Hay gustos que merecen… insecticida. La artista Jennifer Angus fue invitada a participar en la reapertura de la Galería Renwick, en Washington, y se le ocurrió una idea bastante atípica: una habitación pintada de color rosa fuerte con una textura poco común: insectos. La instalación se llama En el jardín a medianoche. Como parte de la muestra, Jennifer armó patrones con 5 000 insectos y escarabajos de diferentes especies, originarias del sudeste asiático y les dejó sus colores naturales: tonos verdes, azules, y malvas, y se unen para dar forma a calaveras y otros motivos ornamentales.