Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Y después de los 90?

La Radio Cubana celebró este año nueve décadas de vida. El onomástico representa mayores retos, acentúa los compromisos con los oyentes e impone nuevas metas

Autor:

Lourdes M. Benítez Cereijo

La celebración fue inmensa y bien merecida: el medio radiofónico cubano cumplía 90 años de existencia desde las primeras transmisiones continuadas. Por eso 2012 deviene momento de festividad, homenaje, evocación y alegría.

Sin embargo, con los vítores de tan especial fecha también vino la reflexión, el diálogo entre colegas y el análisis oportuno acerca de cómo seguir en la búsqueda de un medio cada vez más identificado con su audiencia.

La Radio Cubana, una nonagenaria que no pierde el paso ni el deseo de reinventarse, tiene ante sí enormes desafíos. ¿Qué hacer para continuar conquistando a los oyentes? ¿Cómo se proyecta el futuro del éter después de los 90? Estas y otras interrogantes fueron respondidas a Juventud Rebelde por Guillermo Pavón, vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión; y Yusimí González, directora de Programación de la Radio Cubana.

—Nueve décadas de labor hacen de la Radio Cubana un medio de gran trascendencia. ¿Cómo mantener el espacio ganado?

YG: «Representa un reto enorme porque hablamos de un público con mayor preparación y cultura. Actualmente los niveles docentes han ido creciendo y esto ha obligado a los profesionales de la radio a elevar su superación. El desafío es ponernos a la altura de cada uno de los oyentes de los más de 3 000 espacios existentes, lo cual se traduce en buscar mayor diversidad de temas, dar seguimiento y proporcionarle a la audiencia más conocimiento científico, cultural, ético, moral y artístico».

La efectividad comunicativa y la identificación con los oyentes constituyen aspectos de cuidado. La labor en tales directrices requiere que se tejan con cuidado los hilos de la palabra, el sonido, la voz, la música e incluso los silencios en su vínculo con las preferencias, intereses y reflejo adecuado de la audiencia. En la exploración de formas para armonizar esos elementos pueden estar algunas claves del éxito. En línea con lo anterior, Pavón expresa:

«Las investigaciones nos suministran un caudal de información sobre las características y los intereses de los oyentes, todo lo cual se incorpora a la programación para hacer más efectiva y creativa la comunicación».

YG: «Es importante señalar que un altísimo porcentaje de nuestros espacios se realiza en vivo, lo que permite a los oyentes llamar por vía telefónica a los programas para dar sus criterios. Además, otras vías como la correspondencia tradicional e Internet contribuyen a estrechar los lazos. De las 96 emisoras existentes, hay 67 con páginas web y con muchos programas ubicados en audio real. Esas son vías efectivas de retroalimentación porque la audiencia se involucra más».

El advenimiento y progresivo desarrollo de las tecnologías de la comunicación han abierto un universo de opciones, atractivas maneras de hacer y multiplicidad de visiones en cuanto a las potencialidades para medios como la radio, la televisión y el cine. No obstante, con las ventajas, a veces llegan también retos y complejidades que se evidencian en novedosas categorías de aprehensión, así como disímiles reconfiguraciones en los usos, lenguajes y funciones de los medios.

GP: «La radio se ha beneficiado mucho. La producción transita hoy por un diseño diferente, que permite un acabado superior al analógico. La señal de varias emisoras puede ser captada en cualquier lugar del mundo a través de Internet y las páginas web nos garantizan la divulgación de nuestra verdad».

YG: «También ha influido muchísimo en la realización artística porque ahora tenemos un sonido más limpio, hemos agregado efectos y se ha ganado en la musicalización. Con la introducción de las nuevas tecnologías la radio ha crecido, lo que debía producir manualmente ya lo tiene en las máquinas. Esto también ha contribuido a actualizarnos y renovarnos».

Situación de convergencia

Según señalan algunos estudiosos, actualmente, el sistema mediático se encuentra en una situación de convergencia, en la cual la irrupción de nuevos medios —surgidos del proceso de digitalización— a veces afecta al resto, creando otros espacios de consumo y tiempos de relación social.

—¿Podríamos acaso decir que la radio ha cedido terreno?

