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Al médico Jorge Pérez se le confiesan dos veces

Mariela Castro Espín presenta volúmenes Sida: confesiones a un médico y Sida: nuevas confesiones a un médico

Autor:

José Luis Estrada Betancourt

No le tengan tanto miedo a la aguja de metal, sino a la carne. ¡Y protéjanse! Esa fue la principal exhortación que, a modo de broma, utilizó el renombrado galeno Jorge Pérez Dávila con el auditorio reunido este viernes en la sala Nicolás Guillén, de La Cabaña.

Ocurrió justo después de que un lector mostrara su preocupación sobre la efectividad de las medidas que se deben adoptar para evitar un posible contagio del VIH en lugares públicos. La inquietud apareció tras la presentación en la fortaleza histórico militar, a cargo de Mariela Castro Espín, de los libros Sida: confesiones a un médico y Sida: nuevas confesiones a un médico.

Desde el mismísimo prólogo de la primera entrega de este texto que publica la Casa Editora Abril, queda plasmado el reconocimiento de la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) al significativo quehacer de quien por años se ha dedicado a combatir la epidemia en Cuba.

Escribía Mariela: «Sida: confesiones a un médico es la historia de las contradicciones, las difíciles decisiones y la voluntad política que conformaron los diferentes momentos de la estrategia cubana para el tratamiento y la prevención del VIH, con su secuela de profundo sentimiento humano».

Para Pérez Ávila, quien con estos dos volúmenes se estrena como escritor, no existiría una satisfacción más grande que los lectores sacaran de estos las necesarias enseñanzas y pudieran llevarlas a la práctica.

Interrogado si finalmente la enfermedad tendrá cura, el primer director que tuviera el sanatorio de seropositivos VIH/sida en la Isla respondió: Estoy absolutamente convencido de que sí. Ciertamente, en todos estos años le han faltado conocimientos a la comunidad científica sobre cómo vive y se desarrolla el virus, sobre su ciclo vital.

«Y no obstante, se sigue avanzando. El sida dejó de ser una enfermedad definitivamente mortal, a una enfermedad crónica, aunque siga siendo mortal. Antes decir sida era sinónimo de muerte. Ya hoy existen medicamentos que consiguen alargar la vida. Cada día encontramos nuevas estrategias, tratamientos menos dañinos y mucho más efectivos. Como médico me niego a creer que el sida no tendrá cura», concluyó.

Distribuidos gratuitamente, Sida: confesiones a un médico y Sida: nuevas confesiones a un médico se presentarán en todas las provincias del país, como parte de la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012, que clausurará en Santiago de Cuba, el próximo 4 de marzo.

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