aire, un concurso cuyo anuncio está saliendo con cierta frecuencia en la pequeña pantalla. Además, como si fuera poco, se presentará el proyecto de Catálogo audiovisual sobre la cultura cubana en el siglo XXI, que pretende ofrecer un mapa vivo de lo que en Cuba está pasando en términos de las investigaciones, la promoción y la crítica cultural desarrollada en el espacio. En otras palabras: se trata de antologar en multimedia los acontecimientos, figuras y procesos culturales más significativos, entre aquellos a los cuales ha hecho referencia el programa.
Junto con las congratulaciones, viene el examen de conciencia. El programa, que puede vanagloriarse de haber sostenido un diseño visual sugestivo y moderno, quiere cambiar, renovarse, evolucionar, por mucho que se respeten algunos preceptos del propósito original, como las pautas sentadas por la música de X Alfonso, el magnífico diseño del editor Manuel Iglesias (a semejanza del lenguaje de Internet y de los códigos asentados por diversos softwares de computadoras) y ese carácter de taller para jóvenes periodistas, o la selección de voces muy autorizadas para la exposición y análisis de cada asunto. Esta movilidad de la «plantilla», si bien ha sido un problema en cuanto a la dificultad que representa poner en pie un programa semanal de crítica, reflexión y periodismo, sin contar con un staff sistemático de especialistas, por otra parte ha significado mayores dosis de novedad, desembarazo y entusiasmo.
«Cada programa, cada semana, ha sido un reto y un experimento —asegura Julia Mirabal— porque además de la compleja postproducción, están los reportajes en la calle, en los lugares donde ocurren los sucesos artísticos, y también es un verdadero problema la búsqueda de los temas, encontrar a las voces autorizadas que además no vulneren las reglas de la comunicación televisiva, y realicen análisis y comentarios asequibles, que se comuniquen, para poder lidiar exitosamente, además, con un horario en pantalla que no es el más conveniente... En fin, que sigue siendo un desafío sostener no solo el nivel de la edición y de la puesta en pantalla, sino también el rigor, la fluidez y el respeto a la inteligencia del público, sin elitismo ni poses de ninguna índole».
Sitio del arte ha ganado premios de dirección, diseño o edición en el Festival Caracol de 2003, 2005 y 2006, en el Festival Nacional de Televisión (categoría de programa cultural) en 2004, 2005, 2006 y 2008, aparte de otros premios en el concurso periodístico 26 de Julio. No soy solo yo quien aprecia la calidad y los aportes. Hace tiempo le debía un comentario al programa, con todo y que yo me cuente entre sus colaboradores. Sigo en deuda, porque aquí y ahora me limité a batir palmas por el cumpleaños. Seguro que voy a tener oportunidad de comentarlo, a fondo y bien en serio, cuando arribemos al aniversario diez, 15 o 20... Mientras tanto, que lo pasen con sana alegría, muchos años de paz y armonía, etc., etc.