YG: «En un momento se vaticinó que con la entrada de las tecnologías digitales, la radio se vería limitada, pero sucedió lo contrario. El éter es sinónimo de inmediatez, de impronta. Nuevos sucesos ocurren cada minuto y la posibilidad de ir a la par de esos acontecimientos aumenta gracias a las nuevas tecnologías. Se trata de una competencia leal y fraterna donde cada cual tiene su lenguaje, creatividad y potencialidades. Esto hace que se compense».

La radio, junto a la televisión, representa uno de los medios más utilizados por la población. Sin embargo, esto no significa que sea el más gustado, pues no siempre estos índices van de la mano. Satisfacer variedad de gustos y estar a la altura de las expectativas resulta una faena harto compleja, en la cual van continuamente en ascenso las exigencias creativas y la preparación profesional.

GP: «Los gustos de los oyentes deben ser tomados en cuenta y recreados de forma que despierten interés, pero siempre alejados de todo mal gusto, chabacanería y superficialidad. Ahí está el reto. Nuestro medio no puede ceder terreno en aras de captar audiencia utilizando textos banales y con una carga de vulgaridad que no nos interesa reproducir. Tenemos como misión crear valores éticos y morales».

YG: «El grado de gusto y de consumo es diferente. Alto nivel de gustos no es sinónimo de buena factura y viceversa. Que la Radio Cubana satisfaga los gustos de sus oyentes depende de los temas abordados, la cultura de la audiencia, los alcances, la preparación de su personal, etcétera. Pero de forma general creo que el éter cubre las expectativas del público».

—¿Cuáles son las fortalezas que el medio radiofónico posee para el público juvenil?

YG: «Como buena parte de la programación se hace en vivo, en muchos espacios los jóvenes devienen protagonistas. Nuestra Radio constituye un medio abierto para ellos, donde tienen la posibilidad de crear y ser partícipes. Actualmente, la juventud no es el fuerte de nuestro público. Nosotros debemos lograr que este sector se acerque cada vez más a las propuestas que les dedicamos y en eso trabajamos».

—El éter se ha multiplicado y diversificado a partir de la presencia de la radio comunitaria. ¿Cuánto se ha avanzado en este sentido?

GP: «Se ha producido un impacto inesperado, sobre todo en aquellas emisoras que han logrado un mayor reflejo de su entorno. La radiodifusión comunitaria ha posibilitado un cubrimiento más caracterizado y abarcador de públicos, así como mayores niveles de audiencia.

YG: «Constantemente se avanza. La radio comunitaria, la que más cerca está del oyente, ha sido una forma de ampliar los horizontes. Como estrategia todavía no hemos podido abarcar todos los municipios del país. En este momento suman 71 los que poseen su emisora. Aspiramos a llegar a cada territorio, porque lo universal sale de ahí, de lo particular y de las singularidades que definen a cada cual».

Por una audiencia comprometida

Abogar por una audiencia comprometida siempre ha sido un propósito fundamental. En este camino, factores como la pasividad y la homogeneización del público constituyen obstáculos que afectan el sentido de la comunicación participativa.

Se trata de potenciar procesos que trasciendan las fronteras de los modelos comunicativos unidireccionales. Por ello se busca formar un receptor que se convierta a la vez en sujeto activo, como constructor de nuevos sentidos y ente transformador de su realidad. Logrado esto, sería válido hablar de una participación real del público cubano para con la radio.

No obstante, Yusimí González señala que se trabaja en esa direción pues la participación de nuestros oyentes es cada vez más objetiva y consciente. Creo que el compromiso de la audiencia ha crecido y eso se percibe en las opiniones, recomendaciones y sugerencias de temas a tratar. Al sentirse reflejado e interesado el oyente contribuye en pos de la mejoría de la programación».

—¿Cómo se proyecta el futuro de la Radio en Cuba?

YG: «En esta nueva era donde crecen constantemente nuevas opciones en el campo de la comunicación, creo que la radio ha buscado alternativas de preparación y vínculos con las diferentes facultades para garantizar un personal con un alto grado de especialización. Nos nutrimos de todo ese caudal y aspiramos a que la radio siga siendo una enorme escuela».

Por su parte, el Vicepresidente del ICRT subraya que «trabajamos para consolidar un medio responsable y profundo. Es imprescindible fortalecer los perfiles por emisoras, incentivar el debate teórico y práctico de nuestros creadores y buscar en las plataformas de la comunicación lo más avanzado para acompañar con rigor a nuestro país. Con todo esto, la radio se propone continuar como un medio de referencia de la sociedad cubana».

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