FUE como una película policiaca. Describió al hombre, incluida la cicatriz en la mejilla derecha, el carro y las ropas de quien lo secuestró en el pueblo francés de Bagnols, pero pudo escapar y la gendarmería encontró al niño de 12 años en el vecino Saint Gervais. Al final, todo resultó un ardid del muchachito para no ir al dentista y lo mejor que se le ocurrió fue el falso secuestro.