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Pequeña sinfonía francesa en La Habana

Una intensa semana desarrollan los músicos de la Orquesta de la Ópera de Rouen Haute, cuyo último concierto puede disfrutarse esta tarde en la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

A los integrantes de la orquesta de la Ópera de Rouen Haute, de Normandía (Francia), casi les sorprende el inicio del año 2011 en la Isla. Hicieron esta visita a Cuba no solo para mostrar su calidad como instrumentistas, sino también para esparcir los conocimientos.

Los pasados martes, miércoles y jueves los artistas galos se adueñaron del Oratorio San Felipe Neri, de La Habana Vieja. Desde las 9:30 de la mañana hasta la 1:00 p.m. compartieron allí sus experiencias profesionales con estudiantes y profesores de los conservatorios de la capital.

«Es algo inolvidable. Vimos a muchachos que querían recibir nuestras clases y tocar junto a nosotros», dicen los músicos.

La idea ha sido promover el intercambio de experiencias con músicos profesionales de nuestro país y desarrollar una amplia labor pedagógica mediante talleres de interpretación y de reparación de instrumentos musicales.

Las clases

Cuenta a JR el clarinetista de la orquesta francesa Lester Chio que en la primera jornada llegaron a San Felipe Neri sobre las 9:30 a.m., y «cuando nos organizábamos para impartir las clases, vimos que era una sola sala, la cual no bastaba para la variedad de instrumentos que necesitaban de su espacio.

«Mientras buscábamos el sitio para cada maestro con sus alumnos, los cornistas se fueron con sus pupilos para el patio. Al mediodía ya estudiantes y profesores habían montado tres movimientos de una obra musical».

El Oratorio se convirtió en una pequeña sinfónica en pleno afinamiento, gracias a los talleres impartidos por músicos de la orquesta de la Ópera de Rouen Haute.

Los alumnos encontraron en sus tutores conocimientos prácticos que incluirán en sus rutinas diarias. La energía que recibieron los maestros fue mágica. A ellos les sorprendió la motivación que mostraron sus pupilos de la Isla. Mathieu Steffanus sintió «el amor de los estudiantes cubanos por la música» al departir estos días con noveles clarinetistas criollos.

Steffanus valora el nivel de sus discípulos como excepcional. «Estamos muy contentos», señala. «Hace muchos años que trabajo en conservatorios de música y no siempre uno se encuentra con esa motivación; porque el talento se puede tener o no, pero a veces la motivación impresiona más».

Entre lo más interesante de esa semana de los músicos de Rouen Haute en La Habana estuvo el taller que impartió Cyrille Mercadier. Además de instrumentista, Mercadier es un conocido luthier en la región donde vive, por lo que aprovechó la oportunidad para mostrar «las llaves más sencillas que conozco, la manera académica de hacerlo. Con ello realmente se les hará más fácil a los alumnos que sus instrumentos funcionen mejor».

La meta de Cyrille fue dotar a sus estudiantes de los conocimientos necesarios para recuperar clarinetes, aunque sostiene que quien repara un clarinete puede hacer lo mismo con oboes, flautas…

Constató el francés el ingenio de su auditorio. Comenta que «Macario, una de las personas que ha venido al taller, quien toca clarinete en un cuarteto muy bueno de La Habana, no tiene muchas herramientas, pero posee una imaginación increíble. Para cada problema encuentra una solución que permite que los instrumentos sigan funcionando».

Los conciertos

El estreno en la Isla de la Serenata KV 361 en si bemol mayor «Gran Partita», de Wolfang Amadeus Mozart; y la interpretación de Pequeña sinfonía para nueve instrumentos de viento, de Charles Gounod, son las cartas de presentación de la Orquesta de la Ópera de Rouen Haute en Cuba.

La primera de las obras se tocará hoy, a las 6:00 p.m., en la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís. La pieza se escuchará en toda su extensión —aproximadamente 50 minutos de duración—. Cuenta con siete movimientos y está escrita para una docena de instrumentos de viento y contrabajo.

Pequeña sinfonía… fue interpretada este viernes en el Oratorio San Felipe Neri y tuvo a la flautista Niurka González como invitada especial. Esta obra del francés Charles Gounod es considerada una joya para la música de cámara.

Con ambas entregas los músicos de la Orquesta de la Ópera de Rouen Haute han querido homenajear la melodía criolla. La agrupación gala —creada en 1998— posee un extenso repertorio lírico y sinfónico, que va desde la interpretación de obras del período barroco hasta composiciones más contemporáneas. Su paso por la Isla deja aplausos tan calurosos como los que ha recibido en prestigiosas salas europeas y en el norte de nuestro continente.

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