Dos hombres enmascarados entraron en la casa de un anciano de 71 años, coleccionista de armas por más señas, y de nada le valieron al señor los rifles, revólveres, pistolas y armas semiautomáticas. El «pequeño» arsenal en la casa en Pittsburg pasó a manos de los cacos que se llevaron 31 piezas de esa artillería particular, mientras encerraban al propietario en un closet. De paso, cargaron con el televisor y el equipo de stereo. Por suerte, y antes de que las armas fueran a ser vendidas a otros delincuentes, los ladrones fueron arrestados.