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Samuel Feijóo. Autor: Pedro Méndez Publicado: 21/09/2017 | 05:46 pm
El Ministerio de Cultura organiza una jornada de recordación por el natalicio del gran intelectual cubano Samuel Feijóo, el próximo día 31, en La Habana, reportó AIN.
Feijóo (31 de marzo 1914-14 de julio de 1992) se destacó por su extraordinaria poética de la naturaleza cubana, narrativa, pintura, dibujo y como editor de estelares obras de la cultura nacional como Lo cubano en la poesía, de Cintio Vitier y de más de 70 números de la revista Islas, los cuales ilustraba, diseñaba y escribía en gran medida.
También fue un extraordinario promotor cultural, sobre todo de la más joven creación y en su honor, este 31 de marzo se realizará, a las 10 de la mañana, una peregrinación a su tumba en el cementerio Cristóbal Colón, donde el escritor Virgilio López Lemus hará un elogio a su vida y obra.
En la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, a partir de las dos de la tarde, se desarrollará un panel, cuya apertura contará con una intervención especial de su amiga, la poetisa Fina García Marruz.
Sobre la trayectoria vital y creativa del conocido como El Sensible Zapapico, disertarán los escritores Adamelia Feijóo, Francisco López Sacha, Rolando López del Amo, Alpidio Alonso Grau, Silvia Padrón y Virgilio López Lemus.
Libros de su autoría estarán a la venta, se proyectará un documental sobre su quehacer y se realizará otro panel con la participación de Juan Nicolás Padrón, Jesús David Curbelo, Ricardo Riverón, Pedro de la Hoz y Jesús Guanche.
El programa incluye, además, una intervención de Fernando Rojas, viceministro de Cultura, y la clausura estará a cargo del poeta Roberto Fernández Retamar, presidente de Casa de las Américas e íntimo amigo de Feijóo.
Este impenitente viajero de los campos cubanos se autobautizó como El Sensible Zapapico, en alusión a una huidiza ave zancuda que vive en las costas y cerca de las corrientes de agua dulce.
En los textos de sus dibujos humorísticos puede leerse:
«El zarapico se posa en el fango y no es fangoso. Samuel, tu Zapapico tiene más alas que cuerpo. Por eso vuela tan alto. Me posé en el cieno y aprendí a despreciarlo».
