Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un conversador fabuloso

Remover el interés por la obra de Onelio Jorge Cardoso, en el año de su centenario

 

Autor:

Aracelys Bedevia

La obra de Onelio Jorge Cardoso, el Cuentero Mayor, ha desaparecido de las librerías y algunos consideran que las nuevas generaciones apenas conocen de la existencia de este autor, cuyos cuentos pertenecen a lo mejor de la literatura nacional.

Inexplicable resulta lo anterior, si se tiene en cuenta que la obra de este escritor «ha salido airosa de la aplicación analítica de las más actualizadas teorías y metodologías»,  expresó la estudiosa Denia García Ronda en un panel por el Centenario de Cardoso, que tuvo lugar este martes en La Cabaña, como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro.

Al intervenir en la sala Nicolás Guillén, García Ronda consideró que «estamos dejando ir a un escritor cubano catalogado como uno de los cuentistas más importantes de América Latina».

Con especial maestría Onelio combina lo insólito y lo fabuloso. En su obra está «la presentación elíptica de la anécdota, la densidad poética de su lenguaje, la presentación de sucesos mágicos o fantásticos, la originalidad de sus soluciones tempo-espaciales y otros procedimientos, para separarlo de una simple copia costumbrista de determinados sectores de la sociedad cubana», acentuó García, reconocida como la principal estudiosa del Cuentero Mayor.

Onelio solía partir de fuentes populares para escribir una literatura de gran calibre y universal. Sus libros están entre los más importantes publicados después del triunfo revolucionario. No pocos cubanos y cubanas crecieron leyendo al creador de relatos como El cuentero y El caballo de coral.

Sin embargo, por prejuicio ante una obra que muchas veces no se ha leído y otras por «la tendencia de nuestra crítica —en ocasiones manifestada generacionalmente—, de absolutizar las preferencias y negar al supuesto contrario», apuntó García, el legado de Onelio ha caído en el olvido, «que, para un escritor, es otra forma de morir».

Remover el interés por este autor, en el año de su centenario, afirmó la experta, es una manera de pagar la deuda que tiene el mundo intelectual cubano con quien supo encontrar la vía artística idónea para conformar una cuentística de altísima calidad, con valores universales.

De ahí que la editorial Letras Cubanas asumiera el reto de publicar una edición conmemorativa de los Cuentos, de Onelio Jorge Cardoso, la cual fue obsequiada a los asistentes a la presentación de este título.

La actual edición, según explicó Rogelio Riverón, director de esa casa editora, parte de la preparada por Onelio y que fuera publicada por Letras Cubanas en 1981.

«Tenemos un deber con la cultura, con una herencia que es patrimonio de la nación», destacó Riverón, quien aseveró que no hay falsedad ni esquematismo en calificar a Onelio como el mejor exponente del cuento rural, aunque no fue este el único tema de sus piezas narrativas. (…) A este escritor se le debe el hecho «de haber superado el costumbrismo chato y la reproducción estéril de los rasgos del campesino cubano, a favor de un modelo verosímil, intensamente estético, creativo y espontáneo».

Los temas que desarrolló en su obra y su proyección ético-estética, enfatizó Denia García Ronda, «no eran simples estrategias para su narrativa, sino principios que formaban parte de su personalidad civil y artística. Su vida y su actividad intelectual se correspondieron siempre con los postulados que defendía en su cuentística, lo que constituye un ejemplo de honestidad intelectual y de generosidad personal».

A la sencillez de este genial hombre y a sus vínculos con los jóvenes se refirió el escritor Eduardo Heras León, director del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, quien lo calificó como un enorme conversador y un narrador oral fabuloso, que de joven tuvo muchos oficios, desde bibliotecario hasta periodista, y dejó para la posteridad una obra que bien merece ser recordada y estudiada.

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