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El análisis del sistema de enseñanza generó un interesante debate a partir del dictamen de la comisión Cultura, Sociedad y Educación, del VIII Congreso de la Uneac, el cual tuvo lugar en la tarde de este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Al abordar el tema de la educación, la actriz Corina Mestre hizo hincapié en que los principales problemas de la enseñanza están presentes desde primaria y llegan a la universidad. De ahí que la destacada artista insistió en que es imprescindible el diálogo de todos.
Mestre destacó el papel de las instituciones, y dijo que donde estas funcionan, los estudiantes aprenden mejor.
«Estamos en un momento en que la educación es labor de todos y debemos trabajar con todas las áreas».
Resaltó asimismo la importancia de los instructores de arte y su función social, aunque se sabe que todavía esa fuerza debe cumplir con su rol de transformar la comunidad a partir de su capacidad para crear un público sensible. Por esa razón instó a sus colegas a contribuir con sus conocimientos en la superación de este movimiento juvenil.
Mestre también se refirió a la figura del profesor de música y de otras artes, la cual, piensa, no debe desaparecer. Propuso que se reglamente mejor esta función y que no se avale por el Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social, como sucede ahora.
Por su parte, el Doctor Pedro Pablo Rodríguez calificó el informe de maduro y con un alto rigor analítico. «Creo que debemos felicitarnos todos por estar aquí pensando», dijo.
Rodríguez exhortó a socializar el texto presentado por la comisión Cultura, Sociedad y Educación entre la membresía de la Uneac, e invitó a cada creador, desde su ámbito concreto, a colaborar con estos conceptos.
«Creo también que hay que hacerlo circular entre los maestros, porque de ellos van a surgir ideas y soluciones a problemas que actualmente se dan en su entorno», acotó.
El también investigador, historiador y Premio Nacional de Ciencias Sociales hizo dos propuestas al congreso: «La primera: realizar un estudio del estado de la cultura artística y literaria, es decir, qué están haciendo las instituciones de la cultura y si son efectivas, así como las perspectivas de los creadores.
«La segunda: ver de qué manera, como organización, no nos quedamos con estas ideas y las circulamos, y las ponemos en práctica», afirmó.
