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Domingo cantará en La Habana acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Autor: Kaloian Santos Cabrera Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
El tenor español Plácido Domingo anunció que emprenderá una batalla sin tregua para erradicar la piratería, que causa estragos en los predios musicales de medio mundo, en particular en España, informa PL.
Hasta ahora era una especie de lobo solitario luchando contra un fenómeno en continuo ascenso, pero en lo adelante actuará respaldado por su condición de presidente de la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI), una responsabilidad recién conferida.
Siempre he sido un gran defensor de los derechos de todos los que crean e invierten en música, declaró a la prensa. Los artistas tenemos que luchar juntos para conseguir lo que estamos perdiendo. Esa es su divisa.
Al cantante, de 70 años, lo favorece su enorme prestigio internacional, la oportunidad de codearse con mandatarios y primeros ministros de todo el orbe, un elemento decisivo en la designación de la IPFI, que cobija a mil 400 discográficas de 66 países.
Esa fama, sustentada por su talento y ética personal, la aprovechará para encauzar sus gestiones y, aunque preferiría no hacerlas el día en que le toque actuar, está dispuesto a asumirlo, si fuera necesario.
El cantante, que se convirtió en un icono mundial, tras sacar a la ópera de su recinto elitista para llevarla a las grandes mayorías -junto a su coterráneo José Carrera y el italiano Luciano Pavarotti- lamentó la pérdida de tradiciones, entre otras secuelas aparejadas al surgimiento de internet.
Una de ellas las filas interminables a las puertas de las tiendas para que un artista les firmara su disco o la época en que los sellos discográficos se disputaban la inclusión en sus catálogos de los mejores músicos.
También deploró la desaparición paulatina, en un lento, pero incesante goteo, de empresas disqueras con la consecuente pérdida de empleo para miles de personas, entre ellos productores, ingenieros de sonido y técnicos de diversas especialidades.
La irrupción de los medios digitales entrañó muchas ventajas, pero también retos insoslayables, a su juicio. Uno de ellos, por ejemplo, que en España la mayoría de los jóvenes ha aprendido a navegar en internet antes que a leer y están lejos de considerar penable no pagar por la música.
A su cruzada contra la piratería también lo impulsa el futuro de los jóvenes talentos incorporados a los proyectos que desarrolla en Valencia, en Los Angeles o Washington.
Muchos de ellos, subrayó, no podrán tener una carrera discográfica por culpa de la piratería. Quiero ayudarlos, son artistas notables y merecen asegurarse una forma de vida.
Plácido Domingo tiene por delante una tarea ímproba que podría añadirle, si lo acompaña el éxito, nuevos timbres a su leyenda. El camino es largo, empero, y sabe que deberá luchar a brazo partido.
