Jessica Cerney, de Carolina del Sur, no tuvo reparo en golpear y duro a Darrell McNight, de 64 años y 30 mayor que ella, porque la despertó mientras dormía la siesta en el portal de su casa. La policía no quiso oír los argumentos de la señora, pero los testigos que presenciaron el incidente en Myrtle Beach lo contaron a la prensa: el hombre, que tenía muchas copas de más, soltó sus peores olores en la mismísima cara de la dama, que furibunda le aplicó la venganza: ojo por ojo; y le puso negro el rostro al señor McNight…